-Alexander ¿Qué demonios ha pasado? -preguntó Isabelle cuando el chico entró de volada al apartamento y corrió hacia la habitación de la chica.
Alec no respondió, simplemente se dedicó a revolver entre las cosas de Isabelle
- ¿Alexander qué demonios estás buscando?
Otra vez hubo silencio, lo único que se escuchaba eran las cosas de Isabelle cayendo al suelo hasta que por fin encontró lo que buscaba.
-Isabelle tú lo sabías -espetó Alec molesto mientras alzaba una revista de moda de Isabelle, la portada era nada más ni nada menos que Magnus -sabías quién eras Magnus y no me lo quisiste decir.
La chica quedó petrificada en su lugar mientras que palidecía.
- ¿Magnus te lo ha contado? -preguntó Isabelle con un poco de miedo.
-Lo sabías -señaló Alec frunciendo el ceño -y no me lo has dicho.
-No era mi decisión Alec, era la de Magnus...
-Pero tú eres mi hermana, debiste haberme dicho la verdad
-Alec...
-No Isabelle, no hay excusa para que no me dijeras la verdad, tú lo sabías y debiste habérmelo dicho, estuve con Magnus, pero en realidad yo ni siquiera sabía quién y ahora que lo sé...
- ¿Y ahora que lo sabes qué? -Preguntó Isabelle arqueando las cejas -es un chico excelente que te quiere.
-Es un chico que me mintió -espetó Alec.
- ¿Lo dejaste explicarse como mínimo? -preguntó la chica mientras se cruzaba de brazos.
-No, pero...
- ¿Sabes por qué te mintió? -preguntó la chica con rapidez.
-Pues no, pero...
-No sabes nada Alexander, nada, si, puede que Magnus no te haya sido honesto...
-Él me mintió -gritó Alec furioso.
-Está bien, puede que Magnus te haya mentido, pero no conoces las razones, él te ama y te ama como nunca antes nadie lo había hecho, tienes que darle la oportunidad.
Alec inmediatamente recordó las palabras de Magnus "Te amo Alexander" su corazón latía con rapidez mientras recordaba las caricias llenas de amor que le había brindado Magnus, como su cuerpo se tensaba al recordar cuando sus dos cuerpos se habían convertido en un solo, en todo el amor que se habían expresado con sus cuerpos unidos y como Alec no quería alejarse de Magnus nunca...
Alec sonrió embobado y por un momento Isabelle tuvo la esperanza de que su hermano perdonará la mentira de Magnus, pero luego el chico recordó a Camille burlándose de él y recordó sus palabras, Magnus había hecho un trato con la chica, había hecho el trato de toda la mentira que le había dicho, y eso le dolió, no le importaba lo que tuviera que decir, en el pasado le pudo decir la verdad y no lo hizo, no confío en él y Alec tampoco lo haría, no tenía por qué hacerlo, Magnus no había querido decir nada en el pasado y Alec no le daría la oportunidad de decirlo ahora, no se merecía aquello y Alec tampoco...
-Isabelle, si tanto te gusta tu modelito, puedes quedarte con él -murmuró Alec caminando hacia la puerta -después de todo ahora es libre -farfulló antes de salir de la habitación cerrando la puerta con un fuerte azote.
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Había pasado un mes, un mes sin Alexander y Magnus se había hundido en un pozo de depresión, los medios de comunicación lo habían notado y por supuesto la prensa había gozado del banquete de chismorreo, comenzando por el mal aspecto que estaba tomando el súper modelo, el cual, aunque su estilo y su vestuario seguía siendo tan magnífico como siempre, su rostro siempre se veía melancólico, estaba más delgado, más pálido y su aspecto se veía más descuidado y enfermizo. Catarina y Ragnor no podían estar más preocupados por su amigo ni aunque lo intentaran, el chico se estaba muriendo lentamente, el chico se estaba matando lentamente.
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Mi dulce desconocido
FanfictionNuestra historia comienza con un famoso modelo llamado Magnus Bane, es la cara de la belleza en Hollywood, modelo masculino número uno en Europa y el protagonista de grandes revistas a nivel internacional. Magnus era famoso entre las mujeres y entre...