La siguió, no iba a quedarse de brazos cruzados mientras ella se iba al hotel y lo dejaba allí parado como un imbécil. Le tomó el brazo y la hizo girar con brusquedad.
-Vuelve a tratarme mal y veras que va a ocurrirte.
Por dentro, ella tembló, pero no iba a hacerle saber que le tenía miedo.
-¿Ah, si? Dime, ¿Qué me harás?
Justin se mantuvo un momento en silencio mientras pensaba que decirle. Ella habló:
-¿Vas a pegarme, Bieber? Adelante, hazlo.
-Cállate-la soltó-. Vamos al hotel, ¿quieres?
-No.
Justin la miró con cara de pocos amigos y luego se acercó un poco a ella.
-Vas a hacer lo que yo diga, ¿entendido?
¿Acaso Justin no se daba cuenta que cuando era así de imperativo, Selena solo quería morderlo y tenerlo dentro de ella?
Tragó saliva nerviosamente y luego volteó el rostro.
-No, no haré nada que tú me digas.
Créanme, la ira de Justin iba en aumento. Y cuando digo que estaba furioso, no estoy bromeando con ustedes.
-Vas a hacerlo y fin de esta estúpida discusión.
La tomó de la muñeca y caminó mientras la hacia caminar detrás de él. Maldito enojón.
Cuando llegaron al hotel, Justin llamó al ascensor y segundos después, iban callados mientras el cubículo metálico ascendía hasta el piso donde ellos se encontraban. Salieron de allí y Justin la llevó a rastras hasta su habitación, pues él no quería que Mady los molestara.
Cerró la puerta tras él y volteó a verla. Ella tembló y apretó sus manos contra su bolso.
-Debo viajar a Inglaterra-le informó.
Justin rió con ironía y extendió su mano.
-Dame tu móvil.
Ella frunció el ceño y luego negó con la cabeza.
-Que me lo des, he dicho.
-¿Para que?-le preguntó con tímidamente.
-Dámelo.
Ella no volvió a negar, por miedo a que él se volviera loco y quisiera pegarle realmente. Sacó el móvil de su bolso y lo dejó sobre la mano de él. Justin lo desbloqueó y luego comenzó a teclear.
La curiosidad que ella sentía no se comparaba con nada, estaba realmente muerta de ganas de preguntar, pero no lo haría, sabía que él iba a observarla con enojo y luego la trataría de mal modo.
Por un momento se preguntó por qué corno se acostaba con él y por qué había accedido a irse de viaje a Francia. Él era un maldito hombre perverso que trataba mal a todos. Pero, no iba a mentir, era más que bueno en la cama.
-Vas a llamar a Jaxon, le dirás que estás bien, que no hace falta que vuelva y luego vamos a dormir juntos.
Ella asintió, sin hacer ninguna pregunta.
-De todos modos, el último mensaje fue enviado hace una hora, asíque no creo que ya haya tomado un vuelo hacia Inglaterra y si así fuera, vas a decirle que te estás quedando en casa de tu madre.
Selenavolvió a asentir y luego tomó el móvil que Justin le extendía, dio media vuelta y llamó a Jaxon.
Ese ascensor bajaba más lento que el caminar de una tortuga. Estaba condenadamente apresurado, su esposa quizá no estaba a salvo.
Salió corriendo del ascensor y tiró la tarjeta sobre el mostrador. El hombre de recepción lo miró con enojo y Jaxon tomó un par de dólares, se los entregó y le sonrió.
Ningún taxi pasaba por la estúpida calle, no había ningún transporte público por allí. El aeropuerto quedaba lejos y... El móvil interrumpió sus acelerados pensamientos.
-¿Hola?-respondió mientras miraba con nerviosismo hacia ambos lados de la ancha calle.
-Jaxon.
Era su voz.
-¡Selena!-gritó mientras sus dos maletas caían al suelo de la acera-. Oh, Dios, amor dime que estás bien.
