Mi compañero de castigo.

9. Bendito Rhydian.

La blusa escotada de Jocelyn está manchada de la salsa de la pasta, su rostro también lo está. El maquillaje se corre en algunos sitios. Su pelo y hombros están llenos de pasta.

Pero a decir verdad, lo pero es su cara. No he visto expresión así en mi vida. Apuesto que si no llevase diez capas de maquillaje, podríamos ver que está mucho más roja de lo que sus mofletes rosados artificiales dejan ver.

Por otro lado Layla está sonriente y triunfal, con los brazos en jarras.

Parece que nadie va a hacer nada, las dos chicas están muy quietas. Ahora mismo todo el mundo de todos los cursos están formando un círculo alrededor de ambas. 

En el instante en que Layla le tira un beso a Jocelyn , está se abalanza hacia ella.

-¡Pelea de gatas!- grita Thompson, un chico de C.

En menos de cinco segundos Jocelyn está agarrada con Layla por los pelos y todo el mundo está gritando cosas. No sé ni que hacer, por que yo ahí no me meto, Jocelyn va ganando.

Miro a mis amigas para ver que hacen ellas, Sophie tiene la boca abierta y parece estar bastante en Shock; por otra parte Evie grita con el resto "¡Si no hay sangre, no es una pelea!"

Estoy a punto de meterme, entonces unas manos tiran hacia mi para atrás.

Estoy cara a cara con Rhydian.

-¿Qué es lo que pasa?- me pregunta.

-Largo de explicar, rápido de resumir. Pelea.

Mira por encima de mi hombro el forcejeo entre ambas chicas.

-¿Nadie hace nada?

-¿Ves que alguien haga algo?

-¿Y los monitores?

Me encojo de hombros. La verdad no tengo ni idea de donde están, los profesores también están desaparecidos. Cuando hay problemas nunca hay nadie.

Rhydian vuelve a mirar la pelea.

-La rubia es tu amiga ¿No?

Asiento con la cabeza.

El chico va hacia la pelea y se pone entre las dos chicas. Justo cuando pensaba que no se podía estar más mal de la cabeza, hace esto. No creo que vaya a salir demasiado bien parado.

-Señoritas, ¿Qué tal si nos calmamos?

Las chicas se quedan mirando a Rhydian, le ignoran y vuelven a abalanzarse. Rhydian las separa, agarra a Layla por el hombro y a Jocy por el pecho. Al darse cuenta de su error de cálculo con Jocelyn sube la mano, pero no sin antes lanzarle un guiño.

-Chicas, esto es un mero malentendido. ¿Podéis hablarlo?- Quién diría que sería el Ghandi del curso.

-Me tiró pasta, me ha arruinado la blusa- suelta Jocelyn.

-Oh, ya veo... En cuyo caso- Rhydian se gira hacia Layla- Tú eres una zorra.

El patio entero se queda en silencio, para segundos después reír a carcajadas.

-Me temo que me veo obligado a hacer algo...

-Cállate mamón, no te metas en esto- le grita Layla, empujando al chico sin resultado, ya que este no se mueve del sitio.

-Uh... ya veo. Es más grave de lo que me creía. Bueno, chica. Ahora es personal.

Rhydian saca algo del bolsillo, es una botellita pequeña con líquido verde dentro. Antes de que Layla pueda reaccionar le tira un poco del líquido por la camiseta.