El Misterio De Las Escaleras Del Hospital

Día Cinco

Estaba bastante nerviosa. Ese día iríamos al consultorio, yo ya no tendría que ocultarme de la enfermera. Definitivamente tenía que subir, pero la verdad es que tenía mucho miedo.

Así que cuando mi familia entró a consulta, subí al segundo piso. Después de haberlo pasado ya tres veces, ya no se veía espeluznante.

En el segundo piso, me dió un poco más de miedo.

Subí al tercero, y cuando subí el último escalón, el miedo se apoderó de mí. Sentía que con cualquier ruido me iba a dar un infarto.

Prendí la linterna de mi teléfono.

Me puse a ver las habitaciones que sólo eran tres: uno la bodega, el otro parecía un consultorio de dentista y el último un cuarto pequeño.

En la bodega apenas y me asomé.

El consultorio parecía de dentista por el equipo viejo y abandonado.

Pero el último fue el que me llamó más la atención. Un pequeño cuarto con una pequeña cama, un pequeño armario y un pequeño baño.

Habían cajas de medicina y pañuelos de papel tirados. La colcha de la cama era de color rojo. El baño tenía el espejo roto, y encima había colgado un rosario de madera. Habían unas pantuflas rosas y un trapo tirado.

Ese lugar cada vez se me hacía más espeluznante, así que decidí abandonar la habitación.

Al salir, creí escuchar un susurro.

Isa...

Al principio, intenté convencerme a mí misma de que era producto de mi imaginación, pero luego, confirmé que era real.

Isa...

Sentí escalofríos.

Isa

El sonido parecía acercarse. Se repitió unas tres veces más.

Me asusté, y quedé inmóvil. Me asusté tanto que tiré mi teléfono al suelo, haciendo que la luz se apagara por completo. Pensé en correr hacia las escaleras, pero podía caerme porque no había luz, y además, mis pirnas no me lo permitían.

Isa

Isa

Isabel...

Por fin, pude tomar mi teléfono, y al levantarlo, vi frente mí algo horrible.

Algo que me asustó de por vida.

Tanto que me puso a llorar.

Pero apenas pude verlo.

Porque dejé de apuntar a esa cosa terrible y corrí lo más rápido que pude abajo. Llegué mas asustada que nada.

Y lo peor. Mi abuelo estaba en la sala de espera. Y me vió bajar.

Ahora si que estaba en problemas.