Capítulo 6

22K 1.2K 729
                                    

-¡Me aburro! - Gritó Alycia, zarandeando el cuerpo de Lexa, que estaba sobre el sofá, dibujando en las hojas que la niña le había dado.

-¿Ya no quieres pintar más?

-No... ¿podemos ir a Londres? - Preguntó de forma tímida.

-Pero ya estamos en Londres, monito - Lexa rio.

-Al centro, a los parques chulis.

-¿Eso es lo que quieres? - La niña asintió con efusividad y una gran sonrisa - Déjame que llame a tu mami para ver si podemos, ¿vale?

Lexa se levantó y fue a buscar su móvil, que se encontraba sobre la mesa de la cocina, y se puso algo nerviosa.

No había hablado con Clarke sobre aquel momento que ambas habían compartido mientras veían Cisne negro una noche de la semana anterior. Clarke le hablaba y le sonreía con naturalidad, como siempre. ¿Se lo habría imaginado todo?

Y aunque la rubia parecía no recordar el tema, ella no había dejado de pensar en aquellos dedos que acariciaron la piel de su mano con suavidad, y aquellos ojos de un azul profundo que la miraron con una intensidad que hizo que Lexa no pudiera respirar con normalidad hasta unas cuantas horas después.

Por eso, el nerviosismo que sentía a cada momento que tenía que hablar con la rubia o estar cerca de ella no cesaba, aunque fuera una llamada telefónica como en aquel momento.

Clarke estaba en esos momentos trabajando, pero siempre le decía que podía llamarle para lo que necesitara, así que marcó su número, y un par de tonos después, respondió.

-Hola, Lex - Le dijo amablemente - ¿Todo bien?

-Hola, Clarke. Sí, es sólo que Alycia quiere ir al centro de Londres. ¿Estaría bien si vamos?

-¡Claro! - Contestó animadamente - Sólo tened mucho cuidado, ¿vale? Y no le compres muchas chocolatinas - Dijo esto último con voz divertida.

-Vale, hecho - Rió - Que vaya bien el trabajo, Clarke, nos vemos luego.

-Gracias, pasadlo bien.

Lexa colgó y miró a Alycia, que le devolvía la mirada impaciente y con ilusión.

-Venga, vamos a ponerte los zapatos, que nos vamos.

-¡Yupi! - Exclamó la pequeña, lanzándose hacia Lexa para abrazarla, a lo que la morena sólo pudo reír y devolverle el abrazo a aquella niña tan adorable.

Salieron de casa unos minutos después y se dirigieron a coger el metro para dirigirse a la zona del centro.

Fueron a Hyde Park, donde estuvieron andando y alimentando a las ardillas que habían, ya que Alycia había insistido en llevar con ellas cacahuetes para hacerlo, y estaba resultando de lo más divertido. Aunque la pequeña al principio se asustaba cuando los pequeños animalillos se le acercaban, después de hacerlo tres o cuatro veces estaba muy entusiasmada con esa tarea, y Lexa aprovechó para hacerle unas cuantas fotos, aunque esta vez con el móvil, para enviárselas a su madre más tarde.

Cuando se acabaron todos los cacahuetes, fueron a un pequeño lago que había allí, en el que también había unas barquitas con las que podías dar un paseo.

-Ey, monito - La llamó Lexa mientras rodeaban el perímetro del lago - ¿Te gustaría subir en una barca de esas?

-¿En esas de ahí? - Las señaló y Lexa asintió - ¿Pero y si me caigo?

-No te vas a caer, te lo prometo - Le dijo mientras se arrodillaba para estar a su altura y le acariciaba la mejilla - Además, puede ser muy divertido, ¿no crees?

BabysitterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora