El Misterio De Las Escaleras Del Hospital

Día Seis

Entonces, se me ocurrió una idea.

Le pedí a mi mamá quedarme afuera del consultorio, y me dijo que sí, con la condición de que Mary me “cuidara”

Oh, por favor... tengo trece años, ¡se cuidarme sola!

Pero tal vez que Mary me cuidara era una buena idea...

–Mary... –Le dije— Tu... ¿sabes más sobre el señor que murió en la sala de emergencias?

—Bueno... se supone que no debo decirlo pero, se ve que estás bastante interesada en esto y porque eres la nieta de Yoyis te lo diré.

A mi abuela la conocían como “Yoyis”.

La enfermera siguió hablando.

—Cierto día una señora de más o menos 30 años tocó a la puerta del Sanatorio del Señor del Hospital. Venía desesperada con un señor de unos, ¿que será? ¿40 años? Estaba sangrando de todos lados. Tenía cortadas en las piernas y en los brazos y una venda mal colocada en la cabeza. “¡Ayuda, es una emergencia!” gritaba la señora.

–¿Quien era el señor? —pregunté interrumpiéndola.

Mary suspiró.

—Se llamaba Roberto. El huía de la ley.

—¿Y por qué?

—No lo sabemos. Yo fui quien lo cuidaba. Viendo llegó lo pusimos en una camilla y lo llevamos a emergencias. Muchas veces intenté preguntarle cómo había llegado hasta donde estaba. Dijo que estaba siendo perseguido, que tenía que llegar con su familia y que la señora que lo trajo lo vio en e camino y compadecida de el lo llevo al hospital.

—¿El no quería decirle más? —pregunté intrigada.

—No. Nunca supimos quien era su familia. Cuando murió pase horas investigando, pero era imposible, ni siquiera sabía su apellido, y no tenía ninguna identificación.

—Vaya, que misterio —dije.

—Si, y la verdad es que me es muy difícil borrar ese recuerdo. Y encima los ruidos que comenzaron a escucharse...

—Quiero ir. —dije con voz segura.

—¿Que? No puedes.

—Si vas conmigo, seguro me dejaran.