Capítulo 7 Papá

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Sentía mi cuerpo ligero, me levante pero ya no estaba en ese hoyo, si no en la ciudad, de noche y hacia frio, se me hacía conocido esa calle, las luces, todo. Mire a mi alrededor pero no había nadie, ¿Cómo llegue aquí? De repente escuche el llanto de una chica, me di vuelta para escuchar de dónde provenía el llanto; y allí estaba, era yo quien lloraba, bueno mi yo del pasado, el día en que perdí a mi padre, justamente estaba viviendo de nuevo ese día pero de un ángulo diferente, me acerque a mi yo joven con mi padre en su regazo, me veía y mis lágrimas brotaban al ver a papa como me decía sus últimas palabras.

-hija.... te.... amo-

-yo también te amo papá- unas lágrimas salieron, lleve mis manos a mi cara para limpiarme un poco, de repente sentí como alguien me tomaba del hombro, voltee a ver quién era esa persona.

Allí estaba, parado de pie junto a mí, mi padre.

-p...p...¡¡PAPÁ!!- me lancé a el abrazándolo muy fuerte mientras él me correspondía mi abrazo, comencé a llorar hundiendo mi rostro en su pecho.

-papá....papá...papá....- no dejaba de hablarle, como si esperara yo una respuesta y que él me hablara, pero al mismo tiempo no quería que el hablara, solo que me siguiera abrazando, cada vez más me aferraba a él. Levante la cara poco a poco con el miedo de que no fuera el más que una ilusión, logre mirarlo y mi padre me sonrió, como alegrado de que llegara allí.

-hola cariño- hablo mi padre mientras me tocaba el rostro.

-cómo has crecido, mírate ya eres toda una señorita hecha y derecha- me empezó a acariciar el cabello.

-te extrañe mucho papá- lo mire a los ojos y sonreí como niña chiquita.

-lo se mi amor, te he estado observando todo este tiempo, te has portado muy bien, al igual que tu cuchillo- me guiño el ojo y rio un poco.

Reí con el –padre... ¿Qué hacemos aquí?-

-tengo que mostrarte algo cariño... y disculparme contigo-

-¿Disculparte? No papá no hay nada de que disculparse- volví a poner mi cara en su pecho.

-hija... voltea- mi padre dejo de abrazarme y con cuidado me dio la vuelta para volver a verme a mi yo del pasado. –allí estas, te acabas de quedar dormida, pero no te pongas atención, mira hacia esa dirección- me señalo un callejón, y como de allí salía un chico que caminaba hacia nuestra representación pasada.

-es... Aurus...- le dije a mi padre y voltee a verlo.

Mirándome a los ojos con un poco de tristeza me contesto. –lo siento hija, no te hable sobre él, cuando estaba en vida creía que el ya no estaba con nosotros, que había muerto hace unos años atrás, al igual que las personas a la que nos enfrentábamos era parte de una venganza, no te hable de toda la verdad- agacho su cabeza –espero que me perdones hija mía, y que no dejes solo a tu hermano que al fin pudo estar contigo, y él no tiene la culpa de mis errores-

Lo mire con tristeza, todo lo que Aurus me dijo era verdad, mi padre me oculto la verdad y de la existencia de mi hermano. –Descuida papá ahora sé que no tiene la culpa, tu solo querías lo mejor para mí, y convertirme en la mejor asesina como lo fue mi madre- levante su mirada para verlo a los ojos. –esto... sé que no es una ilusión.... O un sueño... esto tú lo hiciste por mi ¿verdad? Y... tengo que despertar... ¿cierto?-

Mi padre asintió con la cabeza, observe como unas lágrimas salieron de sus mejillas.

-Calma lloroncito- sonreí con lágrimas volviendo a salir –me alegra haber podido estar contigo una vez más... papá- lo abrase muy fuerte ya que era el último abrazo que le daría. –Prométeme una cosa papá-

-Claro cariño- mi padre correspondió a mi abrazo con mucha fuerza.

-No dejes de cuidarme desde aquí.... ¿vale?-

-Nunca dejare de cuidarte mi niña... te amo...- me beso en la frente.

-y yo a ti papa-

Abrí mis ojos repentinamente, estaba tirada en el suelo con unas pequeñas heridas junto con un chichón y un poco de sangre en mi cabeza, me levante poco a poco y mire al cielo, puse mi mano en mi pecho. –Te perdono papá... gracias- sentí como un viento soplo en mis mejillas acariciándome.

Me dispuse a salir de allí y volver a esa pequeña casa, era hora de enmendar mi error y rescatar a mi hermano.

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