O ella no sabía pensar, o Jaxon no la dejaba, o algo andaba muy mal con su cerebro. Ninguna respuesta coherente llegó a su mente para poder responder a su esposo.
-Así que, misteriosamente sabes donde se hospedaba Justin-dijo Jaxon rompiendo el silencio.
¿Acaso estaba todo acabado? No señoras y señores, pues ella tenía edad suficiente para hablar con su marido y explicar que no había ocurrido nada. Aunque, ciertamente, si había ocurrido algo, ¡Y qué algo!
-¿Es que piensas que yo hablo con Justin?-preguntó ella-. Escucha una cosa, Bieber-dijo intentando sonar enfadada y no asustaba, tal y como estaba-, Justin y yo hablamos por única vez cuando nos juntamos a cenar, cuando descubrí que tenías un hermano encubierto...
-¿Es que vas a hacerte la victima?-preguntó Jaxon.
Dios, estaba cabreada, Jaxon comenzaba a largar lanzas que le ardían.
-De seguro, Jaxon-dijo indiferentemente-. Dime... ¿a que hora has llegado?
-¿Qué tiene que ver eso?-preguntó él, enojado-. Me estas cambiando de tema. ¿Por qué sabes tú el hotel donde Justin ha estado?
-Él me lo dijo cuando lo vi en el restaurante-casi gritó.
Intentando serenar su respiración, Selena puso la conversación en altavoz.
-¿No me mientes?
-No, Jaxon, ¿cómo voy a mentirte? Aparte, he venido hasta el estúpido hotel y tu hermano no estaba, así que, no tienes de qué preocuparte.
-¿A que has ido?
Necio.
-A traerle unos papeles, Jaxon, me estás haciendo enfadar.
-Oh, está bien-dijo apenado-. Disculpa, cariño. Lo que ocurre es que creo que estamos distanciados y pensé que quizá te acuestas con Justin.
Has dado en el clavo, Bieber mayor.
-¿Y así lo dices?-preguntó alterada-. Justin no es mi tipo para nada y no me va engañarte, ¿sabes? Te amo, Jaxon.
Es mala educación decir "te amo" con la boca llena de mentiras-se dijo mientras cerraba los ojos con fuerza.
-Yo también te amo, Selena-respondió él-. Voy a pasarte la dirección de Justin, ¿quieres? Así puedes llevarle los papeles y ya luego te vas a dormir a casa.
Ella se sintió mal al saber que Jaxon la trataba tan bien. Pobre hombre, ¡si supieras, Jaxon, si supieras!
Jaxon comentó algunas cosas sobre su viaje y luego le pasó la dirección. Nuevamente la herida causada por la daga, se abría. Ella se sentía la peor mujer sobre la tierra, y no estaba muy equivocada, lo iba a lastimar.
Guardó el móvil en su bolso y se dispuso a manejar hasta el departamento de Justin. Quedaba a veinte o tal vez, treinta minutos de allí. Al llegar al lugar, subió las luces del auto y observó con cuidado todos los números de las casas. Encontró el lujoso edificio y aparcó el auto a una calle de allí.
-Justin... Justin Bieber-dijo él hombre mientras buscaba en la lista-. Es el nuevo, ¿cierto?
-Si, hace poco está viviendo aquí.
-El guapo del sexto piso, según mis dos hijas-rió.
Ella se sintió posesiva al pensar que nunca iba a compartirlo con esas dos.
-De seguro que si-le sonrió-. Mi cuñado es bastante lindo.
-Oh, es su cuñado-dijo el hombre.
-Si, mi cuñado-murmuró.
-Entonces vamos a dejarle que le de una sorpresa, por lo que sé, Justin ha estado mucho tiempo fuera del país y aún no ha terminado de visitar a toda su familia.
-¡Y es por eso que vengo!-le gritó con fingida emoción.
El hombre tras el mostrador le hizo un gesto con la mano, para que callara.
-Voy a dejarla pasar, entonces-le sonrió-. No creo que Bieber esté durmiendo a estas horas. Sexto piso, departamento "B".
-Muchas gracias.
Se metió al ascensor y presionó el botón que la llevaría hasta el piso de su cuñado. El cubículo metálico no tardó en ascender y dejarla en el piso marcado. Ella bajó de allí y se puso de pie frente a la gran "B" de madera sobre la puerta. Bastante bonito-pensó mientras sonreía. Golpeó la puerta, una, dos y tres veces.
Nadie, nada, ningún ruido.
Cuando se decidió a dar la vuelta e irse, una chica de su misma edad, abrió la puerta.
-¿Qué necesitas?
Selenaabrió los ojos a tope. ¿Con cuántas se acostaba Justin? Con razón no la quería ver esa noche.
-Tranquila, amiga-le dijo riendo con nerviosismo-. ¿Dónde está Justin?
-¿Justin?-preguntó la chica mientras acomodaba su albornoz negro-. ¿Y ese?
-Justin, Justin Bieber-dijo ella moviendo sus manos.
-No sé de que hablas, ¿me dejas seguir con lo que hacía?
-De seguro que Justin te espera en su cama.
-¡Oye, que no sé quién corno es Justin Bieber!
-Justin Bieber, es el chico que vive en este mismo departamento.
-Pues debes de estar perdida, porque a menos que sea mi abuelo, ningún otro hombre vive en este departamento.
-Pero si me han dicho sexto piso, departamento "B".
-Y por eso mismo, niña-casi le gritó-. Estás en el quinto piso, departamento "B". ¿Me dejas que termino de ponerle crema a los pies de mi abuela?
-Disculpa, yo...
La chica cerró la puerta frente a ella. Se sintió una estúpida, oh, si que lo era. Acababa de molestar en un departamento de familia, a las once de la noche y reclamando a un chico.
¡No es un buen día, Selena!-se dijo mientras entraba al ascensor.
Iba a irse de allí, no tenía por qué estar buscando a Justin, cuando Justin no quería verla. Él mismo, le había dicho que hoy no. Y ella, era densa y se iba a visitarlo de sorpresa. A Justin no iba a gustarle la sorpresa, ¿por qué no lo pensó antes?
Salió del ascensor y revolvió en su bolso, para buscar las llaves de su auto.
-¿Qué haces aquí?
Ella alzó la vista y se encontró con los ojos color miel que la observaban insistentes.
-Justin-le sonrió con desgano.
-Si, pues ese soy yo-le sonrió él-. ¿Qué te trae por aquí?
-Nada, no importa-hizo un gesto con la mano-. Debo irme a casa, nos vemos luego.
Lo esquivó y él dio la vuelta para mirar como ella se dirigía a la puerta del edificio.
-¿No quieres conocer mi departamento? No es tan grande, pero te prometo que es bonito. No tan bonito como tú, pero lo es.
Ella volteó a verlo y le sonrió. ¿Por qué tan hermoso, Justin?
-Gracias por el halago y no, gracias-se obligó a decirle-. Estoy cansada, así que quiero dormir. Aparte se que has llegado tarde del trabajo y seguro quieres estar tranquilo.
Él camino hacia ella y le tomó una mano.
-Escucha muy bien, Selena. No todos los días uno baja en busca del correo y se encuentra con su cuñada sexy.
Ella le sonrió.
-Vamos, te invito a dormir, una pijamada-tiró de ella para que se moviera-. Pero a dormir, ¿has entendido?
-Oye, ¡eres tú!-casi le gritó ella.
Se metieron en el ascensor y Justin presionó el botón para subir a su piso. Ella esperaba que no se equivocaran de piso, pues no quería ver a la chica, nuevamente.
-¿Vas a contarme que hacías por aquí?-sonrió mientras se observaba en el espejo del cubículo metálico.
-No es nada, venía a ver a una amiga.
-¿En que piso vive? Tal vez la conozco.
-No, no creo.
¿Meterse en aprietos? Se estaba convirtiendo en su nueva profesión.
¿Qué le decía a Justin? Oh, Justin es que le he mentido a mi esposo que está en España y le he pedido que me pase la dirección de tu departamento, para así, darte una sorpresa. Pero, la sorpresa me la llevé yo, ¿sabes por qué? Toqué la puerta en un hogar donde vivían dos abuelos y una chica de mi edad, le dije que me dejara pasar porque seguro tú la estabas esperando en la cama.
El ascensor llegó hasta el sexto piso y al salir de allí, Selenabuscó el número de piso en la pared. "6" en madera, a un costado del cubículo que ahora bajaba para llegar a planta baja.
-¿Cuál es tu problema?-preguntó Justin entre risas.
-Nada, solo quería asegurarme de que estamos en el piso correcto.
-Pues, claro, he apretado "6" en el ascensor-rió él.
Justin sacó las llaves de su chaqueta de cuero y las giró dentro de la cerradura del departamento "B". Abrió la puerta y se hizo a un lado para darle paso a ella.
-Como ya te he dicho, es pequeño pero bonito.
Ella entró y él cerró la puerta tras ellos.
Tenía razón, era bonito, mejor dicho, hermoso. Había cajas apiladas y vacías, pero hizo caso omiso al leve desorden de Justin. Todo estaba decorado a juego con los muebles y los pisos de madera relucían.
-¿Te gusta?
-Si, es muy acogedor-le sonrió.
-Puedes dejar tu bolso por allí, si quieres-le dijo y se alejó un poco de ella-. Disculpa por las cajas, las he terminado de vaciar hace un rato y no tuve tiempo de dejarlas abajo.
-No hay problema, Justin-posó su bolso sobre el sillón-. Está muy lindo.
-Gracias. ¿Quieres tomar algo? Tengo para ofrecerte; vino, té, yogurt, agua, café, jugo, tú solo pide.
-¿Qué tomaras tú?
-Vino-respondió empujando una puerta.
-Entonces, yo también.
-No he cenado, ¿tú quieres algo?-entró y ella lo siguió.
-No, gracias-respondió apoyándose en la mesada.
Justin la observó por un segundo. Estaba hermosa esa noche y él ni siquiera se había fijado en ello. Lo tenía mareado con todas sus confesiones respecto a Jaxon. Estaba confundido, solo habían pasado una noche juntos y ella ya decía que no amaba a Jaxon. No era el plan, no señor, no lo era.
Ella volteó a ver por la ventana y se encontró con todas las luces de la calle. Se veían pequeñas desde allí, los autos también. Inclinó un poco su cuerpo para ver un poco más de aquello y sintió a Justin pararse tras ella y presionar su cuerpo contra el suyo.
-Linda vista, ¿cierto?-preguntó besándole el cuello.
Selenase estremeció. Sentía el deseo que él tenía en ese momento, la lujuria se reflejaba en las partes masculinas de Justin. Iba a volverla loca.
-Si-respondió con la garganta seca.
Justin succionó su piel hasta dejarla levemente morada. Rió.
-Si Jaxon estuviera en Inglaterra, te considerarías hombre muerto.
Se revolvió entre los fuertes brazos para quedar frente a Justin. Lo besó en los labios, lo necesitaba tanto, quería sacarse el gusto a Jaxon. Alejó sus pensamientos de su marido y metió la lengua en la boca de aquel hombre que tanto placer le proporcionaba.
-¿Tanto me has extrañado, pequeña fiera?
-Oh, cállate y bésame.
Justin se sintió obligado a hacerlo, a besarla, a tocarla, a brindarle lo mucho que no había podido brindarle esas dos semanas separados, sin verse ni un solo segundo.
-Dos preguntas-murmuró Justin sobre sus labios-. Sinceramente, ¿cómo llegaste aquí?
-Fui al hotel y me dijeron que no estabas allí-comenzó a contarle...
Dejaron los besos y caricias de lado, para tomar vino y hablar de todo un poco. Ella le contó como había llegado hasta allí y él rió incontables veces. Ahora se daba cuenta lo expuesta que estaba esa, casi, relación frente a Jaxon. Justin le convidó algo de comer y ella aceptó gustosa.
-¿Vas a quedarte conmigo?-preguntó a su oído.
-No, Justin, debo ir a casa-respondió ella tragando nerviosamente.
-¿Por qué? Jaxon no está en tu casa, quédate aquí. No pasará nada que no quieras que pase-susurró-. Lo prometo, nena.
-No es eso, Justin.
-¿Entonces? ¿Qué es?
Ella se quedó en silencio mientras Justin deducía que Selenaya no quería hablar de eso. Iba a convencerla con hechos, no con palabras.
-¿Vemos una película?-se puso de pie y le quitó la copa vacía a Selena-. Sé que te gustan las comedias románticas.
-¿Quién te ha dicho?-preguntó ella alzando la vista para encontrarse con el rostro de Justin.
-Una persona que ahora no importa- Jaxon-. ¿Si o no?
-Si-sonrió-. ¿Cuáles son tus favoritas?
-Las de terror o acción-salió de la sala y entró a la cocina.
Terror. Le dieron escalofríos mientras lo pensaba. Esas películas la dejaban traumada por dos o tres noches, si es que no eran más.
Justin se tardó más de lo esperado en la cocina, entonces, Selenase puso de pie y entró a ver qué hacía él.
-¡Palomitas de maíz!-exclamó al ver la pequeña máquina que las producía-. Que delicia.
-Entonces, eres una palomita de maíz.
Ella rió y se acercó para besarlo. Un beso corto y tierno, pero cargado de pasión.
-Veamos una película de terror-le susurró ella mientras revolvía el cabello claro de Justin-. Si tengo miedo, te abrazo a ti.
-Eso me gusta-murmuró y la apretó contra su cuerpo-. ¿Quieres ver "El exorcista"?
-No, eso si es horrible-se separó un poco de él-. ¿Quieres matarme de un susto?
-No, claro que no, nena, pero es una de mis favoritas.
-Me das miedo, Justin-rió junto a él.
Se separaron por completo y Justin tomó el tazón con palomitas de maíz, calientes y dulces. Ella tomó los dos vasos con zumo de naranja y juntos caminaron hacia la sala.
-"El exorcista" será-dejó el tazón sobre la mesita y buscó en el estante de la mesa del televisor-. Acomódate, yo ya me siento junto a ti.
Ella tragó saliva y se sentó en el amplio sillón frente al televisor. Tenía miedo, Justin se veía tan calmado y ella estaba tan tensa. El demonio era su peor pesadilla y justamente, la chica de la película estaba poseída por el demonio.
Justin encontró la caja con la película y sacó el dvd para meterlo en el reproductor de video. Apagó las luces de la sala y se sentó junto a ella mientras tomaba el control remoto entre sus manos. Estiró el brazo sobre el respaldo del sillón y luego lo dejó caer sobre los hombros de Selena , la atrajo a él y besó su sien.
-Vas a morir de miedo.
-Oh, gracias por el aviso, señor Bieber.
Justin rió y le dio "play" a la película que iba a traumar a su amante. Dejó el control sobre la pequeña mesa y colocó el tazón lleno de palomitas sobre su regazo, apoyó las piernas sobre la mesa y se concentró en ver la película mientras comía palomitas de maíz. Ella subió las piernas al sillón y las doblo a su derecha, siguió sacando palomitas de maíz y metiéndolas en su boca.
Se quedaron en silencio mientras la película transcurría y aterraba a Selena, quien escondía su rostro en el pecho de Justin que reía divertido por sus reacciones.
Ella decidió no ver más y cerró los ojos mientras respiraba el aroma masculino de Justin. ¿Tanto faltaba para que eso acabara?
-¡Buh!-gritó Justin.
Selenapegó un salto en el sillón y las palomitas de maíz cayeron en la alfombra. Justin gruño y ella casi dejó sus lágrimas caer.
-¡Exagerada!-le gritó.
Ella frunció el ceño y se puso de pie para encender la luz. Justin le dio pausa a la película mientras reía. Al encender la luz, ella volteó y vio la imagen en la pantalla,
¡Mie*rda, si que era fea la niña!
-¡Sácala, Justin, sácala!-gritó cubriéndose la cara con las manos.
Justin rió mientras comenzaba a levantar las palomitas de la alfombra. Le pidió ayuda tres veces y ella se negó porque estaba la película pausada en la cara espeluznante de la niña poseída.
Selenaestaba parada observando la blanca pared frente a ella, mientras el miedo consumía su cuerpo y se apoderaba de ella. Sintió a Justin reír un par de veces y luego la llamó.
-No pienso darme la vuelta si esa chica está observándome-le gritó asustada.
-Oh, vamos, pareces una niña-se quejó Justin y volvió a sentarse en el sillón-. Ven conmigo, nena.
-No, Justin-se negó rotundamente.
-Eres una gallina-gritó y le presionó el botón para que la película siguiera su curso-. Ven, aquí, quiero terminar de verla.
Ella volteó y observó la pantalla donde se reproducía la película que ella temía ver una vez más. Se sentó junto a Justin y esta vez, él no la abrazó. Se sintió desprotegida, así que se acercó más a él y lo observó mientras él se concentraba en la película.
-¿Sabes? Me estás dando más miedo tú que la niña esa.
Justin volteó el rostro para observarla, ella junto sus labios y formó una línea recta. Justin la tomó de la barbilla y la besó lentamente mientras se acomodaba en el sillón.
-Odio ver películas con la luz encendida-le confesó en voz baja.
Ella rió.
-¿Pero sabes que amo con la luz encendida?-mordió el labio inferior de ella.
-¿Qué es, Justin?-lo incitó a hablarle sensualmente.
-Hacer el amor.
¡Por Dios! ¡Que sexy sonaba eso en su boca! ¿Por qué la volvía tan loca?
Ella rió levemente y dejó que Justin la recostara en el sillón mientras tocaba todo su cuerpo con las manos desesperadas por sentirla.
ESTÁS LEYENDO
Amor Oculto (JELENA) --FANFIC-- *PAUSADA*
FanfictionSelena Gomez, la joven de veinticuatro años, la chica que creía haberse enamorado del Bieber correcto. Tal vez solo podía pensarlo teniendo a Justin alejado de ella, sin saber de su existencia. ¿Pero que pasaba si Justin entraba en su vida de improv...