Una nueva guerra va a comenzar. Parte dos.

140 19 11
                                    

Enero 28.

-Lizzie-:

Me levanto sin dejar de pensar en el sueño de hace unas horas, por un lado me siento bien, porque al fin pude estar con Ruggero, después de tanto tiempo. Pero por otro lado me encuentro asustada. ¿Por qué dijo que una nueva guerra va a comenzar

¿Será que los sueños son sólo eso? ¿Sólo son sueños?

No lo creo. Ruggero me quiso decir algo, estoy completamente segura. 

••••

Cuando he terminado de arreglarme, agarro mis cosas y bajo a desayunar, tengo bastante tiempo.

—Buenos días —saluda mi madre con una gran sonrisa, al ver mi rostro de confusión, se acerca despacio a mí—. ¿Qué sucede, Lizzie?

Mi padre quien no había despegado su vista de su desayuno, me mira, tiene unas leves bolsas bajo sus ojos y ellos se encuentran rojos. Estuvo llorando.

—Tuve un sueño muy... Extraño... Pero te lo cuento después, mamá.

—¿Qué sueño tuviste, pequeña? —pregunta papá, mientras me indica que me siente frente a él. Así lo hago y espero que sirvan mi desayuno.

—No creo que deba contártelo... No a ti —respondo cuando llega mi desayuno y comienzo a comer.

—¿No a mí? ¿Soñaste con ese muchacho, Jake? —alzo mi mirada de una sola.

—¿De qué hablas, papá? No he soñado con Jake, soñé con... Con mi tío Ruggero.

  Su rostro serio se torna a uno triste y agacha la cabeza.

Sigo con mi desayuno y segundos después mi madre se sienta a mi lado.

Después de unos minutos de silencio incómodo para todos, papá decide hablar.

—¿Qué... Qué soñaste?

—Papá, no es conveniente que te lo di...

—Lizzie, te estoy pidiendo de una manera muy moderada que me lo digas, no hagas que explote —me mira con enojo, a lo que yo volteo a observar a mamá y ella asiente con la cabeza.

—Soñé —digo y sonrío—. Que me decía que nos extrañaba, que quería que todos en especial tú fuéramos felices sin él... Que no sufriéramos más... Que estaba feliz porque aceptaste ser el heredero de su empresa... Y otras cosas... Y cuando nos despedimos, me dijo que una nueva guerra va a comenzar muy pronto.

Oigo como mi madre deja caer el vaso de jugo que traía en su mano, regando el líquido por su ropa y el vaso quebrándose en el suelo.

Y luego todo se vuelve en cámara lenta, a mi padre se le resbalan los cubiertos de las manos y también caen al suelo, se levanta y comienza a tirar todas las sillas del comedor, exceptuando las de mamá y la mía. Ya no oigo nada, sólo soy capaz de ver. Mamá se levanta, empezando a llorar, y gritando cosas a mi papá, que no consigo oír, él sólo niega con la cabeza y se va. Cierro mis ojos mientras las lágrimas recorren mis mejillas. ¿Qué había pasado?

¿Qué dije?

¿Qué hice?

—Soñamos lo mismo —susurra mi madre, con su voz quebrantada. Alzo la mirada, todo ha vuelto a su velocidad normal, pero las sillas siguen en el suelo, y papá no se encuentra.

—¿Qué? —pregunto en un murmuro. Ella asiente.

—Soñamos que Ruggero nos decía que una nueva guerra va a comenzar... Mi niña, ¿sabes a lo que Ruggero se refiere, no? —me pregunta, a lo que yo asiento—. Estamos en peligro Lizzie, y quiero que seas muy madura para saberlo afrontar. No vas a volver a Ashton en autobús, no le das ningún tipo de información privada a nadie que no sean tus amigos de tu plena confianza, no puedes salir sin nosotros o sin tus tíos, no podemos confiar en nadie desconocido, Lizzie, en nadie, ¿entendido?

Asiento, dispuesta a obedecer con lo que me ha pedido.

—Voy a cambiarme y luego te llevo a Ashton, ¿sí? —vuelvo a asentir, y cuando está apunto de irse, la agarro por la muñeca.

—Mamá, ¿qué va a pasar?

—No lo sabemos Lizzie, cualquier cosa puede pasar. Podemos salir bien, como podemos salir no muy bien.

—No los quiero perder —susurro con más lágrimas saliendo de mis ojos, mi madre se acerca y me abraza.

—Yo tampoco los quiero perder.

—Oigan —nos llama mi padre, nosotras nos separamos y lo miramos, está con el cabello despeinado y tiene la respiración agitada—. Martina, sé que no te va a gustar lo que te voy a decir, pero tienen que salir del país por un tiempo, hasta que sepamos lo que está pasando.

—¿Te volviste loco, verdad? Jorge, ¿¡cómo rayos crees que voy a dejarte sólo!?

—Es por su bien.

—No te voy a dejar sólo, Jorge, nunca.

—Mamá —la llamo, ella me observa—. Yo también quiero estar aquí para asegurarme de que papá esté bien, pero tiene razón... Tenemos que irnos.

—Me niego.

—¡Es por su bien, Martina! ¡Al menos piensa en ella! —me señala papá con sus manos—. ¡Ya no eres una adolescente caprichosa! ¡Eres una adulta y tienes que ser más madura para tomar las decisiones, Martina!

—¿¡No puedes entender que no podría vivir en otro lugar sin cerciorarme de que estés bien!?

—¡Lo entiendo, pero tienes que entender que no quiero que nada les suceda a ninguna de las dos!

—No me voy a ir, no me importa que me cueste la vida.

—¿Y si cuesta la vida de tu hija, tampoco te importa?

Ella lo mira y estampa su mano en su mejilla, con rabia.

—No te atrevas a repetirlo.

—¡Lo repito! ¡Porque parece que no te interesa! —grita con más fuerza mi padre, y mi madre se desploma en el suelo, llorando.

Mi padre se agacha a su lado y agarra su rostro entre sus grandes manos, ella ya no está llorando. 

Mamá ya no está haciendo nada.

Se ha desmayado.


OH MY GOD! Jesús, qué capítulo tan... ¡WOW! Sentí una adrenalina escribiendo lo último, WOW, fue súper cool, WOW, debería calmarme ya, ¿verdad? JAJAJAJA.

Hoda mis amores, ¿cómo se encuentran el día de hooy? Espero que muy bien, espero también que les haya gustado éste capítulo.

THE WAR HAS BEGUUUN ah.

¿Qué opinan mis amoreeesh? Quiero muchos comentariosshhh.

Las ama, Danna, bai♥.


Mi padrastro, mis papás, y yo #R3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora