-¡Es que no tiene sentido!-gritó Jaxon y se revolvió los cabellos rubios-. No tienes idea lo mucho que te he echado de menos y me he preocupado por saber dónde estabas.
-Disculpa, ¿si? De todas maneras no creó que me hayas extrañado tanto-dijo desentendida y comenzó a subir las escaleras.
-¿De qué diablos hablas?-preguntó él.
-¿Y tienes el descaro de preguntar?-gritó ella desde el segundo piso.
Su marido la observó por un momento. Se veía mucho más pequeño que ella y al estar ella allí arriba, podía jurar que se vea imperativa a la hora de hablar.
-Dime, ¿cómo se llama?
-No digas bobadas-dijo él y desvió la mirada-. ¿Crees que te engaño?
-No, es solo que me gusta preguntártelo de vez en cuando-dijo ella encendiendo el modo sarcástico al hablar-. ¡Pues claro esta que me engañas!-le gritó luego.
-¿Yo a ti? O será que ¿Tú a mi?
-¿Yo a ti?-preguntó ella tirando el bolso al suelo-. Pero por favor, Jaxon-comenzó a bajar las escaleras-. Dime, ¿eres tú o soy yo la que sale de noche? ¿Eres tú o soy yo quien deja plantada a su pareja a la hora de la cena? Y por favor, responda la última, ¿Eres tú o soy yo la que vuelve con la camisa marcada con labial?
Jaxon se preguntó que era lo que ella había encontrado esa noche que había llegado a casa borracho hasta el tope. Su expresión cambió a una seria y Selena bufó, dando a entender que le quedaba todo muy claro.
-¿Con quien has estado?-preguntó él.
-¿Eso tiene importancia? Debería ser yo quien tiene que preguntar eso.
-No estuve con nadie-dijo él-. Ya estaba pensando en tirar todas tus pertenencias.
-Lo he notado-dijo ella y se acercó más a él-. Creo que la gente tenía razón al decir que me casé apresuradamente.
-¿No me amas?
-Tú eres él que se va con otras, ahora, responde, ¿me amas tú a mí?
-Por supuesto que si, Selena-dijo decidido y sin titubear-. No puedes estar dudando de eso.
-Has tirado cinco meses de matrimonio por la borda-le dijo ella y reflexionó-. ¿Crees que puedo perdonarte que te acuestes con otra?
-No ha sido así. Amor, te prometo que no me he acostado con nadie más que contigo-dijo él.
Parecía suplicar y desgraciadamente, eso, conmovió a Selena.
-¿Qué ha sido lo que ocurrió? Quiero que me cuentes de principio a final, sin mentiras-exigió a su marido-. Así podré pensar en perdonarte.
-Está bien, lo haré. Deja que llamo al trabajo para avisar que no iré y luego podemos hablar tranquilamente.
Jaxon salió del comedor y fue al living por el teléfono. Ella lo siguió y se tiró en el sillón. Estaba completamente agotada, no había podido dormir bien en toda la noche y el hecho de tener que ver a Justin esa noche, la hacía sentirse toda una traicionera a la hora de juzgar a Jaxon por el engaño. Jaxon terminó de hablar con la secretaria y se volvió para sentarse al lado de ella. La miró como nunca antes lo había hecho y fue cuando Selena recordó que en el pasado, esos hermosos ojos azules, la volvían loca, de cualquier manera, dejándola a merced de él. Jaxon sonrió levemente y apoyó su mano sobre la de ella, Selens la quitó con fastidio y le observó. Debía comenzar a hablar antes de que ella se sintiera culpable y le escupiera que anoche casi se acostaba con su cuñado.
-Vamos, dime. Quiero saber todo de tu infidelidad.
-Christopher me invitó a pasar el día con él y su primo de Estados Unidos. Lo cierto es que aquel chico tenía mucha curiosidad por saber cómo son los antros aquí. Entonces con Chris, pensamos en llevarlo. Siéndote sincero, olvidé por completo que íbamos a cenar juntos y lo siento muchísimo, no era esa la intención.
-Ya me he acostumbrado-dijo ella como al descuido.
Jaxon se sintió de lo peor.
-Entramos allí como a las doce de la noche y Chris se empeñó en conseguir una mujer para cada uno. Me negué porque soy casado y tengo que serte fiel, tal como tú a mí. Pero me sentaron a una mujer a mi lado y ella se tomó muy a pecho que necesitaba a alguien, me quiso quitar el anillo de casado y le expliqué que no pretendía más que hablar con ella. Se fastidió y se retiró de allí.
-Eso no explica el labial-dijo Selena con firmeza.
-Sus insistentes suplicas de llevarla a la cama-dijo Jaxon. Ella se sintió fatal-. Me besó el cuello un par de veces hasta que decidí moverme de allí. Fue cuando quiso retirarse y aproveché el mal momento que estaba pasando, para ahogar mis penas. Chris me subió al auto y de lo demás no recuerdo casi nada. Me obligaste a darme una ducha pero luego ya no sé que ocurrió-la miró directo a los ojos-. Cuando vi que no estabas, casi muero.
-No voy a creerte-dijo ella.
-Selena, juro que esta es toda la verdad. Te amo y no podría separarme de ti.
-Voy a perdonarte pero de verdad no estoy convencida. Creo que podemos darle otra oportunidad a este matrimonio-se puso de pie-. Solo porque llevamos cinco meses y pensé que duraríamos más tiempo.
-Y así será, mi amor-dijo y se puso de pie. Ella rodeó el sillón pero quedaron de frente, separados por el sillón de cuero negro-. Prometo que no pasará más esto.
Su historia no era nada fuera de lo normal y él parecía no haberla engañado. Pero ella había estado debajo de Justin y se sentía culpable por eso. Debía perdonarlo por el hecho de que ella había cometido un error, al igual que él.
-¿Con quién estuviste tú?
-Con nadie-explicó-. Decidí alejarme de todo por unos días. Fui a un hotel y no salí de allí.
-¿A que hotel?-preguntó.
Si Jaxon sabía el nombre del hotel, ella estaba muerta.
-No voy a decirte porque ese será mi lugar de escape cuando peleemos-le sonrió levemente-. Estoy agotada y de verdad deseo descansar.
-Está bien. Creo que me pasaré el día con Justin.
-¿Con Justin?-volteó fugazmente a verlo. Jaxon la miró extrañado-. Pensé que estaban peleados.
-Le he pedido que por favor hablemos hoy a la hora del almuerzo.
-¿Ha aceptado?
-Claro-sonrió con desgano-. Voy a darme una ducha y luego iré con él.
Selena subió las escaleras, seguida por Jaxon. Él tomó rumbo al baño y ella se colocó el pijama y se acomodó entre las sábanas. No escuchó cuando Jaxon salió de la ducha y mucho menos cuando se fue. Estaba completamente dormida y pensaba dormir hasta la hora del almuerzo.
Justin no lograba concentrarse en el trabajo que estaba realizando. Pensaba en los labios de esa mujer y en la suerte que tenía Jaxon por tenerla todas las noches en su cama. Volvía la mirada al teclado y no podía escribir el reporte que le habían pedido. Bufaba cada cinco segundos y luego decidió dejarlo para la mañana siguiente. Le había prometido a Jaxon salir a almorzar con él y no estaba de ganas de salir con el único hombre que podía hacer gemir a la chica de sus sueños.
Selena se levantó cerca de la una de la tarde y bajó por algo de comida. Ya era costumbre no cocinar cuando estaba sola en casa. Tomó un sándwich y se sentó frente al televisor. Cuando hubo encontrado una buena película, dejó todos sus pensamientos detrás y se enfocó en descubrir cómo terminaba esa bella historia de amor.
Alrededor de las ocho y media de la noche, Justin llegó a su habitación. Agobiado por tanto trabajo, se metió a la bañera y relajó sus músculos. Echó la cabeza hacía atrás y pensó que alguna vez podría meterse en la misma bañera con Selena encima. Sonrió, pero sabía que no era motivo por el cual estar feliz. Ella estaba casada, ni más ni menos que con su hermano, no tenía chance con ella. Tras relajarse completamente, salió de la bañera y se colocó unos vaqueros y una camisa a cuadros. A las nueve en punto, ya estaba listo para ver a esa mujer que lo tenía loco. Se colocó su mejor perfume y se observó al espejo. No estaba nada mal y si todo iba como Justin pensaba, esa noche, se la llevaría a la cama.
Selena entró al hotel con los nervios de punta. Su vestido rosado pegado al cuerpo, no era cómodo en lo absoluto. Pidió que por favor la dejaran pasar a la habitación de Justin Bieber y la mujer tuvo que llamar para que Justin confirmara la visita de la chica en recepción.
-Puede pasar, si se queda la noche completa, deberá pagar lo mismo que el señor Bieber-le avisó.
-No pienso pasar la noche aquí-le informó Selena-. Gracias.
Llamó al ascensor y se subió. Presionó el botón del piso de Justin y este la llevó allí. Tomó el aire necesario para relajarse un poco. Y aunque fue en vano intentar relajarse, lo intentó. Cuando fue a golpear la puerta de Justin, esta se abrió y el puño de ella pasó de largo y topó con el cuerpo del hombre. Justin rió y ella alzo la mirada, se la dedicó a él.
-Hola.
-Hola-pronunció ella con la mirada clavada en los ojos miel en frente suyo-. Iba a golpear y apareciste-sonrió nerviosa.
-Me he dado cuenta-le dijo. Ella quitó la mano de un tirón-. ¿Quieres pasar?
Justin sonrió.
-Bueno, está bien.-dijo intentando serenar su voz.
Justin se hizo a un lado y la mujer entró en la habitación. Era mucho más pintoresca que la que Selena había poseído por unos días en ese mismo hotel. Ella le sonrió mientras él cerraba la puerta y la observaba.
La pequeña sala estaba adornada en distintos tonos de marrón y se complementaba con un naranja suave. Le gustó más que la decoración de la otra habitación y también se dio cuenta que era una habitación donde debías pagar más, algo que ella no podía permitirse. Pero su cuñado, al parecer, si.
-¿Quieres tomar algo?-preguntó Justin y se sentó.
La observó morderse el labio inferior.
-No, gracias-dijo luego de unos minutos se silencio-. Si no te molesta, prefiero que hablemos rápido. Quiero irme a casa.
-Lamento decirte que si me molesta-sentenció Justin. Ella alzó la mirada y se encontró con los penetrantes ojos de él-. Ven, siéntate aquí.
Ella no dijo nada, se sentía intimidada. Caminó rumbo al sillón y se sentó a su lado. Él paso un brazo por el respaldo del sillón y luego lo dejó caer por encima de los hombros de ella.
-¿Lo haces a propósito?-le preguntó él al oído.
Ella tragó saliva.
-¿Qué cosa?-preguntó ella titubeante.
-El estar tan hermosa solo para venir aquí-pronuncio cerca de su cuello. Ella, por un momento, deseó que la besara-. Porque estas terriblemente sexy con ese vestido.
-Justin...-quiso hablar ella. Su voz se cortó.
-Créeme, estamos pensando lo mismo y no pienso dejar que te vayas sin haber cumplido.
-Es que, en serio quiero esto-dijo ella cerrando los ojos. Justin aprovechó y besó el cuello perfumado de la mujer a su lado-. Pero sabes que no podemos.
-Permíteme corregirte-le dijo Justin y presionó sus labios sobre el cuello de ella-. No debemos, pero, podemos tranquilamente.
-Estas en lo correcto-dijo ella. Justin sonrió-. Dijiste que íbamos a hablar.
-¿Has creído eso?-le preguntó él mientras alzaba una ceja-. Vamos, Selena, no te has puesto ese vestido para hablar conmigo, ¿o si?
-Pero por favor, Justin. Claro que si-dijo y abrió los ojos.
Su mirada ardía en deseo.
-No te creo-le dijo y volvió a besar su cuello.
-Deja de hacer eso.
-Dices que no lo haga pero no me detienes con actos-pronunció el y rió levemente-. Quiero ver que tienes debajo del vestido.
-Nada extravagante.
-No te creo.
-¿Por qué no me crees nada?-preguntó intentando controlar su respiración.
-Porque eres una mentirosa-le dijo al oído.
Ella sintió como su sangre se congelaba.
Se alejó un poco de él y sintió como Justin bufaba. Lo miró a los ojos y luchó por no dirigir su mirada a partes que realmente deseaba conocer en esos momentos.
-Si no te molesta, preferiría seguir esta conversación en otro lado-dijo Justin y se puso de pie.
Selena sonrió con nerviosismo.
-Justin, no tengo esas intenciones-le dijo ella y también se puso de pie.
-¡Oye!-exclamó Justin-. Decía en el balcón.
Selena se puso roja al instante y se dio cuenta del juego perverso de su cuñado. No podía creer que ese hombre fuera hermano de su esposo y mucho menos iba a aceptar que él fuera, ahora, parte de su familia.
-Ven, vamos allí-le tomó la mano con suma delicadeza y la condujo al balcón.
ESTÁS LEYENDO
Amor Oculto (JELENA) --FANFIC-- *PAUSADA*
FanfictionSelena Gomez, la joven de veinticuatro años, la chica que creía haberse enamorado del Bieber correcto. Tal vez solo podía pensarlo teniendo a Justin alejado de ella, sin saber de su existencia. ¿Pero que pasaba si Justin entraba en su vida de improv...