Tras la muerte de su padre Leyla empieza a tener una vida normal, excepto, aun sigue asesinando para así recordar a su padre y no olvidar lo que le enseño, sin embargo un nuevo asesino aparece, indignada que le roben su trabajo, decide buscarlo par...
Llegamos a casa de Zonek, los chicos ya estaban allí, al entrar les pedí ayuda y acosté a mi hermano en el suelo, llego Zonek primero y después Sari con unas cosas, me dio una botella de alcohol y una gasa.
-ayúdame a curarlo- me dijo sari algo apurada.
-está bien, está bien ¿qué tengo que hacer?- conteste, no sabía mucho de primeros auxilios.
-solo pásame las cosas cuando te las pida- empezó a limpiar la sangre con un trapo y con su mano en un guante le dijo a Aurus –no te mentiré, esto te dolerá-
-me dolerá más si me llegas a decir que no- sonrió y le guiño el ojo, valla apenas conozco a mi hermano y ya lo veo coquetear con mi compañera.
Sari empezó a quitarle la bala que tenía dentro, Aurus me apretaba la mano del dolor que sentía pero aguantaba los quejidos.
Sari me fue pidiendo cada vez más gasas hasta que termino. Pasamos a mi hermano al cuarto de Zonek y Sari se quedó con él, ya todo pasó, él está a salvo, Zoken y yo salimos de la habitación y empezamos a planear que podemos hacer ahora, pero sin Aurus sería más difícil, así que decidimos actuar dentro de dos días.
Decidí ir con Zonek a la ciudad por provisiones y sobre todo porque Sari pidió algún antibiótico y desinfectante. Estando en la ciudad conseguimos todo lo que necesitábamos fácilmente, decidimos distraernos un poco así que paramos en un pequeño parque que está a las afueras de la ciudad, nos sentamos en unos columpios y hablamos.
-cuando todo esto pase... ¿Qué re gustaría hacer?- pregunto Zonek.
-sinceramente, no tengo idea, solo quiero acabar con esto, vengar a mi padre y que no haya más persecuciones a muerte, creo... que solo quiero llevar una vida tranquila.- suspire después.
-valla, ¿Quién lo diría? La asesina Layla llevando una vida normal, tengo que ver eso- se rio un poco.
-jejeje claro que no me alejare de eso, ¿quién se encargara de los acosadores? Además ya no seré la única- lo mire y le guiñe el ojo.
Después de un rato más hablando era hora de irse, nos dirigimos hacia el auto, subimos y acelere. Cuando salimos de la ciudad iba todo callado, no sonaba la radio y ni él ni yo hablábamos, de repente Zonek volteo a verme, yo lo vi igualmente, sentí una sensación de calidez en sus ojos, pero ese instante no duro mucho, un auto golpeo la parte trasera del nuestro, ocasionando un descontrol y al auto dando vueltas por los aires. El auto destrozado cayo en sus cuatro llantas, apenas y podía moverme, me sentía mareada y adolorida, abrí poco a poco los ojos y voltee a ver a Zonek, en la ventana de él se veía a alguien borroso abriendo la puerta, quería moverme rápido pero me sentía demasiado aturdida, ese alguien le quito el cinturón de seguridad a Zonek quien estaba inconsciente, lo saco del auto, por el retrovisor observe que lo metieron otro auto y se lo llevaron.
Después de un pequeño rato deje de estar aturdida, salí del auto por la ventana y mire hacia los lados, con unas heridas menores pude caminar, no sin antes tomar las cosas para Aurus, tardando unas horas al fin llegue a casa de Zonek, abrí la puerta cuidadosamente y fui a ver a mi hermano, al entrar a la habitación encontré una sorpresa, vi claramente como Sari le daba un dulce beso a mi hermano, no me importaba mucho ya que es normal, pero necesitaba ayuda así que golpee la puerta y ellos voltearon a verme, llegue a observar como decían ¿Qué te paso? Pero no escuche y simplemente caí dormida.
Desperté poco a poco, observe como Aurus estaba sentado a mi lado junto con Sari, y recordé a Zonek, en ese momento me sentí desesperada, tenía que ir por él, trate de levantarme rápido pero mis piernas y abdomen me dolían demasiado, cuando logre estar en pie solo me sostuve por unos segundos, mi hermano me ayudo a no caer.
-no te apresures tanto- dijo mi hermano – ¿Qué paso, donde esta Zonek?-
Les conté lo que sucedió y mi hermano empezó a pensar en un plan, pero no sabíamos a donde se lo llevaron, era cuestión de ir a la ciudad de nuevo, en nuestro estado no demoraríamos mucho en un enfrentamiento, habría que esperar, solo poder esperar, una de las cosas que más me abruman, y peor aún, la vida de mi mejor amigo estaba en riesgo, tenía que hacer algo, miraba mis cuchillos con desesperación, pero solo podía esperar.
Al día siguiente, cuando Sari abrió la puerta para colgar unas vendas que llevaba consigo, encontró una nota pegada, la tomo y sin dudarlo fue con Aurus y conmigo para leerla.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tengo la oportunidad de salvar a Zonek, y sé que está vivo, tengo que prepararme, mire a Aurus con decisión, y en sus ojos pude ver la ayuda que necesitaba, fui por mis cuchillos y empecé a ordenarlos, preparándolos para asesinar, mi hermano tomo sus armas e hizo lo mismo, teníamos todo preparado, aunque no esperábamos escuchar cierta voz.
-yo iré con ustedes- hablo Sari –sé que no se mucho de esto pero, de algo puedo servir, solo díganme que puedo hacer, ayudare, ustedes has sido buenos conmigo, y no sé cómo es que llegue a esto pero... quiero hacer algo por ustedes.-
Aurus sonrió sarcásticamente y fue con ella, me miro –al parecer, ahora tendremos que entrenar a alguien más- le acaricio la cabeza.
No pude negarme, quiero salvar a mi amigo –tenemos una semana para que sepa defenderse y atacar, ¿podrá lograrlo?
-claro que sí, tú lo hiciste en una semana- me guiño el ojo, creo que quiere darle confianza a su nueva novia.
En mi mente le conteste, yo llevo años asesinando ya tenía algo de práctica. –de acuerdo, está bien, ¿Qué preferirá, cuchillos o armas?- sonreí hacia Sari.
