El Sueño

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Esa noche, nos quedamos a dormir en la casa de mis abuelos en Salamanca, ya que habíamos salido muy tarde del hospital, y además al día siguiente Paulina tenía cita con Arturo de nuevo.

Antes de dormir, miles de preguntas rodaban por mi mente. ¿A dónde llevan esas escaleras? ¿por qué nunca veo a nadie usarlas? ¿Por qué después de todos estos años nunca he subido las escaleras?

Me quede profundamente dormida.

Desperté en la sala de espera del hospital, al parecer me había quedado dormida de tanto aburrimiento.

Entonces ví a una niña pequeña, se parecía mucho a mí, de hecho, se parecía demasiado a mí. Tenía puesto un vestido floreado. Estaba riendo. Pero, ¿dónde estaban sus padres? Yo no los veía por ningún lado.

Entonces, un hombre la saludó desde la mitad de las escaleras, la niña corrió hacia el hombre, y yo sentía la extraña necesidad de seguirla. Subimos las escaleras, y lo primero que ví, me resultó familiar. Subiendo se veían cuatro cuartos; hasta el fondo, había un laboratorio. La niña señaló la puerta del laboratorio.

Laboratorio
Gloria Alicia Sánchez Pérez
Química Fármaco-Bióloga.

¡Dios mío! Era el nombre de mi abuela. Definitivamente yo ya había estado aquí. Pero... si mi abuela había muerto hace años ¿por qué en la puerta aún estaba su nombre?

Abrieron la puerta, y al fondo del laboratorio, había una señora haciendo análisis. La señora estaba de espaldas. Se me hacía tan familiar. Entonces, la señora volteó. Apenas alcancé a ver su cara, porque justo un micro segundo después de que volteó, desperté de mi horrible pesadilla.

Todo había sido un sueño. Pero parecía demasiado real. La cara del señor, de la señora, y la niña... yo los conocía...

Pero... ¿quienes eran?

¿Por qué había soñado eso?

¿QUÉ HAY DEL OTRO LADO DE LAS ESCALERAS?

El Misterio De Las Escaleras Del Hospital Donde viven las historias. Descúbrelo ahora