Capítulo 10: Visita Del Doctor Marco

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Hola! Solo queria decir que éste capítulo será contado del punto de vista de Christopher nuevamente. :)

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Christopher

Agarro los archivos y los meto en mi bolsillo derecho. Aún me cuesta analizar todo lo que he leído y escuchado. Empiezo a ver los libros que están en la biblioteca. Todos los libros son azules, excepto uno que es de color gris. Niguno tiene titulo ni nada, excepto uno. Uno que dice "llave". Lo agarro y abro en una de las páginas, pero se cae un sobre y otra llave. El libro está todo ahuecado. Lo guardó y agarro las cosas.

Guardo la llave en mi bolsillo, y abro el sobre. Hay una hoja negra doblada, en ella hay algo escrito.

¿Cómo voy a salir de éste labrinto?

Ésto lo debe haber escrito Morgan. Por un momento, me da lastima ese pobre hombre... pero luego recuerdo que nos tiene secuestrado, y mi ira vuelve... pero, ¿es él el que nos tiene secuestrado? ¿Es ese Morgan que conocí el primer día? ¿El buen tipo? No lo sé, tendré que descubrirlo.

Salgo de la habitación despacio, mirando hacia todos lados, pero no aparece. Agarro la carta que se encuentra en la mesa redonda en el medio de la sala, y luego voy a decidido a la puerta número 9. Depósito de armas.

Entro, y veo una habitación pequeña pero con una pared inmensa, y un estante al lado. La habitación está iluminada por una luz roja, ésa luz me hace marear. Veo en la pared enorme, miles de armas, por suerte conozco a la mayoría gracias a mi abuelo. A él le gustaba coleccionar armas, pero nunca las usaba.

Veo armas como una M9, Desert Eagle, AK47, cuchillos, navajas, machetes, escopetas... y... tambien hay granadas. Me quedo sin aliento al ver las granadas, no reconozco a ninguna, mi abuelo no coleccionaba nada de ésto.

Agarro una navaja y la M9, y me fijo qué es lo que contiene el estante. Hay munición, hay balas y una pequeña caja auxiliar.

Agarro las balas de la M9 y voy caminando hacia la salida. Pero me detengo cuando recuerdo la llave, debo buscarla.

Empiezo a ver detrás de las armas, y del estante, pero no hay nada. Nada de nada. Sigo buscando hasta por las esquinas de la habitación, pero no encuentro nada. Entonces empiezo a caminar a la puerta con pose de perdedor. Agarro la M9 y paso a colocarle la munición, pero apenas abro el cargador, una diminuta llave cae de ella. Paso a recogerla y salgo de allí.

Otra llave encontrada.

Me dirijo a otra puerta, la puerta 5. Sala de disfraces.

Entro y veo un gran armario. Es una habitación diminuta, solo contiene eso. Abro el armario y veo que el armario está vacio. No hay nada de nada. Meto la cabeza y veo que el ropero es más espacioso de lo que creo, tanto que hasta mi cuerpo entero entra. Empujo la pared del armario y veo que ésta se cae, y hay una habitación detrás de ésta. Ésto se parece a Narnia.

Entro y de repente se prende una luz. Puedo ver miles de trajes y disfraces. Traje de boda, traje de comunión, de iglesia, de escuela y de fiestas. Todos éstos están colgados en una varilla uno detrás de otro. En otra varilla hay disfraces. Disfráz de vaquero, disfráz de cura, disfráz de niño, disfraz de monja y... disfráz de doctor.

Tengo una idea.

Agarro el traje de doctor, y me lo pongo. Me pongo la bata, el barbijo, las botas de cuero, unos lentes, los guantes y el gorro. No es necesario decir que el traje tiene un olor horrible, como si no lo hubiesen lavado hace años.

Empiezo a buscar la llave que se supone está en ésta habitación, y la encuentro en el armario. Está en la esquina derecha de ésta. Detrás de una mini-puerta que me cuesta abrir. La llave es diminuta.

La agarro y salgo de la habitación vestido de doctor. Camino hacia la sala 1. El hospital secreto.

Abro la puerta y veo el gran pasillo y las cuatro puertas a mi derecha. Entro en la primera procurando que Morgan esté allí, pero no está. Veo a Lucila acostada, con la cadena en su pierna izquierda. Está durmiendo.

Me acerco corriendo hacia ella y empiezo a moverla con el fin de despertarla, pero no se despierta. Me acerco a su pecho para ver si su corazón late, y si lo hace, pero con mucha dificultad. Veo que tiene un suero en su brazo derecho, y con un líquido gris espeso en la bolsa médica. No conozco en líquido.

Me acerco a su suero, lo agarro y empiezo a sacarlo de a poco, pero veo que Lucila empieza a convulsionar. No sé que hacer, despego el suero de su piel, y el líquido gris empieza a caer al piso, seguido de la sangre de Lucila. Agarro un pañuelo que hay en la mesa de luz, y la ato en la herida para detener la hemorragia. Lucila sigue convulsionando.

No sé que hacer. Me siento en el suelo apoyando mi cara contra mis piernas y meciéndome. He hecho algo malo, quizás Lucila morirá y todo culpa mía. Maldigo a Morgan y a sus familiares ya muertos. Cuando pienso que Lucila verá la luz, deja de convulsionar y se levanta con rapidez respirando fuerte.

-Lucila, estás bien -digo levantándome del suelo-. ¿Qué era eso?

-¿Qué pasa? -me dice desconcertada- ¿Quien eres? ¿Dónde estoy?

-Lucila, soy yo... Christopher -digo anonadado.

-No conozco a ningún Christopher -dice preocupada- ¿Dónde estoy?

Suero de la memoria.

-¿Qué es lo que te acuerdas? -pregunto nervioso.

-Estaba con mis padres en Miami... eran vacaciones... yo, yo...

Cae desmayada a la cama.

¡Mierda! Lucila fue de vacaciones a Miami con sus padres hace cinco años. Aún no nos conocíamos.

Grito lo demasiado fuerta como para que el mundo me escuche. Tengo que encontrar a ese maldito.

Salgo de la habitación y abro la segunda puerta esperando que esté allí, pero no está. Veo a Michael acostado durmiendo. Tiene el suero de la memoria.

Corro hacia él y se lo despego con demasiada brusquedad, que empieza a perder sangre a lo loco. Busco algo para detener la hemorragia, pero no hay nada, así que corto un pedazo de sábana con todas mis fuerzas y le ato en su brazo.

Empieza a convulsionar de la misma manera en que lo hizo Lucila. Espero hasta que termina, y cuando finaliza, sigue durmiendo.

-¿Michael, estás bien? -Pregunto.

Despierta y me ve desconcertado.

-¿Quien eres?

¡Rayos! No por favor.

-Michael, soy yo, tu mejor amigo -digo con lágrimas en los ojos.

-¿Quien soy yo?

Me tiro al suelo. Ha perdido la memoria entera.

Me limpio las lágrimas y corro hacia afuera. Necesito encontrar a Mara antes de que sea tarde.

Abro la tercera puerta, y la veo a ella. Despierta. Y él junto a ella, poniéndole el suero.

-Christopher, ayúdame -me dice Mara suplicante.

Morgan me mira y abre los ojos y la boca lo más que puede. Deja caer el inyectable que tiene en las manos y se agarra la cabeza dándose golpes contra la pared.

Se golpea tan fuerte que creo que va a morir, pero se detiene bruscamente y empieza a arañarse la cara. Se da vuelta hacia mi y veo que le sangra su cara por culpa de los arañazos.

Sonriente y con la sangre cayendo dá dos pasos hacia adelante, me mira y dice:

-¿Doctor Marco?

-¿Listo para tu última sesión? -Digo con voz franca.

El Hombre De La Cabaña  [Completo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora