El último tema || CAMREN

Capítulo 16.- Compartir.

Lauren estaba haciendo su mayor esfuerzo por llevarse bien con Dinah, pero al parecer el destino no quería que eso pasara.

La cajera iba en el asiento trasero del auto, pues mi amiga se negó a abandonar su lugar habitual.

— ¿Quieres mi contraseña de netflix, Dinah? —ofreció mi novia. — Ahí está la película que quieres ver. No me molesta compartírtela.

— ¿En serio, Lauren? —la rubia buscó algún signo de mentira. Cuando la ojiverde asintió mi amiga se alegró. — ¡Genial!

No es que mi amiga fuera interesada, la cuestión es que Lauren le agradaba si Normani no estaba presente o ésta misma no la mencionara.

— ¡Va! Anótala. —Lauren me miró con el fin de encontrar una sonrisa que le dijera lo bien que estaba tratar de establecer una buena relación con mi amiga. Por supuesto que se la cedí.

En el momento en que Dinah teclearía en sus notas la contraseña, su celular comenzó a sonar y respondió.

Minutos después nos encontrábamos en camino a casa de Normani. Se le había hecho tarde y nos pidió el favor de ir por ella, dado que, si tomaba el bus no llegaría a tiempo.

— ¡Hola, mamasitas! —una divertida Normani nos saludó en español al entrar al auto.

— ¿Desde cuando sabes español? —interrogué. Yo le decía algunas palabras en español cuando nos aburríamos en clase, pero no recordé enseñarle eso.

— Mi queridísima Lauren me lo enseño ayer. —Desde el espejo vi a mi novia y a mi amiga reírse. Inconscientemente me puse celosa.

— Mila también me enseña palabras en español —Dinah salió a la defensiva. Me di cuenta que tanto ella como yo estábamos celosas.

— Pero Camila no tiene el acento de Lauren —la morena contrapuso.

Permanecí callada. Si hablaba no sería yo, sino mis celos.

— Ya. Deja te doy la contraseña, Dinah —Lauren pareció notar lo tenso que se puso el ambiente.

— No tienes que dármela —parecía hacer su mayor esfuerzo porque sus celos no se notaran, pero era imposible. Es difícil de creer que Normani no los captara.

— Es 22673647735 —escuché y después grabé perfectamente los números.

El transcurso hasta la universidad fue silencioso por mi parte. Normani y Lauren se la pasaron riendo de chistes que no entendía porque eran respecto a la serie que ambas veían.

Mentiría si dijera que no me molestó que mi novia no me hiciera caso durante todo el camino, y también que su intención de hablar más con Dinah no se lograra por culpa de Normani.

Llegamos a la universidad y todas bajamos del auto. Mis amigas se despidieron de Lauren, —Dinah más a fuerza que de gana— y entraron a sus respectivos salones.

— ¿Nos vemos más tarde? —mi novia me tomaba de la cintura mientras yo cerraba el auto.

— Supongo —no quería ser cortante, pero lo celos me estaban dominando.

— Dime qué pasa —a Lauren no le gustaba andarse con rodeos. Era algo que agradecía mucho, eso nos evitaba muchos problemas innecesarios.

— ¿De qué? —traté de zafarme de su agarre.

— Ese "supongo" no fue como todos tus "supongo" normales.

— Claro que lo fue.

— Camila. Dime qué hice.