Capitulo 51.

634 48 6
                                    

-Narra Julian-

- No! ¡Oriana! ¿Oriana? Vamos, por favor..- le decía con lagrimas saliendo de mis ojos. Ella no podía irse, no podía dejarme aquí solo. Aquí en este mundo que no preparaba nada para mí, élla era la única persona en este mundo que amaba. No había nadie más.

- Te amo...- susurró de repente mientras sus ojos se cerraban pacíficamente.

Cuando sus ojos se cerraron, yo casi volaba. Corrí tan rápido desde la maldita casa que para mí éra un infierno, corrí por el pasillo y tomé las llaves que estaban colgadas, tomé tambien un pañuelo que estaba en la sala y lo até a su hombro para detener la sangre que derramaba. Me acerqué a su pecho, sus latidos aún se escuchaban. Cada latido me daba la fuerza para no detenerme.
Corrí hacia la camioneta y la encendí, cargué a Oriana en mis brazos y la dejé en el asiento trasero, la acomodé bien, tratando de que no se sintiera incomoda. Me subí al asiento delantero y conduje a toda velocidad, seguía mirando de reojo hacia élla. Ésto no podía estar pasando.
Presionaba cada vez más el acelerador, todo ésto había sido mi culpa, ahora élla estaba muriendo... todo por mí. ¿Cómo pudo pasar?.
La amaba demaciado, no iba a dejar que su vida se escurriera entre mis dedos solo porque... porque... porque le fallé. No me importaba quién encontrara la casa llena de cadaveres o de paredes con sangre. Incluso sabía que podía ir a la carcel por todo eso. Pero de algo estaba seguro, Oriana sobrevivirá.

Me limpié la cara con mi mano, había estado llorando, como nunca lo había hecho desde que mi madre murió. No podría repetirse la historia, no con ella.
Escuché una respiración entrecortada, éra Oriana, me detuve en la gasolinera. Tenía que ir con la última persona que podría ir, mi dignidad no me importaba. Seguí conduciendo y dí la vuelta ignorando todo alrededor, ésto era por Oriana.

-Narra Oriana-

Ví una negra obscuridad acercandose más y más. La obscuridad éra cálida, pero sabía que me estaba muriendo, me sentía como si estuviera ebria, me estaba quedando dormida.
Sabía que no podía aceptar que la obscuridad me llamaba, no podía. La voz de Julián resonó en mi cabeza. 

"-Vamos, porfavor, ¡Porfavor no me dejes!-"

Su voz me mantuvo un poco despierta, traté de alejarme de la obscuridad cada vez que lo escuchaba, tenía que... vivir. Sentí mareos y me sentí también drogada. Luchaba para mantenerme con los ojos abiertos, pero no podia. Estaba totalmente desconectada del mundo real. Ahora vivía en el tornado que atormentaba mi consciencia. No podía sentir mi cuerpo, todo éra como si estuviera soñando. Donde quiera que estuviera dentro de mi sueño, la obscuridad me acompañaba y me llamaba para entrar en élla y no preocuparme del mundo de nuevo.

Recordaba la voz de Julián y la obscuridad se debilitaba, pero despues volvía a regresar.

De repente escuché una voz resonando fuerte, Julián estaba hablandome.


- Oriana, por favor espera. Estarás bien, te lo prometo, ésta vez cumpliré.- me decía.

El eco de su voz me hizo mirar alrededor buscandolo, había escuchado su voz susurrandome al oído. Ansiaba escuchar más, pero al parecer éso había sido todo.
La estúpida obscuridad que me atormentaba se acercaba a mí llamandome, pero yo seguía pensando en Julián, la estaba evitando con la mejor de mis armas, él. Tenía que seguir respirando.


-----------------------------

Sky.

Enamorada de un criminal (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora