Días después de que mi equipo se marchara recibí una carta. Era de Konoha, y decía que mi misión se alargaría, aunque no especificaba cuánto tiempo más debía seguir fuera de casa. Ya ha pasado un mes. Un mes junto a la princesa y Ryu.
-Princesa, princesa.- dije mientras me dirigía a su habitación.- Escapémonos.
Ya era costumbre salir con ella a las afueras. Puesto que seguían rondando a la princesa mi deber era protegerla. Pero tampoco podía descuidar mi entrenamiento.
-Akane, ven. Hoy podemos ir al lago, te prestaré un bañador.- susurró ella. Pese a tener un año menos mi cuerpo se asemejaba mucho al suyo.
Ambas nos cambiamos y salimos por la ventana.
Al llegar a las afueras nos encontramos con un bello claro, cubierto de pasto y un río. Por inercia me comencé a desvestir y me lancé al agua.
-¡Princesa protéjame está muy fría!- dije burlona.
-Cuantas veces te tengo dicho que me llames por mi nombre.- bufó.
-Vale vale perdón Himeko. Mira, tu príncipe nos está siguiendo.- dije señalando a Ryu, que estaba escondido detrás de un árbol. Días después de que mi equipo se fuera Himeko me contó que le gustaba Ryu.- Vaya vaya, mira que venir a verte en bañador, si es que pervertido se nace.- me burlé.
Ella hizo un mohín y se metió en el agua. El joven decidió acortar la distancia y acercarse a nosotras.
-Akane, se supone que debes protegerla, no exhibirla.- dijo Ryu en la orilla de río.
-Hum.- inflé mis mofletes.- Que se atrevan a tocarla, los desmembraré.- él solo rió.
Entonces, una brillante idea me alcanzó, una que cambiaría el mundo tal y como lo conocemos. Bueno, puede que haya exagerado un poco.
-Ryu, ayúdame a salir.- dije extendiendo mi mano hacia él.
Él asintió, al agarrar su mano lo empujé al agua. El joven, ahora mojado, me miró intimidante y comenzó a perseguirme por todo el lugar.
Volvimos junto a la princesa, yo sobándome la cabeza por el golpe que me acababa de dar, pero aun así no me arrepiento de nada. Sonreí satisfecha. Por otra parte, él, con una mueca de molestia por estar empapado.
Ayudé a salir del agua a la princesa, y nos dirigimos hacia donde estaban nuestras cosas. Saqué dos toallas, una se la di a la princesa, la otra se la tiré en la cara a Ryu.
-Tendríamos que volver. Sino tu padre se preocupara.- dije levantándome. Me alejé un poco de ellos para que pudieran hablar a solas.
Narra Himeko
Akane se había alejado para que pudiera estar con él. En el poco tiempo que lleva aquí y ya le devo tanto. Pero ahora no es tiempo de pensar en eso.
-Ryu, ¿a ti te gusta alguien?- pregunté, ambos nos encontrábamos mirando el río. Me voltee para verlo.
-Si.- respondió, entonces le empezaron a brillar los ojos. Dirigí mi mirada a donde el estaba viendo. Allí estaba Akane, intentando cazar a una rana, pero se resbaló y cayó al agua. Ahora la rana se encontraba en frente de ella, y ella se comenzó a reír. Ryu también soltó una risita.-Aunque hace poco que la conozco, y es una buena para nada ella se ha convertido en alguien especial.
Me levante y comencé a recoger, Ryu imitó mi acción.
-¡Akane!- chillé, aún con un nudo en la garganta, por las palabras duras palabras que seguían apretando mi corazón.
Akane se volteó, y vino corriendo con la rana en el hombro.
-Volvamos.- dijo ella.
Íbamos en camino a casa, miré de reojo a Ryu, al parecer se veía nervioso. Puede que piense que le diré a Akane.
Una vez llegamos cogi a Akane de la mano y me la llevé a mi habitación.
-Akane...- susurré antes de comenzar a llorar, ella me abrazó.-No quiero que vuelvas a Konoha.- la abracé más fuerte.-Siempre por ser hija del rey las demás chicas de mi edad no se me acercaban, y las que lo hacían solo era por interés. Pero tú desde que llegaste me trataste como una amiga y te has portado muy bien conmigo.- sollocé.-No quiero que te vayas eres mi primera amiga.
-Oye oye ya cálmate.- dijo ella mientras me separaba.-Ahora cuéntame que ha pasado.
-A Ryu le gusta otra chica.- expliqué.
-¿Y estas triste por eso?- preguntó. Yo asentí.-Fácil, solo tienes que enamorarlo. Y además eres muy linda.
Ella me sonrió. Si ella supiese que es de ella de quién está enamorado...
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Son las 2:45 de la mañana, y claro si no puedes dormir, lo que tienes que hacer es escribir. Yo no llamo a la inspiración, ella me llama a mi. Bueno, mejor dicho ella no llama no sabe pulsar el timbre de la puerta, ella coge una piedra y la tira hacia mi ventana, rompiendo la ventana. Luego entra, se sube a mi cama, y me aporrea con folios con palabras escritas. Bueno, idas de ollas aparte, espero que lo disfruten y hasta la próxima.
Pdt: la ranita se llama Hakuna, y si sale otra será Matata -3-
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Miradas [Todos x Akane]
FanfictionAkane, nuestra protagonista, tendrá que enfrentarse a los duros golpes que le da la vida. A sus 7 años, todo su pequeño pueblo en el que coexistían pacíficamente fue asaltado, terminando con todos a excepción de ella. El séquito de Orochimaru se lle...