Oculto

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Capítulo 3 Oculto

Llevaba dos días con él nunca hubiera imaginado mantenerlo con vida durante tanto tiempo primero pensó que el otro terminaría por quebrarse y suplicar, suplicar por su vida o por su muerte, de cualquier forma el resultado hubiera sido el mismo. Luego al ver el empeño del pelinegro supo que lograr aquello no sería fácil, por lo que pensó que simplemente al aburrirse de él terminaría su trabajo y acabaría con su miserable existencia, pero no fue así. Cada vez que lo tomaba, cada vez que lo tocaba, cada vez que lo veía al entrar en aquella habitación completamente desnudo con las manos atadas a la cabecera de aquella vieja cama sólo lo deseaba más. Sí deseaba más de sus gemidos, más del salado sabor de su piel, más de su obstinada rebeldía, más de ese fuego que solo él poseía.

Camino en silencio hasta a él, dormía profundamente ¿y cómo no iba a hacerlo? si había sido golpeado y violado durante las últimas seis horas. Estaban en el sótano de una casa en ruinas al norte de la ciudad en una comunidad pobre que había sido devastada por un gran terremoto, ya nadie iba hacia allá sólo había ratas y bichos rastreros, algunos indigentes que no se atrevían a entrar a los edificios por temor a que se derrumbaran. Total el lugar ideal para esconder a su nuevo juguete.

Observo nuevamente a su presa tramo por tramo esa deliciosa piel canela que le había ofrecido el más delicioso manjar que jamás imagino, deteniéndose en cada marca que le había dejado y ya sin mucho control de sí mismo se colocó entre esos indómitos muslos penetrándolo lentamente disfrutando de la incomodidad sufrida por el chico de cejas pobladas. Gemía suavemente aún entre sueños seguramente estaba demasiado cansado para despertar. Al terminar en su interior suspiro satisfecho y se dejó caer a su lado. Despertó sobre saltado dos horas después, Lee seguía dormido por suerte pero aquel error era imperdonable ¿cómo era posible que se hubiera dormido tan tranquilamente a lado de su víctima? De inmediato salió de ahí tenía que buscar algo de comer.

Kiba jamás imagino que alguna vez sería testigo de algún cambio en la fisonomía de Neji, pensó que sólo alguien tan cercano como Ten Ten o el propio Lee podrían ver al genio de la familia Hyuuga mostrando alguna emoción. Pero ahí estaba él junto a su fiel Akamaru observando el miedo y el dolor reflejados en ese rostro, sus ojos lilas tan parecidos a los de su novia incluso se veían acuosos.

Gracias al excelente olfato de su mascota habían encontrado la ropa desgarrada de Lee y al ver los bóxer verdes manchados de sangre y lo que se imaginaban seria semen su corazón también tembló.

-Lo encontraremos.- afirmó Inuzuka tratando de brindarle algún consuelo.

-Sí.- respondió quedamente dios ¿esa era su voz? Ni siquiera él mismo se reconocía sonaba asustado y claro que lo estaba. Temía por su mejor amigo Lee era fuerte muy fuerte sabía que no se dejaría vencer pero quien sabe qué estaría viviendo en ese momento o siquiera si siguiera........ No quería ni pensarlo.

Abrió los ojos lentamente todo su cuerpo estaba adolorido, de hecho no era algo a lo que no estuviera acostumbrado, después de todo sus exhaustivos entrenamientos solían tener el mismo resultado pero esta vez el dolor venía acompañado con el recuerdo de lo sucedido las últimas horas y no podía evitar sentirse frustrado. No sabía cuánto tiempo había pasado, comenzó a jalar sus brazos tratando de romper las ataduras que llevaba, no sabía en dónde estaba así que si lograba desatarse tendría que lidiar en ¿cómo salir de ahí? Pero tenía que ir un paso a la vez. Escuchó una vieja puerta crujiendo y vio la tenue luz acercándose. Ahí Estaba el pelirrojo con una lámpara en la mano derecha y una bolsa de plástico en la izquierda. Dejó la bolsa en algún rincón que no alcanzaba a ver y acercándose llevó un sándwich hasta su boca, él giro la cara pero el otro lo tomo del cabello haciéndolo girar nuevamente y le acerco aún más la comida.

-Tienes que comer.

El genio del trabajo duro no respondió simplemente se limitó a observarlo.

-Bien supongo que si no quieres comer tendremos que hacer otra cosa.- habló serio soltando el emparedado y desabrochándose el pantalón se subió a la cama colocándose de rodillas entre sus piernas acomodando las caderas de su prisionero sobre su regazo y penetrándolo de una sola estocada.

-¡Ammmnhg!- gimió el de los ojos negros retorciéndose su captor comenzó el vaivén de sus caderas rápido y fuerte y él solo alcanzaba a gemir mientras trataba inútilmente de escapar. Escuchaba claramente el placer en la voz del pelirrojo el sonido de sus cuerpos al chocar y lo odiaba. Odiaba no tener idea de cómo escapar de ahí, odiaba estar a merced de los deseos del otro pero sobre todo odiaba sentirse tan débil. Sintió como la semilla de aquel sujeto lo llenaba e inmediatamente salía de él. -¡Aaaah!- gimió aliviado al saber que había terminado o al menos eso esperaba la ocasión anterior no se conformó con eso sino que después comenzó a usar toda clase de objetos, una fusta, un dildo particularmente había odiado la cera caliente sobre su piel. Para su suerte al parecer no era su intención en esa ocasión el tipo sólo se levantó y volviendo tomar el sándwich lo llevó hasta su boca. Esta vez Lee comió sin objetar nada, luego le ayudo a enderezarse para darle un poco de agua, bebió ansioso en realidad tenía mucha sed, después de darle de comer y beber el tipo se retiró a una silla en algún punto de la obscura estancia.

Podía sentir su mirada sobre él escudriñándolo poniéndole los nervios de punta, no sabía si solamente vigilaba que no escapara o si estaba planeando que hacer con él más tarde. Bastaron unos minutos para que escuchará la respiración del pelirrojo hacerse más profunda al tiempo en que se aceleraba e instintivamente se movió tratando de escapar. Se retorcía en la cama y jalaba las cuerdas, sabía que era imposible pero no dejaría de intentarlo. El gemido ronco que escuchó lo hizo notar que aquel maldito disfrutaba verlo acorralado de aquella manera.

-¡Suéltame!

-¿Por qué habría de hacerlo? – preguntó acercándose lentamente.

Lee guardo silencio mientras lo observaba con fuego en los ojos.

-Ves sabes que estas a mi merced así que porque no haces esto más fácil y simplemente te abres de piernas para mí.- La mirada de Lee era letal Gaara se posiciono nuevamente en la cama dominándolo no sin algunas dificultades debido a la pelea que siempre presentaba aquel necio, incluso recibió un par de patadas antes de que por fin pudiera colocar la pierna derecha de su víctima sobre su hombro izquierdo.- Admítelo eres mi perra.

El genio del trabajo duro escupió a la cara de su atacante, de inmediato recibió una bofetada que le giro el rostro y le partió el labio, luego lo penetró. Maldito mil veces maldito se repetía interiormente mientras sentía al otro moviéndose frenético en su interior. Pensaba que después de todo lo que le había hecho aquello debería de doler menos, pero no era así cada vez era como si lo desgarrara. Mantenía su cara de lado después de aquel golpe miraba hacia alguna esquina obscura del lugar, anteriormente había visto algunos cachivaches desordenados y unas escaleras suponía que estaba en un sótano en qué parte de la ciudad o si quiera si seguían en la ciudad era un misterio para él. De pronto sintió la mano de aquel tipo girando de nuevo su rostro. Clavo sus ojos negros sobre aquellos ojos aqua era como si le ordenaran aun sin hablar que lo mirara. Quizá por pura rebeldía volvió a desviar la mirada. No tardo en sentir la mano de aquel demonio con rostro de ángel apretando su mandíbula al punto de hacerlo sollozar de dolor. Podía entenderlo aún sin intercambiar una sola palabra era como si lo oyera "te ordené que me miraras". Por el momento estaba demasiado cansado para presentar batalla así que mantuvo su vista sobre él tal y como le exigía, si la mirada que le brindaba era lo que deseaba eso era otra historia.

Continuara...............................


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