Mara
Intento que Lucila deje de sangrar pero es casi imposible. En au herida, tiene diez pañuelos que la protegen pero aun así sigue sangrando.
-Debemos hacer otra cosa -dice Christopher-. Esto no está funcionando.
Pero siquiera pueda responderle, Lucila se despierta y se levanta rápidamente tosiendo.
-¿Estás bien? -Le pregunto acariciando su espalda.
-Si -responde Lucila entre tos-, estoy bien.
Se toca la herida y ve que está sangrando, pero no tanto como hace un instante.
-Me duele muchisimo la cabeza. Me siento mareada, creo que voy a vomitar -dice ésta levantándose rápidamente del suelo y vomitando en una esquina.
-Es normal. Perdiste mucha sangre -digo para calmarla.
-Ay, creo que no puedo seguir -dice tambaleándose hacia nosotros.
-Si quieres quedarte aquí, está bien.
-Tengo una idea -dice Christopher repentinamente-. Podría ir hacia la sala "hospital secreto" y traerle algo para que se componga.
-Está bien -respondo sonriente.
Christopher se levanta y se dirige a la puerta.
-Ten cuidado - le digo preocupada.
-La tendré -me responde acercándose hacia mi y dándome un beso.
Se da la vuelta y sale. Espero que el plan funcione y vuelva con medicamentos, así luego podremos buscar a Michael e irnos.
-¿Hace cuanto estamos aquí? -Me pregunta Lucila.
-No se, media hora desde que te desmayaste -respondo.
-No, no me refiero aquí en ésta habitación. Me refiero que hace cuanto estamos encerrados.
Me detengo a pensar la respuesta. ¿Hace cuanto es que estamos aquí? Más de un día supongo, o quizás menos, pero no sé con exactitud si no puedo ver el sol irse o llegar o tener un relój con el cuál guiarme. ¡Rayos! Deberas que esto me tiene como loca.
-No sé -contesto suspirando-. Quizás un día o dos, o solo unas horas.
Entonces el estómago me empieza a crujir. ¡Dios! Tengo tanta hambre y estoy tan cansada, pero sólo puedo pensar en salir de éste maldito lugar.
Christopher vuelve unos minutos despues con medicamentos, vendas, aguja y agua desinfectante en la mano. Me mira y le sonrío, me da las cosas y miro a Lucila pidiéndole permiso de curarla.
-¿Dolerá? -Pregunta ella temerosa.
-Un poco -respondo sonriente.
Suspira y dice:
-Sólo hazlo.
Dejo las cosas en el suelo y tomo el agua desinfectante, corto un pedazo de venda y le vierto el agua. Empieza a pasarle la venda por encima de la herida y Lucila comienza a gritar.
-¿Estás bien? -Pregunto un poco asustada.
-Si, sólo que arde demasiado, pero tu sigue -dice guiñándome el ojo.
Suspiro y con toda la delicadeza del mundo, sigo desinfectando su herida. Lucila muerde su remera y grita en silencio.
Cuando termino de desinfectar su herida, paso a recoger una de las pastillas, que por lo que veo en la descripción de la botella, son calmantes.
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El Hombre De La Cabaña [Completo]
HorrorMichael, Mara, Christopher, y Lucila deciden viajar a la ciudad natal de Mara para que ésta conozca a su madre. Sin embargo, el coche que los llevaba hacia su destino se rompe dejándolos en el medio de la nada y obligándolos a hospedarse en una caba...