Capítulo 21.- Vulnerables.

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Pese a tener que soportar a Troye, ir a ver el progreso de la banda cada semana se había convertido en una de mis actividades favoritas.

Ahí estábamos, unos días antes del cumpleaños de mi novia, ella junto a mí, sentadas en un pupitre color madera que Ally había conseguido para sentarse a escribir cada que llegaba su inspiración.

— ¿Pueden quitar sus traseros de ahí? —la amiga de mi novia caminó hacia nosotras. — No quiero estar escribiendo después, y que me llegue un olor desagradable.

— Querida, amiga —gruñó la cajera mientras rodeaba con su mano derecha mi cintura. — Matarías porque nuestros traseros dejaran un olor aquí.

— No lo creo. —La más baja hizo una expresión de asco y empujó a la ojiverde tratando de sacarla de si asiento. — Ahora quitense. Necesito escribir antes de que los chicos lleguen.

Nick había terminado ya con Zayn, y ahora tenía una relación con un coreano que acababa de mudarse a su vecindario. Bea seguía soltera, pero al parecer un chico llamado Shawn la estaba pretendiendo, sin embargo, a ella parecía no agradable. Y Troye seguía con esas indirectas para mi novia.

— ¿A dónde fueron? —justo cuando terminé de hablar, Troye cruzó la puerta y respondió mi pregunta.

— Fuimos a conseguir entradas para una fiesta —su arrogante voz nunca podía faltar.

— ¿Qué fiesta? —mi novia habló para Ally, mientras se ponía de pie y yo la imité.

— Los chicos dicen que quizá necesitamos conocer historias de las personas —la castaña tomó lugar en la silla del pupitre y sacó su cuaderno blanco, decidida a escribir. — y de las historias escribir canciones. Ir a fiestas es una solución. —Me reí.

— ¿Van a ir a las fiestas a usurpar los temas de su futuro álbum? —esta vez pregunté yo.

— No, Camila —Bea respondió cerrando la puerta por la que acababa de pasar. — Vamos a darles una canción a la historia de alguien.

— Es lo mismo —me defendí sonriéndole.

— Pero el mío suena mejor —protestó acercándose para besarme en la mejila.

— ¿Quieren venir? —ofreció Nick saludando de la misma forma que Bea.

— Yo conseguí una entrada para ti, Lauren. —No creo que sea necesario decir quién habló.

— ¿Cuándo es? —ignoró a Troye y se dirigió a Bea.

— El día de tu cumpleaños —mi ojiverde quedó callada unos segundos.

— Yo les avisó después —me alegré de que "rechazara" pues yo tenía planeado algo para ese día.

Todos se elevaron de hombros y tomaron sus lugares para empezar a practicar el sonido de la futura canción que Ally escribiría.

Lauren fue con Bea. Había adquirido el gusto por subirse al columpio de ésta. Yo me quedé con Ally.

— ¿Nada aún? —me arrodillé frente al pupitre mirando a la bajita concentrarse en escribir con esa pluma negra de punto fino.

— Nada —resopló con decepción.

— La inspiración llegará sola en algún momento.

— ¡Ay, Camila! —hablaba bajo. — Siento una gran carga. Si yo no escribo algo, jamás podremos cantar.

— No te preocupes, Ally —le regalé mi apoyo y una mano para acariciar la suya. — Ellos no van a culparte, saben lo difícil que es, además ya te dije, pronto algo se te ocurrirá.

El último tema || CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora