Quería que vieras cómo era tu vida antes.

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Febrero 4.

-Martina-:

Ésto definitivamente es una cosa de locos.

No me gusta decirlo. Y que me perdone Dios si estoy equivocada, y aunque ame a Jorge con todas mis fuerzas, siempre que está presente, mi vida es un caos.

Los sueños significan algo. Y llevamos una semana soñando con Ruggero, en una nueva guerra.

Y de repente aparece la "muerta" ex-novia de Pablo amenazándonos de muerte a todos y cada uno de nosotros, para vengar la muerte de Pablo.

¿Primero finge su muerte y ahora quiere vengar la de Pablo?

Bueno, estoy exagerando algo, fingió su muerte por la misma razón que Scarlett y yo: amenazas. La única diferencia es que no fue Stephie, fueron los maniáticos que tenían Pablo, Ruggero y Jorge de enemigos.

Pero igual. Ella no tiene por qué amenazarnos por una muerte, es el ciclo de la vida, yo muero, tú mueres, él muere, ella muere, todos morimos. Y así sea difícil superarlo, nosotros no tenemos la culpa.

¿Por qué no existen más personas como Scarlett? Durante éstos doce años en los que Jorge estuvo en la cárcel, venía a Londres muy seguido para ayudarme, a Lizzie, a la familia de Jorge, o simplemente para abrazarme y consolarme.

Muy poco Stephie Camarena.

Pero con Shirley era todo lo contrario. Antes me sorprende que aún sigamos vivos después de una semana de su amenaza.

No logro concentrarme en la novela que estoy escribiendo. Qué va, a ésto no se le puede llamar novela. No tengo un argumento, ni un nudo, ni una idea.

Estoy en blanco.

Mónica llega mañana de Colombia, le ha estado yendo tan genial que fue a promocionar su último libro allá. Estoy tan orgullosa por ella. Pero la necesito aquí. Conmigo.

Lizzie no ha parado de preguntar quién es Shirley y qué fue lo que nos dijo que nos tenía tan nerviosos. Ayer discutimos ella y yo.

«—Mamá, no entiendo por qué demonios no quieres decirme quién demonios es Shirley y qué demonios les dijo.

Lizzie, para ti no está permitido ese vocabulario. Y mucho menos que lo digas tantas veces —le respondo intentando evadir el tema. Pero ella no es tan tonta.

¡Mamá ! ¿Qué sucede? Sueles contármelo absolutamente todo, ¿por qué haces excepción ésta vez?

Porque hay cosas que hay que reservarlas, Elizabeth.

Ups, la llamé Elizabeth.

¡Pero yo soy la persona en la que más confías! ¡Tú misma me lo dijiste!

¡Ya basta, Elizabeth! —alzo mi voz—. Te he dicho que eso se reserva, es un asunto delicado, y si no lo quieres comprender, allá tú, ahora vete a tu habitación y no sales hasta la cena.»

Y desde entonces no hablamos, hoy fue a Ashton con Jorge, y ni siquiera me saludó. Ya se le pasará.


Caprichos de adolescentes.

Cierro la laptop y la dejo en un cajón del escritorio de la oficina, mi supuesto lugar para "relajarme, pensar e inspirarme" pero esta semana no ha servido de nada, y la editorial me matará.

Todavía me queda una hora para pasar por Lizzie. Pero no puedo escribir. Nada me sale.

Paso mis manos por mi cabeza y lágrimas comienzan a salir de mis ojos, producto de la desesperación.

Mi padrastro, mis papás, y yo #R3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora