Capitulo 8 parte 2

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Sebastián

Me despierto con un sobresalto cuando siento la puerta de entrada cerrándose de un portazo. Veo la hora en mi celular. ¡Las 11 de la mañana!

Me arreglo rápidamente y salgo volando de mi habitación. Intento no meter mucho ruido una vez que cierro la puerta detrás de mi para que Carmen no se de cuenta de que acabo de salir.

Entro a mi auto y acelero. No puedo creer que me quedé dormido. Desde que entramos a clases no he llegado tarde ni una sola vez. Aunque tiene mas que ver con que me gusta ver a Rose antes de entrar a clases que de otra cosa.

Cuando entro al colegio la secretaria me detiene un par de minutos para darme un pase y una reprimenda por haber llegado tan tarde, junto con una advertencia de que la próxima vez no será tan fácil.

— No se preocupe — Le digo guiñándole un ojo — No volverá a suceder.

Cuando entro, el patio es un hervidero de actividad. Supongo que llegué justo para el segundo receso. Intento localizar a Rose pero no logro verla por ninguna parte. Así que me siento en una de las muchas bancas que hay por allí y pacientemente espero a que termine el receso para poder verla.

No pasa mucho tiempo antes de que me de cuenta de que algo extraño está sucediendo. Las chicas me miran para luego alejar la mirada rápidamente para reír nerviosamente entre ellas. Y algunos de los chicos me palmean la espalda como si me estuvieran felicitando por algo. Los aparto con un brazo y estoy a punto de exigirles que me digan que demonios esta pasando cuando Sergio me salva de hacerlo.

Se sienta a mi lado y golpea mi brazo — Así que ya sellaste el trato ¿Eh?

Me echo para atrás para mirarlo — ¿Qué? ¿De que demonios estas hablando?

— Um — Él me mira asombrado — Pues, ¿Cómo digo esta sin que suene mal?. Todos andan diciendo que pasaste la noche en casa de Julie. Y antes de que preguntes. No, no a dormir.

Me paro de un salto— ¿Qué demonios?

— ¿Así que no es verdad?

— Claro que no, ¿Dónde demonios oíste eso?

Sergio me mira pareciendo casi asustado — Am, yo... me lo dijo Daniela... pero todos andan comentándolo.

Me alejo mucho antes de que él pueda terminar la oración. No puedo creer lo que está sucediendo. Simplemente no puedo. ¿Las personas no tienen vida propia de la cual preocuparse? ¿Por qué difundirían un rumor así?

Encuentro a Daniela y le pregunto tan calmadamente como puedo donde oyó ese estúpido rumor. Tengo que llegar al origen de esto. No se puede quedar así. Daniela me dice con voz entrecortada — supongo que no hablé tan calmadamente como pensé — que lo oyó de otra persona. Así que voy hacia ella y así sucesivamente hasta que todo esto me lleva a Vanessa. No debería sorprendente.

Ella se muerde el labio en cuanto le pregunto lo mismo que he estado preguntando a los demás — Bueno, prometí no decírselo a nadie, pero Teresa te vió saliendo de casa de Julie hoy temprano en la mañana.

Eso es todo. Creo que estoy a punto de malditamente estallar. Tomo respiraciones profundas para intentar calmarme, pero no creo que este funcionando muy bien.

Dios, Rose. Ella debe saberlo a estas alturas. Odio que todo esto le esté sucediendo por mi culpa. Si ella estuviera saliendo con cualquier otra persona estoy seguro de que esto no estaría sucediendo.

Cargo hacia donde está Teresa riéndose con sus amigas y la enfrento. Ella palidece en cuanto me ve.

¿Solo un rumor? - #3 ¿Solo un beso?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora