-Oh, me has asustado-dijo ella tras abrir la puerta.
-Perdona, no era la intención-admitió él y sonrió.
-Está bien-le devolvió el gesto-. ¿Quieres pasar o vienes fugazmente?
Justin rió.
-Voy a pasar-le dijo. Ella se hizo a un lado dejándole paso al joven-. Mira que pequeño es el mundo-habló mientras observaba el lugar-. Has venido a parar al mismo hotel que tu cuñado.
-Si, a veces pienso que vivimos en una hoja de papel-rió ella.
-Estabas cenando-dijo al ver los platos aún con comida- Si quieres vuelvo más tarde.
-No, no, está bien-se sentó en el sillón-. ¿Ya has cenado?
Él asintió.
-Puedes seguir cenando, no hay problema-se sentó a su lado. Minutos en silencio y luego Justin volvió a hablar-. He estado con Jaxon.
-¿Ah si?-preguntó ella y siguió con su comida.
-Está destrozado-le informó él. Ella lo observó mientras masticaba y al tragar le hizo un gesto para que siguiera hablando-. Piensa que lo has abandonado y que ya no volverás.
-La verdad, que piense lo que quiera, me vale un comino lo que piense-dijo ella y siguió comiendo.
-Selena, va a poner una denuncia por desaparición.
-¿Qué va a hacer que?-dijo ella sin poder creerlo.
-Dice que está dispuesto a buscarte por donde sea, que te quiere de vuelta en casa, que debes estar sana y salva, que no sabe por qué has desaparecido y que no quieres contestar sus llamadas.
-Está loco-dijo ella fastidiada-. Se hace el necio aún sabiendo lo que me hizo anoche.
Selena se mordió el labio inferior denotando rabia y Justin al verla se mojó los labios sensualmente. Por un momento se preguntó qué se sentiría besar esos labios. Pero tras sacudir la cabeza, sus pensamientos se desparramaron.
-¿No le has dicho donde estaba?-preguntó ella.
-No, claro que no.
-Ahora, pregunto...-su mirada daba a entender que estaba confundida.
-Claro, dime.
-¿Cómo sabes esto si tú y él están peleados?-preguntó ella.
-Jaxon lo ha esparcido por toda la empresa y hasta ha llamado a papá para que le recomendara el mejor grupo de agentes para buscarte.
-Justin, ayúdame- dijo ella desesperada-. No quiero que me lleve.
-No hay de que preocuparse, no puede hacerte nada malo-la quiso tranquilizar.
-No, claro que no. Pero, no quiero volver a vivir con él, no sabiendo que existe una segunda.
-Estás en lo correcto-dijo mientras asentía-. No vuelvas.
-¿Me voy? ¿Para siempre?-preguntó ella.
Solo le quedaba Justin para confiar. Mady, ella no era buena para eso. Justin parecía ser un hombre centrado de tomar buenas decisiones, a parte, él era el único que podía ayudarla porque prácticamente estaba en la calle, con solo un poco de dinero encima y sola en un hotel, conociendo solo a su cuñado.
-No lo sé, si no quieres estar con él, vete.
-Justin, ayúdame.
-No puedo hacer mucho-se quejó él-. No sé que sería capaz de hacer Jaxon si te encuentra y me asusta el rumbo que toman mis pensamientos.
-Justin, por favor-suplicó sin salida-. Necesito que me des un consejo. ¿Qué hago?
-Vamos a pensar.-dijo él, con calma y sin dejar de hacer muecas comenzó a explicar-. Tienes dos opciones. Puedes irte, sin decir nada, yo te cubro y desapareces para no volver a ver a Jaxon.
-Me gusta la idea-dijo ella-. Continua.
-Pero, déjame decirte que pienso que eso es llegar al extremo-dijo él. Selena asintió mientras esperaba la segunda opción-. O puedes regresar a casa y hacer como si nada hubiera ocurrido. Te excusas con una sesión de spa que te regaló tu mejor amiga y no pasa nada.
-Necesito una tercera-dijo ella.
-No lo sé, Selena-admitió Justin-. Hay una tercera, y déjame comentarte que me gustan las venganzas y por más que Jaxon sea mi hermano, se lo merece.
-¿De que se trata?-preguntó ella con suma curiosidad.
-Me refiero a pagarle con la misma moneda.
-Bien, eso me gusta-sonrió-. Pero ¿y si me descubre?
-No pasa nada-alzó las cejas-. Después de todo, él hizo lo mismo.
-Estás en lo correcto-sonrió Selena-. ¿Entonces hablamos de engañarlo?
-Claro. Te buscas un amante y al llegar a casa haces como si nunca hubiera ocurrido nada.
-Interesante-dijo y tomó de su vaso-. Creo que voy a considerarlo.
-Sé que no debería estar ayudándote a salirte con la tuya-dijo Justin y rió-. Como te dije, soy un hombre de venganza y me gusta cobrármelas todas.
-Gracias, Justin-sonrió-. Yo amo a Jaxon, pero no puedo permitir que me pase por encima de esa manera.
-Claro que no vas a permitirlo-dijo Justin y le quitó el vaso de las manos.
Tomó un sorbo y luego se lo devolvió.
-¿Con quién lo engaño?-preguntó ella.
Justin frunció el ceño.
-No lo sé.
-Preséntame alguno de tus amigos.
-Mis amigos ya no están sobre la tierra, dicho sea de paso, que en paz descansen.
-¿Qué?-su expresión se torno confusa.
-Selena, vamos a hablar más que de Jaxon y su relación contigo-dijo Justin-. Empecemos por que no estuve precisamente fuera del país por trabajo, fue por hacerle honor a mi ejercito.
-¿De que hablas?
-No estuve trabajando en Asia-se sinceró-. Estuve en una pequeña guerra que a decir verdad, los destrozos que dejó no fueron pequeños.
-¿Eres militar o algo así?
-Lo era-admitió-. Hasta que tuve que dejar la armada. Mis amigos perdieron sus vidas por defender lo que de verdad importaba y fuimos derrotados. Sin más, tuve que volver a casa. ¿Comprendes por qué me creían muerto?
-Oh, claro que si-dijo ella mientras digería la confesión-. Jaxon ha sido muy cruel al no contarme sobre ti.
-Si, lo ha sido-dijo él-. Me ha dolido mucho saber que mi hermano se casó y no me invitó a su boda.
-Disculpa, de verdad, si hubiera sabido de ti, hubiera hecho lo posible para contactarte.
-Sé que no ha sido tu culpa-dijo Justin y le sonrió-. Jaxon siempre tuvo ese recelo conmigo.
-Continua-lo incitó a hablar-. Tienes una historia muy interesante.
-Gracias-sonrió él-. Puedo contártelo todo-añadió-. Claro, si dispones de ese tiempo.
-Claro que dispongo de ese tiempo-dijo ella-. Vamos a la cama, allí hay más espacio para poder sentarnos-dijo y se puso de pie.
Justin la contempló por un segundo y luego se puso de pie a la par de ella. Selena se sentó en la cama y le indicó a su cuñado que se sentara con ella. Justin, sin más remedio, obedeció.
-Bien, dime. Quiero saberlo todo-dijo ella emocionada.
Justin rió.
-Me crié con mi familia y a mis dieciocho me fui a estudiar a la escuela militar en Estados Unidos, más tarde me mandaron a la guerra de la cual te hablaba-puso un almohadón detrás de su espalda y se apoyó ahí, contra el respaldo que lo amortiguaba el almohadón-. Al llegar allí, nos prepararon y nos enseñaron todo sobre eso. Estuve en esa guerra por un año y medio, cuando la mayoría de los de mi ejército fueron fusilados, Ronny pensó que lo mejor sería que termináramos con eso y presentamos bandera blanca.
-Oh, o sea que salieron perdiendo-dijo ella cubriéndose la boca con ambas manos.
-Claro que si, pero uno deja su corazón en la guerra y es por eso que nunca podría tener una mujer a mi lado.
-No comprendo-dijo ella.
-Amo la guerra, la venganza, no soy un hombre de ataduras y no tengo intenciones de formar una familia.
-¿No te gustaría amar y ser correspondido?
-No, el amor, siendo un sentimiento tan lindo, te hace sentir las peores cosas, te traiciona y te destroza.
-Lo has vivido.
-Claro que si-dijo Justin-. No en vano prefiero la guerra-explicó-. Aparte, soy un hombre y cuando las hormonas nos ganan, a veces el corazón también traiciona. Si sabes a lo que me refiero.
-Claro-dijo ella mientras asentía efusiva y se ponía en la misma posición que su cuñado-. De lo que parecía ser un simple revolcón, surgieron sentimientos.
-Exacto-sonrió-. ¿Qué tienes tú para contarme?-preguntó él-. ¿Vida interesante?
-No lo creo-admitió ella-. Mis padres se divorciaron cuando yo aún era pequeña, me quedé con mi madre, pero de todas maneras no faltaron las peleas por mi custodia. Esas peleas acabaron cuando papá conoció a otra mujer y se casaron, tuvieron una nena. Me sentí reemplazada y la odié, hasta que luego de no verla por dos años, nos reunimos una Navidad y comenzamos a llevarnos bien. Puedo decirte, que hoy en día, es una de mis mejores amigas. ¿Lo ves? Nada interesante.
Justin rió.
-¿Cómo se llama tu hermana?
-Jennifer-respondió-. Pero no vas a tirártela.
-No tengo las intenciones-rió-. ¿Padece de la misma hermosura que su hermana?
-Oh, gracias-sonrió-. Vas a pensar que derrocho egocentrismo, pero, no-rieron-. Es algo, digamos que no es nada bonita. Es buena persona y reúne cualidades hermosas, pero no posee belleza.
-Entonces no te preocupes que no intentaré tirármela.
Rieron.
-¿Y bien? ¿Quién crees que puede ayudarme a engañar a Jaxon?
-No lo sé-alzó los hombros-. Prueba con uno de sus mejores amigos.
-No, en serio no sería capaz de llegar tan lejos.
-¿Cuánto tiempo crees que lleva Jaxon con otra?
-No lo sé.
-¿Lo creías capaz de eso?
-No.
-¿Entonces?-la incitó a pensar-. Piénsalo-enarcó una ceja-. Debo irme, mañana trabajo. Por la tarde me doy una vuelta por aquí para ver cómo estas.
-Gracias, Justin.
-A ti, Selena-le sonrió y se puso de pie-. ¿Me acompañas hasta allí?
-Claro-dijo y se puso de pie-- Me ha servido de mucho hablar contigo.
-Me siento halagado por eso-rieron-. Podemos tener charlas más a menudo.
-Lo tendré en cuenta-dijo ella y abrió la puerta-. Búscame a alguien para engañar a Jaxon.
-Lo haré-dijo y besó la mejilla de ella-. Nos vemos mañana-dijo antes de salir por la puerta.
Selena cerró la puerta de madera y sin saber por qué, se tocó la mejilla. Justo donde Justin le había dado un beso, sonrió y se tiró en la cama. Estaba totalmente confundida.
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Amor Oculto (JELENA) --FANFIC-- *PAUSADA*
FanfictionSelena Gomez, la joven de veinticuatro años, la chica que creía haberse enamorado del Bieber correcto. Tal vez solo podía pensarlo teniendo a Justin alejado de ella, sin saber de su existencia. ¿Pero que pasaba si Justin entraba en su vida de improv...