Michael
Despierto en plena oscuridad. Tardo unos minutos en acordarme qué sucedió. No veo a nadie más, ni se dónde estoy. No parece una habitación de la casa de Morgan, estoy muy desorientado, además de tener dolor de cabeza y un dolor intenso en mi mejilla, pierna y brazo derecho.
Me paro de lo que creo es una cama. Aunque esté oscuro, el mundo me da vueltas. Me agarro de la pared, y, cuando quiero caminar, algo me tira del pie haciendo que me caiga.
Un ruido seco se escucha al caerme. El dolor de mi brazo y pierna se hace más intenso. Tanto que empiezo a llorar silenciosamente. Tengo miedo.
De repente, una puerta se abre, y veo entrar un hombre. Me seco las lágrimas, y veo que ese hombre es Morgan. Está vestido como un doctor, tiene anteojos, remera y pantalón verde, y una bata de doctor. En su mano sonstiene una libretita y una lapicera.
Apenas me ve en el suelo, suelta la libreta y lapicera y corre en mi ayuda. Me ayuda a levantarme y me acuesta de vuelta en la cama. No tengo fuerzas para mover mis brazos ni mis piernas. Y menos que menos tengo fuerza para hablar.
-Oh señor, ¿qué hacía en el suelo? -Dice tapándome con las sábanas.
Trago saliva y empiezo a hablar.
-Que... quería -cambio de tema repentinamente- ¿Dónde están mis amios?
-Cada uno en una habitación diferente, recupérandose de las heridas que les causó el choque contra el árbol.
-¿Quien nos disparó?
-Oh, me he olvidado. Mi nombre es Marco, ¿y el de usted?
-Michael. Disculpe, le he preguntado algo.
-Me tengo que ir.
Y sale de la habitación. Es obvio que no me quiere decir quien nos disparó ya que fue él, ¿pero por qué se llama Marco? Su nombre es Morgan... pero quizás su nomre real sea Marco... o quizás se llame de otra forma... Dios, con quién carajos nos hemos metido.
Marco a cerrado la puerta y no veo nada. Empiezo a tocar a mis costados en busca de algo en qué apoyarme y encuentro un interruptor. Lo aprieto y se prende un foco de luz que ilumina la habitación.
Veo que es una habitación muy diferente a las habitaciones de la casa de Morgan o Marco, es más, parece una habitación de un hospital. Estoy en una camilla, a mi costado hay una mesa de luz con herramientas médicas, y un ropero pegado a la pared. Hay otra habitación que sospecho, podría ser el baño.
Empiezo a inspeccionar la mesa de luz. Adentro del únicl cajón que tiene, hay una toalla, y papel. Arriba de la mesa de luz hay una pinza, un bisturi, tensiómetro, tijera, pastillas y píldoras y otros instrumentos que no conozco. No sé por qué tiene todas esas cosas ni tampoco quiero saberlo.
Me destapo y logro ver que no tengo la misma ropa que tenía antes del accidente, sino, que tengo una bata, y una cadena de hierro en la pierna izquierda. La misma que me tiró al suelo al levantarme. Es obvio que Marco no me quiere dejar ir.
Intento sacarme la cadena, pero es imposible ya que tiene un candado. Agarro algo que parece un mini-cuchillo y empiezo a manipular la cerradura del candado, pero por más que lo intento, no cede. Luego de unos minutos, escucho un "clinck" y el candado se abre. Me desato la cadena de la pierna, y procedo a levantarme. Empiezo a caminar lentamente tratando de no caerme ya que mi pierna derecha está delicada.
Voy lentamente hacia el baño, abro la puerta y veo una habitación demasiado diminuta. Hay un lavabo apenas entro, al lado un inodoro y al lado una ducha. Voy al lavabo y me miro en el espejo que tiene.
Tengo mi cara deformada, llena de cicatrices, creo a causa de los vidrios que explotaron en el coche. Parte de mis brazos que veo descubierto están morados e hinchados. Tambien tengo el labio partido y el cuello rasgado. Me miro las piernas y veo miles de moretones y cicatrices aun un poco abiertas.
Lágrimas empiezan a frotar de mis ojos a causa de haberme visto de ésta forma. Salgo del baño y empiezo a caminar en dirección a la puerta por la que ingresó Marco. No me importa que me vea caminando, apenas lo vea, le daré un puñetazo. Él fue el culpable de mis lastimaduras.
Apenas salgo, veo un pasillo largo y tres puertas a los costados de mi habitación. Camino hacia una de las puertas y veo por la perilla que hay adentro. Veo a Mara acostada durmiendo con la luz prendida. No parece que se haya lastimado mucho, pero no entiendo qué hace la luz prendida.
Sigo viendo, y veo a Marco salir del baño de la habitación de Mara. Se acerca a ella con un estetoscopio. Empieza a escuchar los latidos del corazón de Mara. Luego se saca el estetoscopio, y empieza a tocar a Mara. Pero no la toca de una manera que lo haría un doctor, sino, empieza a tocarla como un abusador.
Empieza tocando el hombro de ella suavemente, luego baja hacia el brazo llegando a la muñeca. De repente, toca sus pechos tan fuerte que creo que la quiere violar.
Abro la puerta, y empiezo a correr hacia él. Al parecer, lo tomo por sorpresa ya que se congela. Le pego un puñetazo de parte de Christopher, otro de parte mía, otro de parte de Lucila, y el último de parte de Mara. Estoy tan enojado que lo seguiría golpeando, pero no lo hago. Necesito desatar a Mara rápidamente y despertarla. Saco unas llaves que tiene Marco en su pantalón y abro el candado que tiene Mara en su tobillo. Intento despertarla pero no lo hace. Marco debe haber drogado a Mara. Con las pocas fuerzas que tengo, la saco de la camilla, y la alzo. Empiezo a caminar hacia la puerta, pero veo que Marco se levanta, y, me inserta en la nuca un líquido de una jeringa que tiene en su mano derecha. Suelto a Mara sin querer hacerlo, y empiezo a desplomarme en el suelo.
Estoy conciente de que me muevo. De que alguien me está moviendo, pero no puedo abrir los ojos ni moverme. La persona que me está moviendo, que sospecho que es Marco, me deja en una camilla. La misma del principio.
Empiezo a abrir los ojos de a poco. Los abro, lo suficiente para poder ver algo. Veo a Marco volviendo a ponerme la cadena. Y, cuando se está yendo, se queda quieto y mira al cielo. Empieza a mover la cabeza como loco y a gritar. Se empieza a desvestir mientra se rasguña el cuerpo y habla sólo. Queda en ropa interior y no se mueve. Me mira y viene dando saltitos. Se acerca a mí y se arrodilla a mi lado, y luego dice:
-¿Quieres jugar conmigo?
Cierro los ojos tratando de dormir y de olvidar lo ocurrido, pero no es así. Me estoy componiendo.
-Esperame, ya traigo juguetes y me visto -dice saltando hacia la puerta con una voz que parece de niño.
No soporto más. No tengo sueño ni nada, simplemente me desmayo.
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El Hombre De La Cabaña [Completo]
HorreurMichael, Mara, Christopher, y Lucila deciden viajar a la ciudad natal de Mara para que ésta conozca a su madre. Sin embargo, el coche que los llevaba hacia su destino se rompe dejándolos en el medio de la nada y obligándolos a hospedarse en una caba...