28.Bomba de restaurante.

321 26 2
                                    

Elliot ha explicado brevemente las normas.

Cómo hagamos algo, no volveremos a ver la luz del sol. Resumiendo.

En fin, de todas formas Rhydian y yo ya estamos castigados...

Me acerco a él, que está con el resto de chicos, junto a la pared. Se gira hacia mí.

-¿Cuándo vas a explotar la bomba de tinta?-le susurro.

Él sonríe.

-¿Sabes ese momento, en el que faltan cinco minutos y parece que todo va a salir bien al final?-le miro extrañada- Elliot sí lo sabe. Pues en ese.

-¿Y a quién vas a manchar?

Se encoje levemente de hombros, se remanga la sudadera roja.

-A quién pueda, chica. Tú sólo dame una señal cuando te parezca más oportuno.

-¿Y el momento de calma de Elliot? ¿No era en ese?

Me dejo caer contra la pared, alzo la vista para enfocar mi mirada en la de Rhydian. Parece haber constelaciones dentro de sus ojos azules.

-Supongo que tu también sabrás aproximadamente ese momento-alzo las cejas, va a ser que no- Cuándo le veas sonreír y revolverse levemente, ahí.

Alguien me aparta, poniéndose entre yo y Rhydian. Es Elliot.

Espero que no haya escuchado.

Por favor que no haya escuchado.

-¿Qué estáis tramando vosotros dos?-pregunta, cruzando los brazos.

Abro levemente la boca, ¿Sería "hablar del tiempo" una respuesta creíble?

-Pues...-Rhydian se pone muy recto, es más alto que Elliot- Estamos hablando de la bomba de tinta que vamos a explotar en medio de la comida, ya sabes.

¿Ha perdido la cabeza?

El hombre levanta mucho las cejas, puedo ver que se pone levemente de puntillas para aguantarle la mirada a Rhydian.

-No tienes cojones...-murmura.

-Uh...-Rhydian levanta un dedo- No deberías de bromear con eso, es un problema serio según tengo entendido.

-Tú no entiendes nada, niñato...

Elliot parece que gruñe, se le marcan las venas del cuello, sus manos se han convertido en puños. 

-Bueno...-Rhydian levanta las manos, en señal de paz- Creo entender como se sube la pitrina del pantalón- sonríe ampliamente y señala hacia las partes de Elliot- Cosa que, tú no.

Elliot baja la mirada repentinamente y tira fuertemente de la cremallera, me tapo la boca con la mano, conteniendo la risa.

Rhydian ya ha empezado a andar.

-Bonitos calzones de Bob Esponja, por cierto.

Le sigo entre risas.

-Entonces, ¿Lo haremos así?

Rhydian asiente fuertemente con la cabeza.

Me revuelvo en el asiento, estoy bastante nerviosa. Todo el mundo sabe ya lo que haremos Rhydian y yo. 

Lo que si que no se es donde ha colocado el chico la bomba de tinta, que diablos, ¿Dónde podría haberla puesto? 

La mesa de los monitores.

Jocelyn me da un leve codazo.

-¿Te fijaste que Sophie no se sentó con Layla?-me susurra.

Miro en dirección a la chica, está al fondo de la segunda mesa, dándole vueltas al plato. Sola.

Qué raro.

-¿Por qué no está con ellas? ¿No eran tan amigas?-pregunta Evie, agarrándonos a mí y a Jocy del brazo- ¿Qué diablos está mal con ella?

-Todo lo está...-responde Jocelyn, encogiéndose de hombros- Como odio a Layla, te lo juro...

Miro por encima del chico que está sentado frente mía, Elliot todavía parece alerta. No es el momento.

-Sí, bueno, os recuerdo que antes era vuestra amiga-les digo, alzando las cejas. Jocelyn y Evie, amigas del año.

-¡Qué le jodan!-grita Evie, alzando los brazos.

-Sí, eso. Da igual lo muy perra que se crea... O lo muy genial que sea en su mundo de fantasía, por que...- Jocelyn pone los codos en mesa y enlaza las manos- En el mundo real, yo gano- carraspeo levemente, ¿ella gana?- Nosotras ganamos.

Eso ya está mejor.

Mi mirada se pierde en Austin; está sentado con sus amigos. Va bastante elegante, no me esperaba menos. Sonríe y charla alegremente mientras come el bistec.

Me giro hacia mi plato, ya me lo terminé hace tiempo ¿Tan cerda seré comiendo?

Vuelvo a mirar a Elliot, tiene un vaso de vino en la mano y parecer estar contándole algo muy interesante. Suelta una leve carcajada y se revuelve un poco en el asiento.

Es el momento.

Me giro hacia Rhydian, este ya está dando la vuelta hacia mí, de seguro esperando mi señal. Asiento con la cabeza.

El chico se pone el pie de golpe, puedo ver a Elliot dando un vote en su asiento.

Jocelyn se gira hacia mí con las cejas arqueadas.

-¿Que vais a hacer?

-Ya lo verás...-susurro con una sonrisa.

Rhydian extiende los brazos.

-Amigos, hoy estoy aquí para disfrutar de esta excelente comida- Rhydian se pasa la lengua por los dientes- Y para castigar de todos los pecadores... al primero de la lista -Pasa un dedo por los estudiantes parece buscar a alguien, se detiene de golpe- Tú.

Está señalando a Austin.

¿Qué?

-¿Yo?-Austin alza las cejas y sonríe- ¿Qué dices, colgado?

Rhydian sonríe ampliamente.

-Tengo muchas ganas de... Llevar a la realidad la gran mancha de mi historial, así que, ¿Por qué no?

Se oye un ruido muy fuerte, parecido a una explosión. Cierro los ojos.

Escucho un grito, acto seguido risas.

Al recuperar de la visión me desvío hasta Austin. Su camisa con aspecto de ser cara está empapada de tinta naranja, también sus tejanos y su pelo. Se pasa una mano por la cara, sacando la tinta naranja de los párpados.

-Tú...

-¿Pero tú no eras el sol de los Teletubbies? ¿De que te quejas?

Escucho a Austin resoplar.

-Tú y tu estúpida amiguita...-sus manos se han convertido en puños.

Espera, espera... Yo voy en el combo. Para Austin también es culpa mía... No, no puede ser.

Rhydian sabía que yo quería pedirle bailar.

¿Cómo ha podido hacer esto?

Austin se abalanza hasta Rhydian, ambos caen al suelo.









Mi compañero de castigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora