Capítulo 16

80 8 9
                                    

Me encontraba camino a un edificio que no conocía, junto a un chico que hace momentos había intentado secuestrarme, para conseguir una gema que liberaría a un demonio ancestral, y de seguro me mataría. La vida da unos giros inesperados. ¿Cómo me había convencido? Pues de alguna manera sabía mi punto débil, y supo utilizarlo muy bien.

—Toma mis manos —había dicho.

—No —repliqué.

Me había vuelto para caminar directo a donde estaría Nydia, de seguro esperando impaciente por mí. Mi cuerpo aún seguía tenso y preparado para cualquier ataque, en mi mente los hechizos bullían, a un paso de ser lanzados por mi labios.

—Sé lo de Kol Bullstrot.

Mis pies de detuvieron de repente, al igual que mi respiración, y estaba segura de que él no podía verlo, pero mis ojos estaban muy abiertos. Tomé una profunda respiración.

—A estas alturas la mitad del mundo debe saberlo —dije, en una voz que no era para nada la mía. Esa oración se me había ocurrido de repente, y no pude evitar darme cuenta de lo verdadera que era, en cierta forma.

Emprendí de nuevo mi caminar, con respiración irregular.

—¿Te contó de su primo Mark con...? —inquirió.

—... Problemas con el pie izquierdo. —contesté de vuelta con voz queda.

«—De seguro te caería bien, es de tu tipo.

—¿Ah sí? ¿Cuál es mi tipo?

—Alto, misterioso, rengo.

No pude evitar reír

—¿Desde cuando me atraen los rengos?

—Cuando conozcas a Mark.»

Reproduje la conversación en mis recuerdos, añorando cada pedazo. Y sintiéndome cada vez más cansada. Estaba cansada de la rebuscada manera del mundo de jugar con mis pasos, las coincidencias no existían, todo era un juego que yo no sabía ganar. Echaba de menos lo fácil que era mi vida antes de huir, antes de todo.

—Eres Mark, ¿no es así? —dije con voz dura, aún de espaldas, y con los puños apretados a mis costados.

—Preferiría Marcus, si no te importa —replicó—, y ella te engaña.

Y así, gracias a ello, me encontraba caminando hacia lo desconocido —literalmente—, con más dudas que respuestas, y la incapacidad de formular la pregunta correcta. Claro que, ni por un segundo creí que alguien fuese a responder mis preguntas.

El sol había bajado, aunque su implacable resplandor seguía sobre nosotros sin dar tregua. A mi lado pasaban edificios de arquitectura simple y pintura llamativa, plantas enredaderas colgando de materos artesanales. Marcus cada vez apresuraba más el paso, y yo no podía hacer más que seguirle.

Llegamos a un bar, con una chica morena de cabello caoba tras la barra, deslizando un paño perezosamente por la superficie. Joe's, rezaba un anuncio fluorescente pegado a la ventana. Dentro estaba vacío, las sillas acomodadas encima de las mesas, y mi primera impresión fue que si un cigarrillo caía al suelo por accidente todo el lugar se prendería en llamas; la cantidad de madera a la vista era increíble. La chica sonrió de lado a Marcus, soltó el trapo, y luego para mi sorpresa, apuntó a Marcus con una pistola.

—Que gusto es verte, Ash —dijo él.

—Obviamente no compartimos opiniones, Micah —escupió la chica—, o debería llamarte Mark. —Lo último lo pronunció sin quitarme el ojo de encima, por mi parte me obligué a sostener su mirada.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 05, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Círculo de Brujas© #WYNA2016 #PGP2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora