Celos

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Notece que soy super distraida y subi el capitulo de ayer, ahora entiendo por que estaba tan corto :v en fin, gracias a Lyn0410 por corregirme <3 que pena con ustedes chicas >.< este si es el capitulo de hoy >.< perdonme la vida por mi distraccion

Alec intentó ser lo más silencioso posible cuando llegó a su casa... bueno, a la casa que compartía con Magnus, no sólo para no despertar a Ragnor y Catarina, ya era casi medianoche, tampoco quería despertar a su novio, por lo cual camino silenciosamente hacia la habitación y cuando llegó allí, abrió y cerró la puerta con extremo cuidado para que está no hiciera ruido alguno. Alec se quitó la ropa rápidamente quedando así sola en ropa interior y caminó en silencio hacia la cama que ya estaba ocupada la mitad por Magnus.

El moreno dormía pacíficamente, su respiración era tranquila y acompasada, sus pestañas bailaban suavemente sobre sus mejillas.

Alec se recostó junto al chico apoyándose en su costado y su codo para acariciar suavemente la mejilla del moreno. Alec adoraba ver dormir a Magnus aunque no siempre tenía esa oportunidad, pues él siempre terminaba durmiéndose primero, pero cada vez que tenía la oportunidad no la desaprovechaba, le encantaba ver a Magnus así tan tranquilo, tan relajado y sobre todo tan hermoso, Magnus era bellísimo, siempre, pero lo era más aún cuando mostraba tanta tranquilidad cuando estaba sin maquillaje.

Alec siguió acariciando la mejilla de Magnus mientras contemplaba el cuerpo del joven, definitivamente se notaba que Magnus era modelo, su cuerpo era perfecto, no era gordo, tampoco flaco, era delgado y con su cuerpo completamente marcado, su piel era suave y bronceada, Alec sonrió para sí mismo mientras contemplaba su novio, sin notar que éste se había despertado por las caricias del joven, cuando el ojiazul se dio cuenta que unos hermosos ojos gatunos lo observaban, se sonrojó inmediatamente.

-Lo siento Maggs, no quería despertarte.

-No te preocupes Garbancito, no me molesta si eres tú el que me despierta y menos si lo haces de una forma tan dulce.

Alec estuvo agradecido de que todo estuviera oscuro, ya que sus mejillas se sonrojaron levemente, aunque Magnus ya lo sabía siempre lo sabía, conocía demasiado bien a su novio como para no detectar aquello.

-Bueno, ahora que me has despertado... -comenzò Magnus sonriendo abiertamente –creo que me debes una sesión de besos.

Alec tomó aire antes de arriesgarse para hablar, probablemente fuera lo más atrevido que le dijera Magnus.

- ¿Solo tendremos una sesión de besos? Qué lástima, yo esperaba llegar más lejos.

¡Listo! Lo había dicho.

Magnus se quedó sorprendido por lo que había dicho su novio, Alec siempre era tan tímido que no creía que fuera capaz de decir eso, pero ahí estaba, lo había dicho.

Magnus sonrió brillantemente antes de acostarse sobre Alec.

-Bueno, puedo llegar más lejos si así lo deseas.

Alec acarició suavemente las mejillas de su novio.

-Por mí encantado –murmuró sonriendo con dulzura, pero también con timidez.

-No se diga más Garbancito, será como tú quieras –murmuró Magnus antes de tomar a Alec del cuello y besarlo con urgencia y necesidad.

Esa noche sería sola y exclusivamente para los dos no habían hecho en días ya que el trabajo de Magnus los mantenía ocupados

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- ¡Magnus Bane! ¡Alexander Lightwood! ¡Levántense ya mismo no quiero tener que volver a repetirlo! –gritó una Catarina completamente furiosa.

Mi dulce desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora