Evasión

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Capítulo 9 Evasión

Después de aquel momento en que Gaara por alguna razón parecía haberse quebrado y aferrado a él tuvieron sexo de manera tan dulce tan necesitada que incluso Lee por un momento sintió que estaba ahí por decisión propia.

-Gaara ¿cómo va a terminar esto?- habló el pelinegro entre tiernos besos.

-¿Qué quieres decir?

-No puedes retenerme eternamente.

-Claro que puedo.

- Alguien estará buscándome además sabes que tarde o temprano escaparé o moriré en el intento.

-¡NO! No lo permitiré eres mío y nada ni nadie te alejará de mi.- Lee se sorprendió al ver la furia en los ojos del pelirrojo.- Iré tras de ti te aseguro que ni la muerte nos separará. Eres mío- afirmó colocándole de nuevo las esposas que lo ataban a la cabecera de la cama. –Eres mío- repitió separando sus piernas e introduciéndose de golpe en él.

-¡Aaaaaaaamnh!

-Mío mmnh Mío

-Gaa... des.. pa.... Ammnh

-Mío mmn dilo mío ammnh

-Sí mmnh tuyo aamnh soy tu...yo.... Ommmnh- gimió apretando los ojos y moviendo las caderas buscando su propio placer.

Gaara sonrió de medio lado al sentir los movimientos de su víctima al ver como por fin aceptaba su derrota pero entonces Lee continuo.

-Y tú mío ammmnh........

El demonio de arena se detuvo de inmediato pero el chico bajo de si continuo moviéndose y abriendo los ojos busco sus labios.

-Dilo di que eres mío Gaara- exigió mordiendo sus labios dedicándole una mirada cargada de deseo al tiempo en que apretaba su ano haciendo al pelirrojo gemir.

-Soy tuyo .....Ammmmnh ¡Leeee!- sus embestidas se volvieron frenéticas

-Sí más aaaamnh sí.- Lee gemía incontrolable desesperado por estar atado, jalaba sus manos dios deseaba tanto acariciar ese cuerpo. Ambos explotaron gritando el nombre del otro. Después Gaara lo besó y lo dejo ahí. Como tantas veces antes lo había hecho desnudo y atado sobre la cama.

El deportista permaneció en la semi obscuridad, desde hacia algunos días le había dejado un par de linternas. Observaba fijamente el techo y trataba de analizar lo que acababa de pasar, se decía a sí mismo que entendía y hasta se perdonaba que algunas veces cayera en el juego de su secuestrador, que disfrutara de sus encuentros pues al fin y al cabo cuando el cuerpo se estimula correctamente no se pude evitar el placer. Eso solía repetirse pero que le pidiera decir que era suyo, que su corazón se alegrara al ver cumplido su capricho, que justo en ese momento estuviera deseando que el pelirrojo llegara y lo tomara violentamente justo así con sus manos atadas a la cabecera, que el morbo de aquella imagen le estuviera causado otra erección, eso sencillamente no se lo podía explicar. Trato de relajarse trató de no odiarse a sí mismo y comenzó a respirar pausadamente. Ojalá bajara aquella erección pues atado como estaba no podría hacer nada y terminaría muy adolorido.

No supo cuánto tiempo había pasado cuando lo vio bajar corriendo las escaleras, Lee se sobre salto al ver la premura en sus actos tuvo algunas dificultades para que su mirada lo siguiera por la habitación, sin embargo, escucho como buscaba rápidamente entre cajones y preparaba algo. Cuando lo vio acercarse con una jeringa en mano fue que su corazón se aceleró. Aún recordaba sus palabras "la dosis correcta sólo te pone a dormir pero un leve error" "te aseguro que ni la muerte nos separara"

-¡No! Gaara ¡No!.- Lee se removía inquieto sin embargo el demonio rojo logró inmovilizarlo e inyectarle el líquido.

-Tranquilo, tranquilo.- le susurro cubriéndole la boca.

De inmediato Lee comenzó a sentirse mareado, apenas fue consiente cuando su captor lo desato de la cama y de manera increíble lo levantó por sobre sus hombros y lo sacó de allí. La luz del sol sobre sus ojos era insoportable, no entendía que estaba pasando pero luchaba por mantenerse despierto, no quería morir no ahí había pasado por tanto. Semi inconsciente percibió el asiento trasero de un auto y una cobija cayendo sobre su cuerpo desnudo, y entonces oyó el ladrido de un perro. Pero no era cualquier perro, conocía ese ladrido. Como pudo se enderezó y lo vio mientras el auto en el que iba se ponía en marcha era Akamaru. El perro corría hacía un pilar de rocas entre una zona de edificios derrumbados, era la primera vez que veía el exterior de donde había estado todo este tiempo, escucho a Kiba gritar "Por ahí" y él también hubiera deseado gritar pero no podía formular palabras cayó rendido sobre el asiento sus ojos se cerraban y por ultimo escuchó la voz de su eterno rival.

Kiba no lo vio pero Neji afirmaba haber visto un una camioneta blanca marchándose a gran velocidad, probablemente así hubiera sido pues Akamaru corrió detrás de algo antes de regresar hasta ese lugar, se trataba de un montón de piedras apiladas pero después de un rato de buscar encontraron una entrada al viejo derrumbado edificio, lo que vieron ahí les dejo impactados. Bajando hasta el sótano había una cama que obviamente había sido ocupada hasta hacía muy poco, las sabanas revueltas y manchadas de sangre y semen, algunas manchas estaban secas pero otras eran claramente recientes; había esposas y cuerdas por toda la habitación así como varios objetos que no deseaban ni imaginar cómo habían sido utilizados, vibradores, látigos y fustas e incluso un caja negra con cables que claramente servía para dar toques eléctricos. Kiba no sabía hacia dónde mirar si Lee había estado ahí no podía ni pensar en todo lo que había sufrido ahí. Neji en cambio observaba todo detenidamente buscando alguna pista que los llevara a su nuevo paradero.

-Seguro estuvo aquí. Todo aquí tiene su aroma.-aseguro el chico impulsivo mientras veía a su compañero levantando una caja con varios medicamentos, se acercó a él y vio varios frascos y jeringas. -¿Qué es eso?

-No estoy seguro. Tal vez debamos llevar esto con Sakura como enfermera voluntaria en el hospital general tendrá una respuesta clara. –Akamaru ladró y les mostro que había una jeringa vacía tirada debajo de la cama.

-Vamos a encontrarlo Neji.

-Sí sin duda.- afirmo el chico de ojos lilas y por primera vez en mucho tiempo el cuidador de perros casi vio alegría en esos ojos. Ahora más que nunca estaba seguro de que su amigo seguía con vida y lo iba a encontrar.

Continuara.................


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