-Claro que lo estoy-ella rió tímidamente-. No sé por qué te has puesto tan loco.
-No me has contestado en todo el día, nena-dijo melancólico.
-Lo que pasa, es que...-se trabó un segundo-, mi mamá me ha pedido que la acompañara al centro comercial, por algunos regalos...-se quedó callada.
Ninguno habló. Jaxon decidió acabar con ese silencio.
-Está bien, igual quiero volver a casa-confesó-. Vamos de viaje juntos, ¿quieres?
-Nos fuimos el mes pasado, Jaxon-dijo Selenaintentando evitarlo.
-¿Qué más da? Volvamos a Francia juntos, ¿quieres?
-Debo trabajar-dijo casi en un susurro.
Lo cierto era que no podía imaginarse tiempo a solas con Jaxon, sin Justin y tener que satisfacer a su esposo en sus deseos sexuales.
-No pongas excusas, Selena-dijo Jaxon mientras levantaba sus maletas.
-Luego lo hablamos-murmuró-. ¿Ya has tomado un vuelo o estas en el aeropuerto?
-No, voy a quedarme, pero intentaré volver lo más pronto posible, te extraño.
Ella se sintió mal.
-Yo también, Jaxon-le dijo tiernamente.
-Promete contestar mis llamadas todos los días, ¿si?
-Lo prometo.
-Ahora si estoy más tranquilo. Voy a volver al hotel, te amo.
-También yo, Jaxon.
La llamada fue finalizada por ella, cuando se dio cuenta que acababa de mentirle. Ya no lo amaba, no lo extrañaba y no quería estar casada con él. Le parecía un fastidio y aunque Justin fuera un maldito que solo sabía dar órdenes, lo quería a él, con esos ojos miel, profundos y seductores, esos labios que la volvían loca y esas palabras imperativas que la dejaban a sus pies.
Ella volteó y se encontró con la mirada de él.
-¿Ha vuelto a Inglaterra?
-No.
-Mejor así-sonrió.
¡Wow! ¡Era hermoso cuando mostraba esos perfectos dientes blancos!
La tomó de la cintura y la pegó a su cuerpo.
-Sé que te he tratado mal toda la noche, pero intentemos estar bien ahora, ¿si?
Ella sonrió levemente.
-Perdóname, Selena.
Y si, era tal cual ella pensaba. Justin era muy duro por fuera, pero por dentro era un tierno y dulce, total. Se hacia pasar por un hombre que solo peleaba y cuando se quedaban solos, él demostraba que la quería, o lo fingía, pero a ella le gustaba.
Su cuerpo se estremeció al sentir la helada brisa cruzar por su cuerpo. Sintió el caer de la lluvia fuera del hotel y se acurrucó más contra el cuerpo de Justin.
-Selena-susurró Justin con pereza.
Ella abrió los ojos y alzó el rostro para observarlo.
-Buen día-sonrió.
Justin le devolvió la sonrisa y se movió un poco para besarla en la frente.
-Buen día, nena-dijo dulcemente.
El correr de los días, le indicó a Selenaque estaba completamente enamorada. No hacía falta que pensara mucho, estaba más que dicho. Cada vez que Justin se iba a hacer de sus trabajos y cuando se juntaba por reuniones, con otros empresarios y tipos importantes, ella lo extrañaba. Cuando él llegaba al hotel, ella lo abrazaba y llenaba de besos. Cuando él sonreía, a ella le daban ganas de saltar de felicidad. Y cuando la hacia suya, ¡oh Dios! Ese Justin pillo, la tenía como loca, la dominaba, la sabía tratar, la derretía con cada palabra sensual que sus labios soltaban tras regalarle un gemido o un ronco gruñido.
Solo había un problema, y cuando decimos que era solo uno, no significa que sea simple y rápido de resolver. Ella estaba casada y nada más y nada menos, que con Jaxon, el hermano mayor de Justin.
¿Y Justin? Bueno, Justin la quería. No, no, vamos a decir las cosas como son. Selenatraía loco a Bieber, y no solo en la cama, sino que a toda hora del maldito día. Pero Justin no lo sabía, o quizá si, pero lo quería mantener bien enterrado en su corazón. Siempre le habían costado las confesiones amorosas y cada vez que ella le comentaba que quería dejar a Jaxon, por quedarse con él, Justin intentaba cambiar de tema, de alejarla de esos pensamientos. Estaba claro que eso no podía ocurrir. Justin no podía permitir que Selenadejara a su hermano y se quedara con él, por dos razones: no quería ver mal a su hermano, porque sería pura traición de parte de él y porque él había jurado no enamorarse jamás, no iba a llegar esa chica y volverlo loco para que él rompiera esa promesa, o quizá, si.
Volvieron cuando Justin hubo acabado con las reuniones y las diversas tareas empresariales. Mady fue la primera en llegar a su casa, Justin se ofreció para llevarla y luego quedar a solas con Selenahasta llevarla a su casa.
-¿Por qué esa cara?-preguntó con una pequeña risa.
-Porque odio volver de un viaje tan lindo-respondió mientras desviaba la mirada hacia la ventanilla-. Me pone de mal humor.
-¿Cómo será que se te puede quitar ese humor?-le preguntó mientras apoyaba una mano en la pierna de ella.
Selenarió tiernamente.
-Me la he pasado de maravilla, cariño.
-Yo también. Has sido la mejor persona sobre la tierra al invitarnos a Mady y a mí.
Justin le sonrió y acarició la pierna desnuda de su copiloto.
-Dime, Selena, ¿tienes algún sueño que quieras cumplir?
Ella se lo pensó un par de segundos.
-Nada en particular-respondió luego-. ¿Tú?
-Me gustaría formar una familia, aunque no me gustan los desordenes familiares y me daría miedo el divorcio.
Ella lo observó mientras apoyaba la mejilla contra el asiento. Justin la observó de soslayo y le sonrió.
-Habías dicho que no querías casamiento.
-Pero...-alzó el dedo-, hay una personita que me ha hecho cambiar de opinión.
A Selenase le revolvió el estómago. De seguro Justin había conocido a una francesa que lo había vuelto loco y de paso, lo había convencido para formar pareja. No iba a dejarlo volver a Francia.
Justin aparcó frente a la casa de ella.
-¿Sabes? No es imposible cumplir tu sueño, Justin-le dijo mientras abría la puerta.
-Suena tan gay.
-No es gay-rió ella ya abajo del vehículo.
-A que si lo es.
-Que no, Bieber-le golpeó el hombro.
Justin bajó las maletas y se quedó observándola por un segundo. El contacto visual era tan ameno, tan especial y romántico. Él le sonrió y cerró la cajuela. Caminaron juntos hasta la puerta principal de la casa, Selenasacó las llaves de la casa y abrió la puerta. La empujó y luego volteó a ver a Justin. Entraron juntos y Justin dejó las maletas al pie de la escalera, la tomó por la cintura y le plantó un beso en la mejilla.
-Puede repetirse, Selena, siempre y cuando nos deshagamos de Jaxon.
Ella le sonrió.
-Claro que sí, Justin-lo abrazó-. Gracias por todo.
-Gracias a ti.
Se separaron un poco y justo antes de que Justin amagara a besar a Selena, unos aplausos desde el primer escalón de la escalera, los interrumpieron.
Justin y Selenavoltearon a la misma vez, para encontrarse a un Jaxon con expresión burlona y ojos chispeantes.
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Amor Oculto (JELENA) --FANFIC-- *PAUSADA*
FanfictionSelena Gomez, la joven de veinticuatro años, la chica que creía haberse enamorado del Bieber correcto. Tal vez solo podía pensarlo teniendo a Justin alejado de ella, sin saber de su existencia. ¿Pero que pasaba si Justin entraba en su vida de improv...