Estefania.
Senti el frio viento golpear en mis brazos, me senti algo idiota por no traer algo para abrigarme al salir de noche.
Suspire sentada en la arena, a unos simples metros de la orilla del mar. Había discutido con una de mis amigas, Paula.
Ella simplemente no me comprendió, le intenté hacer entender que no todo en la vida es tener pareja y dejar de lado todo lo demás. Paula era una de las 3 amigas con quien vivía, habíamos arrendado una pequeña casa en esta ciudad fría y con playa, para disfrutar todas juntas nuestras últimas vacaciones y luego la universidad de esta región. Pero no siempre es bonito vivir con tantas personas, ahora solo vine aqui para despegarme un rato de ellas y tomar aire.
No queria llorar, odiaba llorar.
Fabiana, otra amiga, estaba ahi atenta escuchando, parecia en stock y no saber como reaccionar, pero la conozco no quería quedar mal con ninguna de las dos. Mientras Natalia habia estado entre nosotras trantando calmarnos, pero era inevitable toda la confusión.
Mordi mi labio y hundí mis pies desnudos en la calida arena. Como me gustaba estar asi tranquila y en silencio junto al sonido del mar.
De pronto senti un murmurllo detras mio y rapidamente me di vuelta, pero no me encontre con nada extraño.
¿Me estarían vigilando? Traté de calmerme, pensando que era solo mi imaginación pero nuevamente senti la misma sentacion, ser observada.
Nuevamente me di la vuelta algo com rabia y me encontre con un chico parado detrás de mi. Abrí mis ojos dudosa y asustada.
¿Cómo habia llegado tan rapido a mi?
Mire hacia las casas más cercanas, por lo menos habian 20 metros de distancia, por lo que era aun más extraño.
Subí mi mirada a su cara. Me sonreía alegremente.
-¿Hola? - murmuré algo confundida.
-Linda noche, no? - me dijo con un tono chistoso y sentándose a mi lado. Me alejé un poco.
-Si - dije cortante. No lo mire, seguí mirando a las olas chocando con fuerza en la orilla, esperando que se fuera.
-Te gusta la noche?- me dijo el chico luego de un largo silencio, sentí su mirada en mi en todo momento.
-Me encanta - murmure con una voz fascinada.
-Es linda como tu - me dijo con su voz grave y rapida, como un acento extranjero.
Volteé mi cabeza para fijar mi vista en aquel extraño, ahi mi encontre con su cara muy cerca a la Mía. ¿Que se creía?
Pero dejé de sentir miedo al mirar su rostro, una agradable sensación que se sentía al estar cerca de él.
Sentí estar en el paraiso mirando sus bellos ojos cafes claros, una nariz respingada, unos labios gruesos y rosados.
Su cabello castaño claro que con el brillo de la luna parecia tener pequeños visos rubios.
...y un olor espectacular.
-No te conozco, pero siento que te eh visto antes- murmuró el cada vez mas cerca de mis labios.
-No lo se - suspiré, me hacia sufrir. Qie demonios pasaba, solo queria sus labios junto a los mios.
-Será en mis sueños? - el sonrió dejando salir un calido y delicioso aroma de un ligero suspiro.
-debe ser mentira - mordí mi labio.
-definitivamente eres tu la indicada- sonrió par a un lado para de pronto alejarse.
-Indicada? - pensé, ya que no podía ni siquiera hablar por mi cuenta.
-Te gusta las aventuras? - me preguntó tomando mi mano con la suya muy helada, solo negué con la cabeza. Nunca me habían gustado las aventuras.
-como que no? - río fuertemente - okey pero pierdo nada, estoy completamente seguro que eres tu -dijo hablando solo.
-De que hablas? - bufé algo confundida.
-Tranquila no te arrepentirás de esto - dijo dulcemente.
Agarro con fuerza mi menton con su mano e hizo que mirara hacia el cielo.
-Tranquila cariño, no te hare nada malo, solo te salvare para que te quedes conmigo por siempre - dijo besando mis labios.
Senti un ardor en mi cuello donde el encontraba sus labios, los movia rapidamente. Hasta que un momento el dejo de hacerlo y me miro a los ojos.
-Nos vemos luego- murmuro con una sonrisa y para luego besar mis labios.
Abri mis ojos de golpe, y me encontre acostada en la fria arena. Mire el reloj de mi muñeca.
03:00 am.
Me levante, algo mareada. No me habia dado cuenta cuando, me habia quedado profundamente dormida y el haber soñado con el nuevamente me sorprendió.
Esta persona habia estado en mis sueños durante los ultimos días, todos los días, pero me agradaba.
Ya era hora de volver a la cabaña, perezosa me movi por la arena en camino a donde se encontraban mis amigas, no estaba lejos, solo cruzando los árboles y luego la calle. Pero algo me empujo y cai de cara a la arena.
Intente pararme, supuse que era el sueño que tenía. Pero senti una manos tomarme de la cintura para luego alzarme rapidamente. Mi corazon empezo a latir rapidamente, era aquel chico.
El de mis sueños.
-Tranquila es un sueño -Suspiré para mi misma.
-Sueño? estas loca -dijo aquel chico sonriendo.
-Que? No me hagas daño porfavor- grité.
-Yo no le haria eso a una chica tan linda como tu - sonrió acariciando mis cabellos.
- Dejame! - dije horrorizada.
El sonrio entretenido, comenzó a besarme lentamente por mis mejillas y mi cuello, senti un dolor en este ultimo donde se encontraba escondido. Se movia rapidamente, me sentia debil. No podia gritar.
y lo peor...
Que ahora era real...
Era imposible, no podía ser cierto, mis sueños me permitieron ver lo que iba a pasar y no lo pude evitar. Me sentía una estúpida.
Vi con dificultadad como el subia su dulce mirada encontrandoce con la mía. Nos encontramos acostados en la arena, como su fuéramos una feliz pareja, pero no...
-Eres hermosa, como lo pensaba... -
- ¿que me hiciste?- dije con la voz raspoza. Me dolía, me dolía mucho y además me sentía muy mareada.
-No te arrepentiras... duerme, nos vemos luego cariño - dijo tomandome en brazo.
Intente safarme, pero mis ojos se fueron apagando lentamente, este tipo me había drogado este hijo de put...
