Epílogo

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Ahora que ya sabíamos que mi abuela había sido quien estaba rondando por ahí esos días, ya no tenía de que preocuparme.

Y en un futuro, yo trabajaría en el laboratorio donde ella había trabajado tantos años.

Yo estaba muy feliz, además mi sueño de ser química Fármaco-Bióloga se cumpliría.

Mi tío encontró lo que tenia mi hermana y se podía curar fácilmente con gotas especiales para los ojos.

Y en cuanto a mi, ya no podía esperar para que esté laboratorio fuera mio definitivamente.

Pero esperen... mi abuela estaba aquí porque me vió y quería decirme que el laboratorio era mío.

Pero antes de eso, años atrás, cuando el señor Roberto murió, ¿era el quien hacia ruidos por la noche?

Ay, ¡cuantos misterios en este sanatorio!

El Misterio De Las Escaleras Del Hospital Donde viven las historias. Descúbrelo ahora