La fría brisa entra por la ventana, junto a los primeros rayos de luz del día. Me despierto tranquilamente, sentándome en la cama, bostezando, sin prisas. Y así, es como tendría que haber despertado, pero no, pudiendo recibir un vaso de agua helada por parte de Ryu. Tsk, despertar normal, eso es para mundanos. Aquí yo soy especial y por eso recibo un trato especial.
-¿En qué momento he acabado intentando consolarme por culpa de un idiota que no sabe despertar bien? Tsk.- tras mi "buen despertar", me dirijo al baño. Me ducho rápidamente, me visto, y bajo para desayunar.
-Ryu, ¿quieres que entrenemos?- dije mientras desayunaba. Entonces lo fulmine con la mirada.
-Akane, llegó una carta para ti.- nos interrumpió el rey, entrando por la sala. - Es sobre unos exámenes.
Se me olvidó por completo, llevo ya meses aquí por lo que los exámenes Chunnin deben estar al caer. Me levanté corriendo y fui hacia el rey.
-Gracias.- dije sonriéndole.
Me volví a sentar y comencé a leer la carta, que como suponía era una invitación. Se ve que debo participar, porque sino el resto de mi equipo no puede.
-Chicos, esto, en un par de días tengo que marchar. Vuelvo a Konoha para tomar un examen.
-¿Qué?- dijo la princesa, escupiendo la comida que tenía en la boca. Comencé a explicarles y a rogarles para que me dejaran ir. Al final accedieron.
Me tomé la tarde libre y fui a un lago a las afueras. Siempre me ha gustado este lugar, cuando extrañaba mi casa siempre venía. Ahora vengo para questionarme cuál es mi verdadero hogar. Konoha, con Sasuke, Neji, mi equipo, Jiraiya, Kakashi... O aquí, con Himeko, Ryu, el rey... Estoy triste por irme. Pero al mismo tiempo feliz de volver. Parece mentira que hace unos años lo perdí todo, y ahora, tengo más de lo que puedo tener. Limpio las lágrimas que en algún momento comenzaron a caer y me levanto. No sirve de nada plantearme tantas cosas, por ahora me centraré en lo que tengo delante. Ya está oscureciendo, y pasado mañana de madrugada me marcho. Asi que mañana aprovechare mi tiempo al máximo. Una vez levantada, noto unos brazos abrazándome por detrás. El roce contra mi piel provoca que se me erice esta. Al voltearme me encuentro con unos profundos ojos negros.
-Ryu..- comencé pero fui interrumpida.
-¡No te vayas!- gritó él.- No te alejes de mí.. por favor..- noté como se le quebraba la voz. De alguna manera él ya lo sabe, que cuando me vaya no volveré.
Las lágrimas comenzaron a salir de él. Yo lo abracé más fuerte en un intento de consolarlo.
-Yo.. lo siento.. no volveré a tirarte más agua.. no te volveré a llamar más idiota.. como si quieres que no te dirija más la palabra.. pero por favor, no te vayas.- dijo él, a cada pausa añadiendo más fuerza al abrazo. Apoyó su cabeza entre mi cuello y mi hombro y comenzó a sollozar.
-Perdon.- solo pude decir eso. Estuvimos un largo rato abrazados, hasta que oscureció. La brisa fresca de la noche ayudó a que él se calmara.
Entonces una vez más tranquilo lo agarré de la mano y nos fuimos al castillo. Por el camino, antes de llegar, interrumpí el cómodo silencio que nos rodeaba.
-Ryu, te quiero pedir una cosa, será la última que te pida.- dije amargamente.- Mañana es mi último día aquí. Y no quiero que sea triste, no me gustan las despedidas. Por eso, por favor no le digas a la princesa.
Él asintió.
Cerca de las puertas me pare y me puse en frente de él. Limpié las lágrimas que quedaron en sus ojos, y le di un beso en la frente. Él sólo seguía mirando abajo. Hasta que de pronto me agarro de la cintura con una mano, con la otra de mi mejilla, y me acercó a él uniendo nuestros labios. No podía negarle este beso, el primero, también el último. Le correspondí agarrándole del cuello y profundizando el beso. Con la otra mano agarre su mejilla dándole pequeñas caricias. Él lamió la comisura de mis labios, pidiéndome permiso para meter su lengua, permiso que yo le concedí. El calor de su lengua, las caricias en mi espalda, las lágrimas que no paraban.
Narrador omnisciente
Un beso desesperado, desesperado porque no se volverán a ver, desesperado porque en cuanto acabe ese beso todo habrá terminado. Sus lenguas se entrelazaban, y se decían todo lo que no pudieron decir antes. Cada "te quiero" que se aguantaron, estaba en ese beso. Pero, aquel dulce momento no podía durar para siempre, por mucho que ellos quisieran. Llegó el final y ambos se separaron, mirándose con tristeza. Se agarraron de las manos y entraron al castillo.
Si tan solo las cosas no hubieran sido de esta manera. Ella lo amaba, pero su gran amiga tenía sentimientos por él y no se atrevió a hacer nada. Él, no creía en la posibilidad de que ella se fijara en él, por lo que nunca intentó nada. Al final, cuando pudieron expresar sus sentimientos, el beso se acabo. Pero, es un peso que ambos debían cargar por no haber sido valientes, pero ese sentimiento estaba provocado por el amor que se tenían entre sí, por lo que en cierta manera era un sentimiento que querían conservar.
Cada uno, en sus respectivas habitaciones, mirando a la luna, pensando en cómo sin tener una herida, podía doler tanto.
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Muajaajajajajajaaaaa volví para dominar el mundo y destruir los corazones que tenían esperanzas en el #TeamRyu, en verdad, este capítulo me ha salido así. Es decir, todos los capis los pienso antes de escribirlos, pero este no, aún así estoy contenta con como me ha quedado. Espero que les haya gustado. El próximo capítulo será el último día, el siguiente ya regresará a Konoha. Ah, si os gusta denle estrellita que es gratis. Y por favor comenten que les ha parecido.
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Miradas [Todos x Akane]
FanfictionAkane, nuestra protagonista, tendrá que enfrentarse a los duros golpes que le da la vida. A sus 7 años, todo su pequeño pueblo en el que coexistían pacíficamente fue asaltado, terminando con todos a excepción de ella. El séquito de Orochimaru se lle...