Capítulo 15

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Lexa se removió entre las sábanas cuando notó que algo le hacía cosquillas en la cara. Frunció el ceño y giró el rostro aún con los ojos cerrados, intentando que aquello no le molestara. Empezó a abrirlos cuando sintió un peso sobre su cuerpo y oyó una ligera risita. En cuanto se acostumbró a la luz que entraba por la ventana, pudo enfocar a unos ojos azules, una cabellera rubia, y una sonrisa traviesa sobre ella.

En ese momento, los recuerdos de los últimos momentos del día anterior llegaron a su mente, y sonrió internamente recordando las últimas palabras de Clarke antes de que se quedasen durmiendo con sus manos entrelazadas y sus rostros a apenas centímetros, mientras Alycia descansaba sobre Lexa. Giró la cara y vió a Clarke profundamente dormida, mirando hacia su dirección. Estaba preciosa.

-Pero bueno, ¿qué haces despierta? - Le preguntó divertida a la pequeña con un susurro en cuanto volvio a enfocarla a ella.

-Ya es muy tarde, Lexa. - Dijo cruzándose de brazos, y la morena miró hacia la mesilla de noche, donde había un reloj.

-Pero si solo son las ocho de la mañana, monito. - Le hizo cosquillas, haciendo que la niña riera, pero Lexa le indicó que no hiciera mucho ruido ya que Clarke seguía dormida. - ¿No quieres dormir un poquito más?

-No, vamos a despertar a mami. - Le sugirió.

-¿No deberíamos dejarla dormir? Seguro que está muy cansada...

-¡No! Hoy es día de jugar. - Aseguró la niña, a lo que Lexa rió levemente.

-Está bien, pues. - Le dedicó una mirada cómplice antes de que ambas se giraran para estar más cerca de Clarke.

-Si le das un besito seguro que se despierta. - Alycia se tapó la boca mientras reía tras decirlo.

-¿Tú crees? - Lexa llevó una de sus manos hasta su barbilla, haciéndose la pensativa y la niña asintió con una gran sonrisa. - Está bien.

Lexa se inclinó sobre Clarke con cuidado, y besó el puente de su nariz y luego sus labios suavemente, notando cómo Clarke se removía. Miró a Alycia y las dos se miraron sonrientes.

-Venga, ahora tú, a ver si se despierta. - La animó la morena.

Alycia repitió lo mismo que había hecho Lexa segundos después y luego ambas empezaron a dar besos por toda la cara de Clarke, provocando que la rubia abriese los ojos confundida a los pocos segundos, haciendo que Lexa sonriera ampliamente al ver esos preciosos ojos azules.

-¿Qué se supone qué hacéis vosotras dos?

-Darte los buenos días, mami. - Le dijo Alycia, justo antes de tirarse sobre ella, abrazándola.

-Buenos días cariño. - Besó su cabeza y dirigió su mirada a Lexa. - Buenos días a ti también. - Estiró su mano y acarició la mejilla de Lexa, haciendo que ésta besara el dorso de su mano.

-Buenos días, Clarke. - Bajó su rostro hasta estar a la altura de la rubia y depositó un suave beso en sus labios, notando el suspiro que Clarke notó contra su boca antes de separarse.

-Bueno, ¿por qué estamos ya despiertas? ¿Es que acaso es tarde? - Preguntó una vez que las tres estaban tumbadas de nuevo, Alycia sobre las piernas de su madre y Lexa con su brazo sobre la cintura de Clarke, mientras que ésta se lo acariciaba.

-Es que tu hija es muy madrugadora. - Dijo Lexa, mirando con los ojos entrecerrados a Alycia, haciendo que la pequeña riese.

-Es que hoy es día de jugar, mami.

-Pero es muy temprano cariño. - Le explicó Clarke. - Con lo bien que se está aquí en la camita...

-Es es cierto. - La apoyó Lexa, que le dedicó una sonrisa.

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