¿Sabes, Natsu? Te amo.

7: Hola, Fairy Tail.

Después de haber dormido, me vestí con otra ropa, me dejé el pelo suelto, me colgué mis llaves, y salí en dirección al gremio.

Cuando estuve frente a sus puertas, alcé la vista, y contemplé el gran edificio.

Respiré profundamente, y con ambas manos, empujé la gran puerta, y entré.

Todos, fijaron su vista en mi, y en menos de un segundo, tenía a todo el gremio alrededor mío.

Tuve que pedir que se alejaran, porque ya no me quedaba oxígeno para respirar. Todos tenían lágrimas por su cara, y yo, pues igual.

-Me hicistes llorar mucho... dijo Wendy abrazada a mí mientras lloraba.

Acaricié su cabeza y sonreí. -Estás hecha toda una mujer, Wendy. -le dije mirándola a los ojos.

Rió y secó sus lágrimas. -Fueron siete largos años. Han pasado tantas cosas por aquí. -dijo sin despegarse de mí. 

-Estoy deseando que me lo cuentes. -dije agarrándola de la mano y sentándome con ella en una mesa.

Todos celebraban mi llegada a Magnolia, aunque me faltaba alguien aquí, alguien que ya se había olvidado de mí.

Dejé de pensar en mis cosas, y puse atención a Wendy.

-Bueno, pues después de que tú te fuistes, por muy increíble que te parezca, todos perdieron la relación con Lisanna, excepto Natsu. Incluso su hermana Mira y su hermano Elfman perdieron contacto. Ellos sabían que lo que te había hecho no era nada lógico. Muchos se distanciaron del gremio durante bastante tiempo, como yo, Levy, Cana... a todas nos dolió tu marcha, aunque ya por fin estás aquí. -dijo sonriendo.

-Siento mucho haberos hecho sufrir, pero supongo que entendeis el motivo de haberme ido... -ella asintió y agarró mi mano -¿Y qué pasa con el maestro? -pregunté.

Parece que esa pregunta no fue buena, ya que agachó la cabeza.

-El Maestro Makarov se retiró hace ya varios años, ahora el maestro es Laxus. El gremio va genial con el en cabeza, pero no es lo mismo.

-Supongo, pero todos confiamos en Laxus, es el nieto de Makarov al fin y al cabo.

Ella asintió dándome razón. -Hablando de Laxus. -dijo levantándose y mirando a mi espalda.

Cuando me levanté y me giré, ahí estaba él, detrás mío, con una flamante sonrisa. Para él parecía que los años no pasaban. Seguía igual de joven y de fuerte.

En menos de un segundo, me encontré entre sus fuertes brazos. Al principio me sorprendí ante su reacción al volverme a ver, pero luego, yo también le rodeé con mis brazos.

Cuando se separó, me miró a los ojos y sonrió.

-Es un placer tenerte en casa, Lucy. -dijo sonriendo- Es cierto, que al principio no me caías bien, -dijo riendo- pero después me pareciste una persona fantástica.

-Muchas gracias Laxus, yo también te añoré, a ti y a todos. -le dije agradecida.

-¿Podrías acompañarme un segundo a mi despacho? -preguntó, a lo que yo asentí.

Cuando llegamos, ambos tomamos asiento.

-Cuando tú te fuiste, hubieron muchas peleas en el gremio, pero ninguna era bromeando. Todos te defendían, ¿sabes? A mi abuelo no le quedó más remedio que expulsar a Lisanna por traición, y después, Natsu se fue del gremio junto a ella. -realmente Natsu la quería... Sus sentimientos hacia Fairy Tail eran muy grandes, y dejarlos por ella, me sorprendía.
-Pero, de lo que quiero hablar ahora mismo... Es de tu poder. -dijo serio, con ambos brazos sobre la mesa.

Yo tragué saliva y asentí. -¿Qué quieres saber? -pregunté.

-¿Qué te ha enseñado Zeref?

-Espera, ¿cómo sabes que fue Zeref? -pregunté.

-Lucy, por favor, respónde a mi pregunta.

-Pues... Él me enseñó Inmovilización Mágica, Magia de vida, Orbe de muerte, Tele-transportación y Balas Mágicas.

-Entiendo... -dijo mientras asentía- ¿Sabes lo increíblemente fuerte que eres ahora mismo? Desde que has llegado a Magnolia, he podido sentir tu magia.

-Lo sé, y si lo que te preocupa esque pueda usarla para algo malo... No tengo intención de ello. El principal motivo por el que escogí esa misión era por su duración.

-Confío en ti, y sé que no la usarás para nada malo, pero por lo que más quieras, ten cuidado. Mucha gente pondrá los ojos en ti, sobre todo gremios oscuros, que querrán tenerte con ellos. Pero sabes, que Fairy Tail estará para protegerte.

Asentí agradeciendo. -Creo que por ahora me podré proteger por mi misma. -le dije intentando no ser borde- Ya he causado demasiados problemas. Con permiso, maestro. -le dije antes de salir de allí.

Para evitar distracciones, usé tele-transporte hasta fuera del gremio. Aún era por la mañana, y decidí usar lo que quedaba de día para encontrar a la persona que un día tant... Oh, cierto, por desgracia, sigo amándola.