19 "Seducción"

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"No existe nada que cambie mi suerte,

Nada ni nadie, ¡Nadie!

¡Nadie, nadie, nadie! es mejor que yo.

Nada ni nadie podrá detenerme,

Después de todo me siento más fuerte,

¡Nada ni nadie!, ¡Nadie!

Nadie es mejor que yo"

Nada Ni Nadie – Ruggero Pasquarelli

NICK

Me lanzo a mi cama, respiro hondo y trato de sacarme los pensamientos que me han estado molestando esta semana, sé que tal vez fui muy duro con Maykol, pero el que se haya ido y que ni siquiera me lo haya comentado me dejó perplejo.

Aun que se me partió el corazón terminar con él, tal vez es bueno tener un tiempo a solas y poder respirar nuevas cosas, desde que nos besamos por primera vez, mis pensamientos siempre han estado con su compañía, pero creo que es hora de limpiar un poco mi mente y dejar este fin de semana para pensar en las mil cosas que pueden venir.

Sábado por la mañana, Papá me dice en el desayuno, que Eli va a venir para cenar con nosotros, no me molesta ya que ella es una mujer bastante simpática y linda para mí Padre.

Nathan tiene planes para más tarde, y yo solo tengo un computador con la batería completa e internet ilimitado para pasar la noche. Dejo que el día pase sin preocuparme de nada, Eli y Papá cenaron con nosotros y luego salieron a pasear por la calle.

Aburrido me meto al baño para poder darme una ducha nocturna y espero que así tal vez se me pase el aburrimiento, pongo música con mi amplificador mientras Nate me avisa que ya está por salir.

– ¡De acuerdo! – le grito desinteresado, escucho como la puerta se cierra y comienzo a buscar ropa limpia para vestir, aunque no tiene sentido porque solo voy a estar acostado sobre mi cama. Pero me gusta cambiarme de ropa cada vez que me baño.

Me subo la ropa interior y luego el jeans viejo que está bastante roto en las piernas pero que me sigue gustando. Mientras busco una remera para ponerme, Maykol abre la puerta de la habitación y la cierra con seguro.

– ¿Qué rayos haces aquí? – pregunto, luego me doy cuenta que estoy sin camisa, él me ha visto completamente desnudo varias veces, pero de todos modos me avergüenza que me vea.

– Te ves lindo – es lo único que dice, mientras sonríe y se acerca a mí.

– ¿Cómo... como entraste? – le pregunto, mientras apresurado busco una remera para poder ocultar mi desnudes. Distraído en aquello, no noto cuando Maykol está al frente de mí y pasa sus manos por mis brazos desnudos.

– ¿Desde cuándo que no tenemos... tú sabes.

– Aquella respuesta es fácil – respondo enojado – Cuando me acusaste de infiel con Alexander, me lo hiciste sin sentir nada y luego me largué de tú casa porque me sentía indignado.

– Ya ha pasado bastante tiempo – sus ojos brillan mientras habla – ¿Quieres...

– ¡Vete! – Tomo cualquier remera, una roja se instala en mis manos. Me la pongo rápidamente mientras continuo mirando a Maykol con odio.

– Nicholas, ¿Ni siquiera quieres ser mi amigo ahora?

– No – respondo de inmediato – Nuestra relación y junto con ello, nuestra amistad, terminó aquel día que te subiste a tu Jeep y te largaste con tú Madre. Paso por su lado y tomo asiento en mi cama mientras el cabello suelta gotitas de agua cuando me inclino para ponerme los botines negros en mis pies.

Moretones (Mordidas: Parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora