"PF" = El club de los raros.

Otro lunes "normal".

Un lunes normal.

Nuevo día en el reclusorio social llamado "Escuela" o así lo llamaba Luke. Desde que habían recordado su proyecto para la semana sin clases que habría, semana de luto que se tomaba su escuela desde la muerte de su fundador hace 4 años ya.

Luke estaba algo peleado con la vida, ya que al parecer estaba en contra de que luciera como un estudiante común y corriente, su cabello estaba enmarañado (lo cual era muy notable en la mata de cabello anaranjado.), a su madre se le dio por renunciar a su empleo no remunerado y obligarlo a comenzar a cuidarse por su cuenta (su madre decidió que ante su pereza, dejarlo a cargo de las labores del hogar, al menos el cuidado propio.) por lo tanto su camiseta negra favorita estaba mal planchada, sus pantalones de igual forma aunque daba igual ya que eran jeans, y sus tenis empapados por haber pizado un charco. "¡¿Como puede haber charcos si hasta hoy solo había días soleados?!", estas y otras más eran la interrogantes que se hacía el pelirrojo. Al llegar a su casillero suspiro, fascinante, otra vez una de esas notitas extrañas con dibujos, Terry había tenido la "maravillosa" idea, si es sarcasmo, de hacer de Slenderman, lo único que había provocado era la tendencia de alumno tomándose selfies con las notitas con el hashtag "SlenderHS", si... muy poco original, pero que se podría hacer.

Y como si lo hubiesen invocado tras sacrificar 100 vírgenes, ahí venía el nuevo integrante de "P.F", realmente Luke no comprendía el por que el surfer pasaba tiempo con ellos, pero eso era un tema menor. El joven alto y rubio se acerco a el con una sonrisa.

- Al parecer encontraste una de los dibujos de Slenderman - dijo de forma risueña.

- Tampoco es que me hubiese movido demasiado... es curioso como Slenderman pone notitas en mi casillero. -

- Si verdad... hay muchos que lo están buscando... -

- De acuerdo Terry, esto se te fue de las manos, como broma es interesante, pero ¿acaso notaste esta moda de las selfies? -

- Si, realmente me salio bien... quizá ya estoy listo para...-

- No. -

- Pero... -

- Dije que no Terry, aun eres un principiante, hasta que no superes a Thoma y Jared no te veré como un igual. -

Y ya algo enfurruñado, Luke se perdió entre los pasillos ahora repletos de alumnos, dejando a un inconforme Terry detrás, antes de notarlo detrás de el aguantando la risa estaban Mo y Amy, ambas estaban algo apenadas por el pobre rubio, pero sabían que era la única forma de que Luke estuviese satisfecho, cuando el rubio quiso ingresar al grupo, Luke estaba en contra, valiéndose de estereotipos como prueba para no dejarlo entrar, Sebastian entonces para dejarlos a ambos conformes tuvo una idea. La idea consistía en que si uno de los "miembros" no aprobaba a un "aspirante", no era impedimento para que dicho aspirante entrase, pero si quería ser conocido por el miembro X que estaba en su contra debía pasar por una prueba y esta era: "Hacer lo más Friki que conmocione a la escuela". Desde entonces Terry estuvo intentando encontrar la manera de que Luke lo reconociera, y el problema radicaba en que no sabía que hacer para superar lo de "La cámara de los secretos".

- Luke se esta pasando ¿no lo crees Mo? -

- Yo creo que es interesante lo de Terry, pero no es muy original, lo han hecho en otros lados - respondió mientras ambas seguían su camino a la clase de biología.

- En eso tienes razón... oye, ¿crees que Amanda ya llegó al laboratorio de biología? -

- Es más que seguro, ya sabes que aun espera encontrarse con algún chico que cambie su vida... -

- ¿Edward Cullen o Patch Cipriano? - pregunto la morena.

- Tu crees que acaso le importe -

Al llegar al laboratorio vieron a su amiga sentada en el lugar de siempre, mirando por la ventana, ambas se acercaron de forma sigilosamente, conteniendo su respiración. Punto a favor de ella era que se la notaba que estaba perdida en sus pensamientos, Mo llegó a notar un libro nuevo al lado del libro de clases. Amy se inclinó al oído de la joven y susurró.

- "Eres mía ángel" -

- ¡Ahh! - gritó entonces la chica de cabello bicolor.

- "¿Asustada ángel?" - pregunto entonces Mo.

Luego de unos segundos de silencio, las tres chicas comenzaron a reír, hasta que corriendo entró el profesor de biología. Quien les preguntó por la risa, para que luego todas negaran.

- Bueno... al menos no trajo una cebolla dorada- dijo Amanda, logrando que de nueva cuenta las tres rieran.

En la clase de al lado Sebastian y Melisa, que compartían la clase de Historia universal, se preguntaban que causaba tanto escándalo en el laboratorio. Aunque pensándolo bien no querían saber, no fuera a ser que los castigaban de nueva cuenta. Mientras eso pasaba Melisa intentaba no imaginarse a un personaje de anime actuando o hablando mientras su profesora hablaba de Italia y su relación con Alemania. Por otro lado Sebastian se imaginaba que pasaba por la cabeza de su compañera. El conocía el anime/manga que ahora estaba complicando a Melisa, lo conocía ya que la joven más de una vez le había ofrecido hasta el cansancio a las demás chicas que lo vieran, ya que estaba basado en datos históricos reales. Si era una historia de comedia que la había escuchado para saber que pasaba por la mente de la chica cuando en esa misma clase soltaba más de una risa "bien disimulada".

Cuando Melisa logro controlarse notó como Sebastian dejaba sobre su pupitre, ya que estaban sentados uno al lado del otro, una notita. Aprovechó el momento en que la profesora O'Conner se volteó para terminar de dibujar un mapa, abrió el papel que era pequeño, y escrito con lápiz decía "ve~"... pero al voltear lo tenía un "pasta~"...

La risa no se hizo esperar. Melisa había roto en carcajadas, las cuales habían ofendido a O'Conner... pues para ella la historia era parte esencial de la vida de la humanidad. Y mientras se formaba otro escándalo por la risa estridente de la latina, Sebastian sonreía al ver el intento de la profesora por hacer la callar.

"Por otro lado, nuestros héroes Jared, Sierra y Thomas estaban entrando al salón de estudios independientes". Estaban discutiendo sobre Pokemon GO, más que nada toda la polémica que atrajo, Sierra solo hablaba del pequeño Magikarp que tenía, y mientras Thomas y Jared la escuchaban decidieron hablar de las acusaciones o de la manera despectiva que tenían los adultos de hablar sobre dicho juego.

- Lo chistoso es que ni siquiera se dan cuenta que el juego no esclaviza a nadie. - hizo un puchero el chico rapado.

- Lo se Thomas, lo que más me desespera es toda la prensa amarillista que en lugar de preocuparse por la estupidez humana prefiere echarle la culpa al juego. - dijo Jared.

- Como esos idiotas que se cayeron por el precipicio buscando un pokemon -.

- Seguro era un Pidgey. -

- ¿Y si era un Zubat?. - preguntó la chica mientras abrazaba sus piernas.

- Pues sería gracioso, si pensamos en que aquí esta poblado de ellos. -

Y no era mentira, su área, más que nada dentro del colegio, estaba plagada de esos dos Pokemons. La primera vez había estado sacándose fotos con los pokemon, pero dentro de su escuela al estar plagado de casi únicamente de estos dos pokemons llegaba a ser irritante, y desde que estos dos escandalosos hacían tanto problema por eso casi siempre le decían que había un Ponita o un Evee cerca de alguna parte del colegio pero resultaba ser un nido de alguno de esos dos. Obviamente era para hacerlos rabiar, y para dolor de ambos idiotas hasta Sebastian los molestaba con eso.

Y así pasó una mañana de lunes más para nuestros Héroes(¿?).

Lo que pasó dentro del club esa tarde, bueno, es otra historia.