Mi dulce desconocido

Especial Max (parte 2)

-Hora de irnos Max -murmuró Sophie acercándose al niño.

-Por supuesto -dijo el chico sonriendo.

¿El motivo de su sonrisa? La diversión ¿Por qué? Su hermano y el novio de este lo observaban atentamente a tan solo unas mesas de distancias. Max le había dicho a Alec que no era necesario, pero por supuesto no se había dejado convencer de su hermanito, quería saber si Sophie era de confianza.

¡Por supuesto que lo era! Sophie era una de las personas de más confianza en del mundo.

Tan pronto como Sophie y Max subieron al auto, el niño pudo ver como su hermano y su cuñado salían de la cafetería solo para pararse fuera de la cafetería, definitivamente los chicos los estaban vigilando, Max soltó una pequeña risa mirando a los chicos, Sophie lo notó y siguió la dirección de la mirada de Max.

-Es tan terrible -murmuró la mujer.

- ¿A qué te refieres? -preguntó el niño.

-Cómo ha cambiado el mundo, ahora es tan normal ver a un par de chicos como novios, el modelo de amor perfecto ha ido desapareciendo...

- ¿El modelo de amor perfecto? -Preguntó Max incrédulo y molesto -no hay modelo de amor perfecto, si dos personas se aman se deberían estar juntas, sin importar su sexo.

-Ey chico, está bien, yo sólo decía que me parece terrible eso...

-Pues es realmente estúpido -dijo Max frunciendo el ceño.

-Está bien, igual son dos chicos ordinarios...

-No son solo dos chicos ordinarios -espetó -Él es mi hermano y el chico que lo acompaña es su novio ¿algún problema con eso? -gruñó el chico sin pensarlo.

Tan pronto como Max pronunció esas palabras, se arrepintió completamente de hacerlo, palideció quedando tres tonos más blanco de lo que era, Sophie estaba exactamente igual de válida al chico y su expresión mostraba sorpresa.

- ¿Cómo que tu hermano? -preguntó la chica.

¿Qué sacaba ya con mentir? Nada, absolutamente nada.

-Pues sí, él se llama Alexander Lightwood y es mi hermano biológico, tú sabes que yo soy adoptado pero nunca me dijiste que tenía familia viva.

-Max... yo, lo siento pero... bueno, prometí a tus padres nunca decirte.

- ¿Por qué? -Preguntó el chico - ¿Por qué me lo ocultaron?

-Max, tú ya tienes una familia.

-Sí, son mi familia, son mis padres, pero ellos también lo son, tengo dos hermanos y una hermana, tú lo sabías y no quisiste decirme nada en absoluto.

-Ya te dije que prometí no hacerlo.

- ¡Tonterías! -gritó el chico abriendo la puerta de golpe.

Magnus y Alec que estaban a punto de entrar al auto, se sorprendieron cuando el niño salió furioso del auto de su nana

- ¿Cómo es que se atreven a decirme que son mis padres pero ocultaron la existencia de mis hermanos? ¿Qué clase de padres te ocultan tal verdad?

Sophie estaba completamente preocupada.

-Tus padres que no quieren perderte.

-No me hubieran perdido, ellos me dieron lo que no pude tener, un hogar, pero eso no importa si me han mentido.