Capitulo 3.

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"¡Santo cielo Gerard! ¿En qué te metiste ahora?" exclamó mi madre acercándose peligrosamente a mí para inspeccionar mis heridas.

Si, a pesar de aquella pelea había regresado al apartamento aún cuando Frank me había ofrecido pasar la noche en su casa para limpiar mis heridas. ¿Por qué? Simple, a Frank le traería muchos problemas por qué su madre se daría cuenta de sus salidas, además de que llegaría con un tipo como yo herido, no querría que le prohibieran salir; y claro que si yo no regresaba a mi casa me traería más problemas de los que ya tenía. Pero claro, no tenía en cuenta que Donna y Mikey me esperaban despiertos en mi habitación.

Mientras ella hacía chequeos a mi cara observe de reojo el reloj digital que tenía en mi mesa de noche; 2:47 am, vaya que el tiempo en una pelea pasaba volando. Luego mire a Mikey, me observaba reprobatorio y negaba en mi dirección, sus brazos estaban cruzados sobre su pecho y mantenía su gesto serio.

"¿Escuchaste Gerard?" dijo mamá.

"¿Eh?" balbuceé obteniendo una mala mirada de ambos.

"Estás en problemas Gerard Arthur Way, en graves problemas" soltó y sin esperar más salió de la habitación claramente molesta. Debí tomar el tiempo de cuánto duro siendo una buena madre y preocupándose por mí antes de volver a odiarme.

"Esto es una jodida mierda" bufé y me deje caer en la cama "quita esa cara Mikey, parece que estás molesto conmigo"

"Lo estoy" dijo mostrándose indiferente.

"¿Podrías decirme que tanto dijo Donna? Por favor" pedí sonriéndole, o al menos haciendo un intento de sonrisa que muy posiblemente terminó en una mueca extraña.

"¡Eres imposible Gee!" exclamó rodando los ojos para después ponerse de pie y acostarse a mi lado "dijo que tenías prohibido salir y que te vigilaría, lo demás ya lo sabes de memoria" claro que lo sabía, el típico '¿por qué no eres como tu hermano? No sé por qué eres mi hijo, siempre metiéndote en problemas, has algo bueno de tu vida'.

"La odio" bufé pero eso no era algo nuevo.

"Ahora cuéntame que te pasó, ¿por qué tienes la cara hecha mierda?, digo, más de lo normal" cuestionó y le di un golpe en el brazo "auch" se quejó.

"Por idiota" me excusé y cerré mis ojos con fuerza como queriendo recordar todo lo sucedido aunque había pasado hace menos de dos horas. Por más que lo intentara solo podía ver a Frank, destrozado por mi estado "fue por un chico" solté, mínimo no estaba mintiendo.

"¿Un chico?" cuestiono, arqueando una ceja.

"Si, lo molestaban unos estúpidos que estaban drogados, sabes que no me iba a quedar de brazos cruzados" dije y el asintió.

"Lo sé Gee, sé que tienes un gran corazón y eres una buena persona" dijo y me sonrió "solo espero que algún día mamá lo note"

"Lo dudo, ella me odia" dije.

"No es así, sé que te ama como a mí e incluso más, solo está cegada por el dolor" murmuró como pensando si su respuesta estuvo bien y le asentí "ahora ven aquí, debo lavarte esas heridas antes de que se infecten"

"Sabes que te amo, ¿verdad Mikey?"!le hice saber poniéndome de pie junto a él.

"Lo sé Gee, lo sé"

-

Esa noche que Donna dijo que tenía prohibido salir y que me estaría vigilando, hablaba en serio. Incluso creo que no he visto la luz del día en horas.

Las ventanas están cerradas con el seguro y ella de alguna manera los retiro y dejo las dejo permanentemente cerradas. Cada 30 minutos pasaba a ver qué hacia para cerciorarse de que sigo en casa y no estoy intentado algo. Literal, creo que ni en la carcel hay tanta seguridad.

Afraid; frerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora