Capitulo 19.

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  Mi cabello se puso de punta, la policía estaba aquí, dentro, en mi casa. Lentamente, regresé y corrí hacia mi habitación. Tomé mi teléfono, mis llaves y mi chaqueta. Me congelé y escuché las escaleras, todavía estaban ocupados revisando abajo. Cerré mi puerta en silencio. Hice algo de ruido, poco, pero ellos aún estaban distraídos abajo.
Fui hacia la ventana para chequear por fuera, las patrullas estaban estacionadas en frente de mi casa. No había nadie dentro de ellas, qué suerte. Pero ¿por qué demonios están investigando mi casa? Decidí no correr el riesgo y salí por la ventana, lentamente me agarré del árbol que estaba a un lado de ésta, me subí con cuidado, alrededor de una rama, y cerré la ventana. Bajaba lentamente, y entonces, escuché la puerta de mi habitación abrirse. Inmediatamente, quedé paralizada. Pero no me iban a descubrir.
Me convencí de que no me iban a atrapar, ya me estaba yendo de ahí. Estaba agarrada al árbol y me dolía, me agarré de las ramas y lentamente seguí bajando. Casi estaba llegando a la barda, estaba apunto de saltar por ella, mi corazón latía cada vez más rápido, y en ese momento, de reojo, vi a un policía salir de mi casa. Me quedé congelada.

Oh no.

El sujeto era muchísimo más alto que yo. Se acercó a la patrulla y habló por su walkie talkie. Tenía que moverme de donde estaba, me podrían ver tan pronto como regrese a la casa.
Me imaginé lo que el policía iba a ver, una chica pegada a la pared como una falsa imitación de spider-man. Rápidamente me acerqué a la barda y salté. Caí en cuclillas en el piso, lo hice. Me senté detrás de los arbustos, en el césped, respiré profundo y traté de relajarme. Me asomé entre los arbustos y vi los pies de los policías caminando hacia dentro de mi casa. Lentamente me agaché y me fui corriendo por la banqueta. Me mezclé entre las personas que estaban ahí, como una inocente espectadora que veía cómo los policías trabajaban. Me dí la vuelta y comencé a caminar, sin idea a donde ir.
¿Qué pasaría si me hubiera quedado ahí? ¿Qué hubieran hecho conmigo?
Mientras caminaba lentamente, volteé hacia mi derecha, para ver aquel volvo negro tan familiar para mí, se detuvo a un lado de mí. Mi corazón se detuvo, eran mis padres. Caminé hacia el carro, mi padre estaba llamándome por la ventana, también mi mamá estaba ahí.

- Hey cariño ¿A donde vas?- me preguntó mi papá.
- Hola. Mm me asusté un poco. La policía está en nuestra casa.- le dije.
- ¿Que? ¿Por qué? ¿Qué demonios hiciste Oriana?- me gritó mi mamá.
- ¡Nada! - mentí - solo llegaron y comenzaron a revisar.

Mis padres intercambiaron miradas, y miraron hacia la calle. Después mi papa miró hacia mí.

- Sube al auto.- me dijo él.

Me metí al auto y mi papá manejó hacia mi casa. Ellos salieron del auto y entraron a la casa.

- Espera aquí cariño- me dijo mi mamá.

Me senté en el borde de mi vereda y esperé. ¿Podría ser esto culpa de Julián? ¿A qué se refería cuando dejó ese mensaje de voz? ¿Qué le había pasado?
Estaba mirando hacia abajo, y escuché entonces pasos de mi casa. Mi papá se veía preocupado, y molesto.

- ¿Está seguro oficial? No veo alguna manera porqué no llamaron para entrar en nuestra casa así.- comenzó a decirle mi padre.
- Tenemos órdenes, y hacemos lo que se nos ha dicho. El hecho de que descubrimos a su hijo ebrio en una fiesta, consumiendo drogas, encaja perfectamente con el criminal al cual buscamos. Su aparición fue de gran importancia en nuestras investigaciones.
- Bueno pero, ustedes saben que él no es el único joven a su edad que puede estar ebrio.

El oficial se alejó mientras seguía hablando con mi papá, mi mamá los veía, estaba preocupada por Xavier.

- Mamá....- le dije, ella se acercó a mí y me abrazó. - Xavier va a estar bien ¿verdad?-
- Claro que sí Oriana- me respondió.

Caminé hacia dentro de mi casa. Los policías ya se habían ido, y me senté en el sofá. Mi mamá y mi papá entraron.
- Tendremos que ir a ver a Xavier.- me dijo mi mamá.
- Ok, mejor tráiganlo a casa.- le conteste.
- Oh claro que lo traeremos querida.- dijo mi papá.

Mi papá estaba muy enojado, claramente, él quería un mejor comportamiento para su único hijo varón.

- Está bien papá, que les vaya bien.- me despedí.

Ellos se fueron y bloquearon la puerta, recordé entonces el día anterior con Julián, ambos sentados viendo televisión. Sentí lágrimas en mis ojos, pensando si algo le podria haber pasado. Mi mayor miedo, era despertar y no encontrarlo, sin ni siquiera un 'adiós', dejarme e irse así. 

Eliminé ese pensamiento de mi cabeza, me levanté y me fui hacia mi habitación. Mis cosas estaban en el mismo orden en que las dejé, que suerte que los policías no hicieron un desorden. De repente escuché a alguien tocar la puerta por fuera, miré por mi ventana, mi corazón se sintió calido y a salvo cuando vi quien era. Corrí por las escaleras y abrí la puerta. Ahí estaba él. El señor Julián Serrano.  

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Sky.

Enamorada de un criminal (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora