.Capitulo 11.

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Me quite las molestas converse y me tire boca abajo a la cama. Cielos, había sido un día bastante largo.

Había estado ayudando a Donna todo el día con algunas labores del departamento y luego había tenido que acompañar a Mikey del otro lado de la ciudad para buscar unos materiales que necesitaba para la escuela. Había sido demasiado para mí y mi cuerpo acostumbrado a solo comer, dormir y leer cómics.

Solo quería dormir y despertar hasta mañana muy tarde y luego ir a visitar a Frank para hacer tonterías con el.

Estaba apunto de quedarme dormido, apunto... pero fuertes ruidos provenientes de la sala de estar me interrumpieron. Mire en dirección al reloj digital; no pasaban de las 9 de la noche, normalmente no solemos tener visitas a estas horas. Los ruidos fueron más fuertes y seguido se escucharon dos golpecitos en la puerta de la habitación.
"¡Pase!" exclamé y me senté rápidamente en la cama. La puerta se abrió y una Donna angustiada apareció en mi campo de visión.

Algo malo había pasado.

"Vino Linda, dice que Frank se escapó" dijo e hizo una mueca "ella está aquí."

"En un momento estoy listo" murmuré.

Me puse de pie y volví a ponerme las converses junto con una chaqueta. Estaba cansado, tanto que no sabía si esto era solo un sueño o realmente estaba pasando.

Salí de la habitación y en efecto, la señora Iero estaba ahí, sentada en el sofá marrón con el rimel corrido mientras mamá le daba palmadas en la espalda y Mikey las observaba desde la cocina.

"¿Dónde está Frank?" pregunte acercándome a ella y al instante se puso de pie.

"¡Gerard! ¡Santo cielo! no tengo la menor idea, llegue a casa de hacer unos mandados y no estaba por ninguna parte y, debemos encontrarlo Gerard... lo sabes, sabes que no puede exponerse así" dijo la mujer hablando rápidamente. Yo solo asentí y mire rápidamente a Donna.

"Esta bien, encuéntralo, por favor" dijo ella. Sonaba cansada, sabía que a ella no le gustaba como me estaba poniendo en riesgo por Frank todo el tiempo, pero no le quedaba más que aceptarlo.

Salí junto con la señora Iero, ella venía balbuceando algunas cosas a las cuales no le presté mucha atención. No terminaba de entender por qué Frank había escapado, la última vez que lo vi estaba bien...

"Lo busque en todos los lugares que sabía que frecuenta pero no estaba ahí, no sé dónde pueda estar pero quizás tú sí, necesito que me ayudes Gerard" murmuró y me miró suplicante. Vaya que había cambiado mucho el aspecto de la mujer desde la vez que la conocí, había muchas arrugas en su rostro y sus ojos lucían cansados y angustiados.

"Esta bien, no se preocupe. Lo encontraré, lo prometo" dije convencido, no importaba cómo, pero lo iba a hacer.

(...)

El primer destino fue el parque que estaba cerca de su casa, siempre estábamos en ese lugar pero desde que descubrió de su cáncer no había puesto ni un solo pie en el lugar. Tal vez regreso.

Apure mi paso y llegue pero nadie se encontraba en el lugar. Lo busque por todas partes, hasta en las que era imposible que estuviera pero no lo encontré.

Bien, no conocía más lugares en los que podría estar y eso me hacía sentir algo mal, ¿tanto lo desconocía?

Me senté en la banca y rebobine en mi cabeza a qué lugares he ido con Frank. ¡Boom! al instante recordé aquella ocasión que lleve a Frank a tomar un café cuando nos conocimos. Me puse de pie y comencé a caminar hasta ahí.

Maldición, hacia mucho frío, ¿Frank llevará un abrigo puesto? ¿Se sentirá bien? ¿Le habrá pasado algo? muchas dudas se instalaron en mí y no sé en qué momento pero estaba corriendo, estaba preocupado por Frank y solo quería encontrarlo y saber que estaba bien, que estaba seguro.

Llegue a la cafetería agitado y camine directamente al mostrador donde una joven preparaba todo para cerrar el establecimiento.

"Hola, yo, bueno, ¿de casualidad no ha venido un chico, bajito, pálido con el que he venido antes?" pregunte en cuanto me acerqué a ella. La chica me miró dudosa por unos segundos y luego hizo de su boca una 'o'.

"¡Ya sé de quién me hablas! si, ese chico estuvo aquí hace como unos 40 minutos, ¿no es así Rose?" dijo y fue entonces que note a la otra chica a sus espaldas.

"Así es, lucia algo, mal" dijo Rose, como recordando cuando Frank estuvo ahí.

Les agradecí y salí rápidamente. Bien, Frank había estado ahí pero, ¿ahora donde lo encontraría? ¿Dónde podría encontrarse un chico como el?

El fuerte sonido de un trueno me saco de mis pensamientos, genial, ahora estaba apunto de llover.

Camine sin rumbo por un buen rato, no tenía ni la menor idea de hacia a donde iba, solo estaba caminando con las esperanzas de toparme a Frank por ahí, ¿pero cuántas posibilidades hay de qué eso suceda? no muchas.

Bufé cuando sentí la pequeña gota de agua caer justo en mi mejilla y posteriormente otra, y otra, y otra. Apure aún más mi paso y seguí caminando aunque ya ni siquiera reconocía el barrio donde estaba. La lluvia se intensificó poco a poco hasta dejarme empapado, pero aún así seguí caminando, no iba a parar hasta encontrarlo.

Estaba tan cansado que fugazmente tome en cuenta que podría desmayarme o que podría pasarme algo por estar desprevenido.

"¡Frank!" grite en medio de la nada, pero el único sonido era el de las gotas colisionar con el suelo "¡Frank!" seguí gritando.

Comencé a ver todo borroso, ¿era la lluvia? ¿el cansancio? Me detuve por un instante a descansar y mire a mi al rededor, había varias casas y al final de la calle, un poste de luz, debajo de este un chico parado que miraba a la nada.

Frank.

"¡Frank!" grite, no creyendo del todo que fuera el "¡Frank!" volví a gritar y comencé a caminar hasta el. Sin dudas era el, era mi Frank.

Llegue hasta el y lo abrace muy fuerte pero él no me respondió al abrazo.

"Estábamos tan preocupados de ti, no vuelvas a huir nunca Frank" dije aferrándome más a él.

Luego me aleje para mirarlo, seguía observando a la nada y sus ojos lucían rojos e hinchados. Estaba llorando.

"¿Por qué lloras?" le pregunte, mirando su perfil. Entonces el miro hacia el cielo y sonrío levemente mientras cerraba sus ojos.

"Solo quería salir un rato y relajarme, como en los viejos tiempos" murmuró.

"Nos diste un susto a todos" confesé.

"Perdón" dijo sin más. Parecía que disfrutaba mucho como las gotas chocaban con su piel.

"¿Por qué te fuiste así?"

"¿Sabes, Gerard? dicen que cada átomo en nuestros cuerpos alguna vez fue parte de una estrella..."

"Fran..."

"Tal vez no estoy muriendo Gerard."

"Basta Frank, por favor— murmuré"

"Tal vez estoy, no sé, regresando a casa. Como la vez de la lluvia de estrellas, ¿la recuerdas?" dijo y me miró por primera vez. Yo asentí levemente "desde esa vez yo tenía el presentimiento de que, algo estaba mal en mi"

"Vámonos a casa, por favor" Frank negó un par de veces y siguió ahí de pie mientras lo observaba con el corazón hecho pedazos.

Fue entonces que caí en cuenta de algo; Frank realmente me estaba dejando.





capitulo re kk. perdón.

Afraid; frerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora