D i e z

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-Tenemos que levantarle.

Derek y yo llevabamos a Alby mientras Minho nos indicaba en que dirección ir.

-Bueno, ¿ahora hacía donde? -preguntó Derek

-Vale, vamos a sentar a Alby.

Allá a lo lejos se seguían oyendo aquellos ruidos tan raros.

-Esto no funcionará. Tenemos que irnos, tenemos que irnos.

-Espera ¿Qué dices? -le pregunté a Minho- Tenemos que hacer algo, tenemos que esconderlo.

-¡¿Dónde?! -preguntó Minho un tanto nervioso-

-Yo que sé Minho, piensa. ¿Me estás diciendo que no hay ni un sólo sitio dónde podamos llevarle?

Minho me agarró del cuello de la camisa con rabia mientras me apoyaba contra la pared.

-Oye Minho, relájate -dijo Derek

-Escúchame carafuco, ¿vale? Mira a tu alrededor, no hay a dónde ir -según terminó de decirme aquello me soltó de la camiseta- ¿No lo pillas? Ya estamos muertos.

Después de escuchar sus palabras me levanté sin decir nada, me había fijado en la cantidad de hiedra que había en una de las paredes, miré a Minho y a Derek y ahí se me ocurrió una idea.

Amarramos a Alby a una hiedra mientras los tres intentábamos subirle lo más arriba posible.

-Tenemos que irnos. Vamonos de una vez, tenemos que irnos. -decía Minho muy nervioso-

-Sólo tenemos que subir a Alby un poco más.

-No no no no.

-Minho quedate con nosotros ¿vale? Un poco más ya casi estamos.

-Lo siento verducho -sin esperar mi respuesta se fue corriendo dejándonos solos a Derek y a mi.

Los ruidos cada vez se oían más cerca y más raros por lo que Derek y yo nos escondimos detrás de aquella hiedra.

Nos quedamos callados mientras veíamos como una especie de araña con patas de hierro caminaba delante de nosotros.

Nuestras caras lo expresaban todo, por un momento sentí miedo.

-Vale, vale -suspiré- Ya se ha ido.

Salimos de detrás de aquella hiedra.

-Tenemos que seguir subiendo a Alby -dijo Derek

Los dos nos preparamos para seguir subiendo a Alby cuando derrepente escuchamos el ruido de aquella cosa cerca de nosotros.

-Oh no, vamos vamos. -decía mientras intentábamos subir a Alby.

Algo había trabado la hiedra y no lográbamos subirle más.

-Tenemos que irnos ya -dijo Derek

Sin pensarlo dos veces los dos nos fuimos de allí, se podía oler a kilómetros el miedo que teníamos.

No me di cuenta de por dónde caminaba por lo que pisé una cosa un tanto pringosa.

Miré al suelo mientras intentaba despegar el pie de aquella cosa.

-¿Oye que es eso? - dijo Derek mientras señalaba algo del suelo

Parecía una llave, sin pensarlo dos veces la cogí y me la guardé en el bolsillo.

-Puede que nos sirva de algo.

Los dos nos quedamos en silencio mientras se escuchaba un tipo de respiración encima de nosotros.

Derrepente empezó a caer por encima de nosotros la misma cosa pringosa que había pisado anteriormente y que se encontraba en el suelo.

Cuando los dos miramos hacía arriba para ver de que se trataba hubiéramos deseado no haberlo hecho nunca.

Encima de nosotros se encontraba un bicho de aquellos, un lacerador. Derek y yo salimos corriendo como nunca lo habíamos hecho.

Aquella cosa era demasiado rápida. No sabíamos a dónde ir ni que hacer, tan solo seguíamos corriendo.

De un momento a otro nos quedamos sin salida.

-Mierda -dije- tenemos que subir la hiedra, vamos.

Subimos la hiedra y llegamos a la parte de arriba de aquella pared. El lacerador tardó un poco más que nosotros pero aún así logró subir. Por lo que seguimos corriendo.

Correr por encima de las paredes del laberinto era aún más complicado, teníamos que saltar huecos enormes para poder ir de una pared a otra.

Seguímos corriendo hasta que llegamos a una parte en la que no teníamos salida, y el lacerador estaba detrás de nosotros.

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   -Rachel Hale Stilinski




The Wolf Runner {PAUSADO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora