Capítulo 3 ¿Me ayudas?

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Ya es de noche, en todo el día estuve en la escuela ayudando a Zonek con la investigación, no encontré mucho más de lo que él me dijo ayer pero pude deducir a donde podría estar el desgraciado esta noche. Ahora solo espero a que aparezca por aquí, pero ni rastro de él, tal vez mi deducción falló. Aquí no hay muchos edificios como para saltar entre ellos son más casas con clásicas púas y cristales rotos en las bardas, difícil trasladarse por arriba, tiene que estar aquí abajo, así que me he escondido detrás de un arbusto.

Llevo más de dos horas esperando he tratado de revisar mi reloj pero no me lo he puesto y solo miro mi muñeca sin hora, mi cuchillo como siempre preparado estando en su funda atada a mi pantorrilla, he visto a un grupo de muchachos pasar pero no les he puesto atención al parecer solo son un montón de chicos fresas que vienen de una fiesta, desde el arbusto en el que estoy he visto a un hombre que mira a todos lados como si esperando a que nadie lo siguiera... ahora tiene a un seguidor y no lo sabrá...

He seguido al hombre solo dos cuadras, se ha metido a una calle y allí lo atrapare, me preparo para entrar en ella y me sorprendo cuando el tipo sale corriendo y asustado hacia mí, empujándome y gritando, ¿Qué le pasa? De seguro alguien más lo matara, hoy serán al dos por uno, entro a la calle para averiguar que paso y veo a la banda de chicos fresas tirados en el suelo desangrándose y un hombre en pie, es el sin duda alguna, la silueta parecida a mi padre lo delata, me mira y sonríe, al parecer se unta un tipo de maquillaje negro, así es más difícil reconocerlo entre oscuridad.

-así que has llegado, muy bien déjame acabar con esto primero- me quede quieta al ver como el hombre giraba el cuello de uno de los chicos tirados.

-se te ha ido uno imbécil- señalo la salida de la calle.

-no el no a echo nada y no lo ara, es un hombre solo con problemas de casa- se incorpora de pie y saca una navaja. Esto se pone interesante.

-¿de acuerdo? El tipo no me importa yo quiero saber ¿cómo es que tienes el arma de mi padre?- tomo mi cuchillo amenazándolo para saber la respuesta.

-eso es simple, la tengo al igual que se me fue entregada esta navaja- la avienta hacia mi sin intención de herir solo para que cayera a mis pies. La observo bien y veo de nuevo las iniciales de papá, empezó a enfurecerme tome la navaja con cuidado y la observe detalladamente, sin duda era de mi padre. Tire la navaja al suelo y con rabia me acerque hacia el tipo para atravesarlo, sin embargo falle, era de esperarse, ¿peleo contra mi padre?

-no lograras nada con tanta furia, aprende a controlarte chica idiota, ¿que nunca te enseño a pelear tranquilamente? Al parecer tu entrenamiento fue diferente al mío... fue más blando contigo- solo se hizo a un lado y camino hacia la navaja para tomarla.

¿Cómo que diferente entrenamiento? ¿Qué quiere decir con eso? Trato de controlarme y que la ira se reduzca – ¿qué quieres decir con entrenamiento?- volteo a verlo y observo que guarda la navaja en uno de sus bolsillos –deja eso... no es tuyo, dámelo- extendí la mano.

-no... esto es mío y...- lanzo de repente esa navaja hacia mí, sacándola rápidamente del bolsillo, paso por arriba de mi cabeza insertándose en el cuello de un tipo detrás de mí. –lo siento me falto uno- decía mientras se acercaba a mí, en ese momento me quede quieta, el susto que me hizo pasar me paralizo, me dio miedo tenía mucho tiempo que no sentía este miedo desde que aquel tipo que mato a mi padre me tomo en sus brazos y ahorco hasta quedarme inconsciente.

-descuida ya te había dicho que no te aria nada, al fin de cuentas necesito que me ayudes- Se puso enfrente de mí y sonrió.

-¿ayudarte? ¿A qué?- le pregunte temerosa.

-a vengar su muerte- me miro a los ojos, me rodeo para tomar la navaja que le había incrustado al tipo.

-su muerte.... ¿Hablas de la muerte de mi padre? Ya lo hice el que lo mato está más que muerto- sonreí y voltee a verlo.

-jajaja chica tonta, ¿crees que esos cinco tipos de esa noche no tenían órdenes? Lo he descubierto, quien mando a matarlos, tu deberías estar muerta pero él te salvo dando su vida por ti- me miro con enojo.

-y tu.... ¿Cómo sabes lo que pasó esa noche?-

-porque yo me encargue de los demás y solo se me escaparon cinco, cuando llegue con ustedes tú estabas dormida de tanto llorar, lo único que pude hacer fue llevarte a un lugar donde estuvieras a salvo. Pero ahora que he recolectado información estoy listo para asesinar a quien mato tu padre en verdad, así que... ¿me ayudaras o no?-

Me quede en silencio ¿Cómo es que no recordaba que al día siguiente no estaba con papá? Recordé como desperté, bajo un árbol en un parquecito, aún estaba oscuro pero camine a casa, sin pensar en nada, solo caminaba por inercia.

-¿quién fue el que dio las órdenes?- lo mire con enojo y desconfianza.

-el jefe de una mafia llamada UTNO le he estado enviando algunos mensajes de advertencia, me enfrentare a él para vengar su muerte-

-te ayudare... pero quiero saber todo de mi padre y que es lo que sabes de él- guarde mi cuchillo. – ¿Cuándo partimos en busca de ese tal jefe Utonose que cosa?-

-cuando tengas el entrenamiento adecuado- empezó a caminar por la calle.

-tengo el entrenamiento suficiente sé que puedo hacerlo- lo seguí algo molesta, ¿cree que no me puedo defender?

-¿así?- volteo rápido lanzando un puñetazo, lo esquive rápidamente sin embargo en mi pierna sentía un golpe el cual me despego los pies del suelo y caí. –muy preparada ¿eh?-

Me quede callada, el desgraciado hizo trampa, me dio la mano para ayudarme a ponerme de pie, después de eso lo seguí hasta uno de los pocos edificios de allí, subimos hasta el tejado y se sentó en el borde, yo solo lo observe desde atrás, el viento soplaba y la ciudad de lejos se veía hermosa, todo estaba en silencio hasta que el hablo.

-te entrenare yo, con tu habilidad te tardara poco tiempo en estar lista- se puso de pie.

-¿desde cuándo decidiste en entrenarme? Nunca te pedí eso-

-lo necesitas y necesito tu ayuda, él no te entreno bien, yo si lo are, mañana en la noche te esperare aquí, nadie renta el último piso de este edificio, así que podremos hacerlo aquí- voltea a mirarme.

-de acuerdo... ¿pero cómo es que mi padre te entreno y por qué?-

-eso lo sabrás después, por ahora solo concéntrate en eliminar a cierta persona-

-a ti claro está- lo dije con sarcasmo mientras me daba vuelta para irme a casa. –Por cierto- me di vuelta caminando hacia atrás – ¿al menos tienes un nombre?-

-puedes llamarme Aurus- al terminar de escuchar su nombre volví a darme vuelta para caminar bien –de acuerdo.... Aurus- ahora entiendo por qué esa A.

Escuche como se rio un poco mientras yo me alejaba. Llegue a casa y fui a mi cuarto, me acosté para dormir pero solo me la pasaba pensando, quiere mi ayuda, me entrenara un poco más de lo que papa me entreno, el... verdadero entrenamiento ¿Por qué lo dice? Espero saber las respuestas pronto.

    

DAUGHTERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora