13. El paseo/Parte 2.

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Nos miramos entre nosotros. Volver a saltar el muro no parece muy factible.

Automáticamente todo el mundo va a ver que diablos hace Rhydian. Este parece muy calmado. Tan sólo se encoje de hombros.

-No será peor que el perro.

Ahora que me doy cuenta estamos en un jardín, uno de los setos está destrozado. No creo que al dueño le haga mucha gracia.

Aparece un hombre de unos cuarenta años. Es alto, más de metro ochenta y está muy musculado. Además lleva un bate de béisbol y una bolsa de plástico en la otra mano.

-Oficial. Es peor que el perro- suelta Kian.

-¿Quiénes sois?-pregunta el hombre.

Rhydian nos mira, se gira hacia el hombre y nos vuelve a mirar.

-¿Hace falta que lo diga?

Jocelyn se saca los tacones y se los tira al hombre, luego echa a correr mientras grita. La imito, ni siquiera miro atrás. Soy capaz de oír al  hombre gritar algo, también creo que ha agitado el bato de béisbol.

La puerta de la entrada está abierta. Estamos en frente del parque. Si una cosa llega a la otra y al final...

Nos adentramos al parque y nos tiramos debajo de un banco. Nadie habla.

-¿Creéis que aquí no nos verá?-pregunta Kian.

Evie está a punto de abrir la boca, seguramente para decirle que es idiota. Creo que acaba de darse cuenta de que es Kian.

-No, tú tranquilo.

Si, muy bien Evie, tú dale ilusiones.

- Estoy muy cansada- susurra Sophie, la pobre tiene cara de sufrimiento.

- A mí me lo vas a decir- comenta Jocelyn, en un tono de indignación- Esos zapatos valían cien euros.

-Tranquila bebé, yo te compraré otros- comenta Ben.

Jocelyn le sonríe ampliamente, luego me susurra al oído.

- Le dejaré creer que hemos vuelto un ratito más. Necesito esos zapatos.

Suelto una risa.

Algo se siente raro. Nadie ha hecho ningún comentario sarcástico pero gracioso a la vez. Falta alguien. Otra vez.

-¿Y Rhydian?-pregunta Evan.

Me levanto del suelo y me subo al banco, la casa en la que nos colamos ya tiene la puerta cerrada y no hay rastro de Rhydian. 

-¡Rhydian!-grito.

No lo veo. Dios santo. ¿Qué podría haberle pasado? Es Rhydian, tiene que estar bien.

De golpe alguien salta encima del banco.

-Se ha puesto buen día ¿Verdad?

Es Rhydian. No puedo evitar resoplar de alivio, al menos no soy la única, a todos parecía preocuparles la desaparición del chico.

-Menos mal que estás bien, tío- comenta Ben.

-Claro que estoy bien. Yo no soy una amiguita china de Chris, a la que hay que sacar de un arbusto.

Sophie se pone un poco roja.

Rhydian pone una mano en el hombro de Sophie.

-Tranquila, yo te amo. Es tu toque.

Sophie le sonríe al chico, luego se aparta el pelo de la cara.

En ese momento recuerdo a Austin. Si él estuviera aquí... Me lo imagino saltando el muro con ese cuerpo de atleta suyo... Lo haría hasta mejor que Rhydian... Ese cuerpo de atleta que bailará conmigo en la fiesta... Un amor prohibido.

-Por cierto-comenta Rhydian, alzando una bolsa blanca- Sin querer robé esto.

Es la bolsa que llevaba el tipo musculado de la casa.

- Es Vodka. ¡Qué buen servicio dan en esa casa, incluso mejor que el albergue! ¡Una agradable estancia con una animal de compañía, y además con regalo de marcha! Estoy pensando seriamente en irme del albergue e ir a vivir allí...

-Rhydian- Jocelyn extiende una mano- pasa una botella.

Miro a mi amiga abrir la botella y empezar a beber a morro.

-Esa es mi chica- comenta Ben.

Ha sido la chica de tantos. Y digo "sido" en pasado por que nunca ha durado. Ahora mismo Ben comparte al amor de Jocelyn. En una relación en la que este mi amiga rubia siempre hay tres personas, tres enamorados, el chico enamorado de ella, ella enamorada del chico y ella enamorada de si misma. A veces incluso cuatro, pero eso pasó muy pocas veces, sólo unas cinco, en las que decidió que el mejor amigo del chico en cuestión estaba más bueno. Pero honrada sí que es, después de besar al mejor amigo lo deja con el muchacho.

 Aunque no es su culpa, le viene de familia; eso si su historia familiar es cierta. Que, la verdad, no lo dudo.

Decidimos ir al área infantil que hay dentro del parque. Rhydian se sienta en un columpio.

-¡Hostia!

-¿Qué pasa?-le pregunto.

-Pues al final si que había un Pikachu.

Todos nos echamos a reír. Jocelyn sigue bebiendo de la botella.

-¿Vosotras no queréis?

Nos miramos entre nosotras, de golpe Evie empieza a gritar.

-¡Deja de presionarme para que beba alcohol! ¡No lo haré!

-Quieres y lo sabes, Evie- le digo.

-¡Está bien! ¡Lo haré! Pero solo por la presión de grupo.

Jocelyn le pasa la botella y Evie toma un trago largo.

-Qué especial eres- le dice Kian.

Mientras que Kian y Evie se lanzan miraditas, Ben y Jocy han pasado al segundo paso. Liarse intesamente.

-Madre mía- susurra Sophie, acompañado de algo en chino que no entiendo.

-Podemos grabar una porno- propone Rhydian- Sería interesante.

-Tú y el porno- comenta Evan.

-¿Insinúas que yo veo porno?- Evan asiente con la cabeza- Te equivocas amigo mío, ¡Yo protagonizo el porno! ¿Sabes ese tío tan cachas que lo hace tan bien en algunas pelis? ¡Ese soy yo! Pero, obviamente me pongo una máscara de plástico. Soy como el Batman del porno. 

-Adolescente problemático de día, apasionado del sexo y actor porno de noche- digo.

Me río, Rhydian también lo hace.

-Si los del albergue se enteran de esto, te echaré la culpa- comenta, luego mira a Evie, que parece que ha bebido un poquito más- De lo de Evie también.

La chica empieza a reír. Es obvio que está un poco pedo.

Me levanto y me siento delante de Rhydian, este saca otra botella de la bolsa.

No creo que debiera beber... Es tan sólo que todo el mundo está bebiendo... ¿Debería? Creo que he visto beber a Austin alguna que otra vez...

-¿Te tienta a ti también, Chris?- comenta Rhydian, meneando la botella delante de mí.

¡Qué diablos! ¡Ha sido un día duro! 

Le arrebato la botella y empiezo a beber.

A partir de ese momento todo se torna borroso...



Mi compañero de castigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora