Fascinación

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Capítulo 5 Fascinación

Lee había despertado antes que él pero el pelirrojo se quedó en la mullida cama mientras lo observaba. El pelinegro de pie mirando a través de la ventana de la iluminada habitación, vestía simplemente unos boxers verdes así que recreaba su vista con su fuerte espalda y piernas, sin resistir un momento más se acercó lentamente hacia él y lo tomo por la cintura abrazándose a su espalda. El genio del trabajo duro era unos centímetros más alto que él así que recargo lánguidamente su cabeza en su hombro.

-Buenos días- le habló el deportista dedicándole una bella sonrisa.

-Buenos días.- murmuro sobre su cuello besando lentamente aquella zona.

-¿No has tenido suficiente?- sonrió acariciando sus brazos.

-¿De ti? Nunca- afirmo girándolo para verlo de frente de inmediato comenzó a besarlo entrando en una batalla con esa boca, hizo que se recargara en el marco de la ventana para quitarle la ropa interior Lee se abrazó a él mientras enredaba sus piernas alrededor de su cintura. Le encantaba ver el rostro de su presa cuando se adentraba lentamente en él, gemía dulcemente haciendo su cabeza hacía atrás.

-Gaa...ra aaammnh- lo escucho gemir cuando estuvo completamente adentro, enseguida comenzó con el lento movimiento de caderas procurando llenarlo de dolor y placer por igual. -Gaa... Gaa ...ra.- continuaba suspirando -Te amo...

Despertó sudando ¿Qué había sido eso? Aferraba las sabanas a sus manos sobre su pecho Gaara siempre había padecido de insomnio, claro que se las arreglaba para dormir un par de horas al día y aunque alguna vez alguien le había dicho que todo el mundo sueña aunque algunos no sean capaces de recodar lo que sueñan, la verdad era que los sueños que él podía que rememorar podía contarlos con los dedos de una mano y ninguno de sus sueños antes había sido así, generalmente habían sido sueños sombríos y violentos. Por eso que despertará con aquellas imágenes en su cabeza lo tenía totalmente asustado, su corazón latía con fuerza sus manos cubrieron su rostro tratando de calmarse, era un sueño sólo un sueño no significaba nada sólo una estupidez pensada que pronto sería olvidada y desechada.

Eran las cuatro y media de la mañana pero sabía que no podría conciliar el sueño una vez más así que se levantó de la cama lavo su cara y manos y tomando la linterna de mano se dirigió al sótano.

Y ahí estaba él durmiendo después de la paliza recibida el día anterior por momentos gemía y daba pequeños saltos en la cama, su rostro ya no descansaba apaciblemente como los primeros dos días, ahora fruncía el ceño y sus parpados se apretaban y relajaban en cuestión de segundos. Sabía que lo estaba logrando lo estaba quebrando poco a poco.

Lo pensaría dos veces antes de volver intentar escaparse aprovechándose de su amabilidad, después de todo podría haberle simplemente acercado una cubeta para que hiciera sus necesidades pero él le había improvisado una letrina para que estuviera más cómodo y ¿qué hizo él? Traicionarlo intentando huir cuando lo desato. Pero eso no era lo que realmente lo había molestado pues se trataba de Lee y su víctima había demostrado que no se dejaría vencer fácilmente, por lo que ya esperaba ese intento de fuga, lo que en verdad lo puso furioso fue que el chico de cejas pobladas se pusiera a pensar en alguien más en su presencia, el Sabakuno Gaara estaba frente a él y no iba a permitir ser ignorado sobre todo por un estúpido recuerdo. Después de eso ato tanto piernas y manos a la cabecera de la vieja cama y lo violo tres veces cada hora por las siguientes ocho horas, claro que él tenía que descansar algunas veces así que utilizaba todo lo que estaba a su alcance dildos de varios tamaños y formas, una botella de cerveza con un pequeño resto del líquido que vació en su interior, aunque sin duda la vela encendida había sido de sus favoritos. Claro que el mismo se había quemado antes de colocarla adecuadamente pero una vez que había quedado fija en ese apretado ano simplemente había sido maravilloso observar cómo se consumía lentamente cubriéndolo de cera, el calor que lo quemaba debió haber sido insoportable además que ver la cara de desesperación de su víctima al ver la llama acercándose a su piel había sido la cereza del pastel. Lo había amordazado para este último castigo con una correa con una bola en el centro la cual le obligaba a mantener los labios separados permitiéndole besarlo de vez en vez mientras le susurraba al oído.

-Pudiste suplicar mi perdón antes de esto pero ahora no quiero escuchar.- Los sollozos de su víctima en aquel momento le provocaron la erección más dolorosa de su vida a falta de atención, por lo que terminó quitándole la vela e introducirse el mismo golpeando fuertemente sus caderas contra las del otro, observaba como el deportista gritaba aunque la mordaza cumplía su trabajo acallándolo y sus ojos no contenían el llanto, en ese momento el dolor y la frustración estaban tatuados en ese bello rostro termino corriéndose en él en cuestión de unos pocos minutos.

-¡Aaaaah SÍ!¡Leeeeeeeee!- gritó al llegar al orgasmo. El genio del trabajo duro lo miraba con los ojos llenos de lágrimas cuando le quito la mordaza continuaba sollozando aunque sin desviar la mirada.

-Me dirás en quién pensabas.

-Jodete.- murmuró entre lágrimas pero con la misma determinación que al principio. Gaara gimió de puro placer y lo besó, de momento Lee no se resistió simplemente dejó que esos labios y esa lengua exploraran el interior de su boca antes de desvanecerse. Después lo limpio y dejó dormir para luego él mismo subir a hacer lo mismo.

Sonrió de medio lado ante aquellos recuerdos luego se sentó frente a él sencillamente para verlo dormir, aquel rostro poseía una belleza peculiar que no había notado antes, sus cejas enmarcaban con fuerza esos grandes ojos cuyas espesas pestañas negras le daban un toque inocente, su nariz respingada y esos suaves labios, se veía tan bien. Y si su miraba viajaba un poco más se encontraba con aquel hermoso cuerpo, no había una sola parte que el deportista no hubiera trabajado, los músculos de sus brazos, abdomen y piernas estaban perfectamente definidos y de espalda sin duda quien robaría su atención sería ese redondo trasero tan firme, tan apretado. El pelirrojo suspiro deseoso bastaba dar unos pasos y estaría junto a él podría tenerlo en ese momento incluso podría desatarlo y tomarlo sin temor a que despertara pero también sabía que necesitaba recuperarse así que lo que hizo fue desatarlo y dejarlo descansar, no quería romper su nuevo juguete.

Cuando el pelinegro despertó pudo ver al demonio rojo aplicando alguna pomada sobre las quemaduras de su piel, retiró su brazo molesto ante el contacto y su captor le dirigió una mirada fría; volvió a tomarlo y terminó de aplicarle el ungüento. Luego le entregó unas pastillas y una botella de agua. Obviamente se negó a tomarlas.

-Es un analgésico.-afirmó el tipo sin ninguna emoción en su voz y de inmediato lo obligó a tragar las malditas píldoras, luego se levantó y fue por un pedazo frio de pizza el cual le entrego. El genio del trabajo duro se dio cuenta de que estaba completamente libre de alguna atadura pero estaba demasiado adolorido para intentar nada, tenía que descansar y su captor seguramente lo sabía también por eso lo había desatado. Al sentir el sabor del queso y la masa en su boca se preguntó si alguna vez volvería a comer sanamente. Que tal vez escaparse con Naruto a comer cinco platos de ramen no era de lo más sano ni llevar a Neji al curry extra picante de la abuela Genma, además llevaba días acostado sobre aquella cama casi podía sentir sus músculos atrofiarse, necesitaba correr, saltar la cuerda, hacer algunas lagartijas o abdominales necesitaba ejercitarse.

-Comer tanta chatarra no te hace ningún bien.- se quejó el deportista al darle una tercera mordida a su pizza. El demonio de arena lo observo extrañado por unos segundos para luego soltar una carcajada que no pudo contener. Lee lo sorprendía siempre, había sido el primero en verlo directamente a los ojos sin rasgo alguno de temor, había sido el primero al que consideraba suyo y ahora era el primero en hacerlo reír, en verdad era un tipo fascinante.

Continuara.................


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