Fantasy [Taoris/KrisTao] [EXO]

Capítulo 2 - Miradas

A través de los días yo he aprendido acerca de aquella forma tan extraña y especial que él tiene de brillar, porque brilla como ninguna otra estrella en el universo. Estoy consciente de que tal vez son palabras de un loco enamorado o enceguecido pero solo quiero afirmar que ese hombre que ahora mismo está perdido entre mis pensamientos y en cada poro de mi piel... ha sido una de las mejores cosas que me ha pasado.

Desde hace unos meses, más exactamente, desde aquella vez en la que nos quedamos a beber juntos y yo acabé conociendo a su familia un día de mucha resaca y bromas extrañas Kris y yo hemos sido inseparables. Algunas veces me llamaba para que hiciéramos juntos las compras o simplemente para que estuviéramos un rato juntos en la noche, llegamos al punto donde podíamos dormir juntos o la gente nos confundía con una pareja, teníamos una relación bastante extraña y cómoda.

A pesar de eso, yo sabía demasiado de Kris, solía acostarse con distintas personas en una semana, eran algunos aspectos que no me gustaban de él pero eso lo hacía la persona que era... me di cuenta que sería antinatural cambiarlo así que simplemente lo dejé ser por un tiempo.

—Kris, saldré de viaje en una semana. —comenté una tarde de domingo, él estaba arreglándose para salir porque al parecer tendría una cita con una persona, nunca preguntaba quién ni cuando, solía aburrirse en una o dos semanas.

—¿De nuevo irás con tus amigos esos? —Solía enojarse cuando prefería o me iba de viaje con mis otros amigos, al cabo de un tiempo él fue conociendolos a todos pero no le caían del todo bien. Era una especie de celopata con su mejor amigo y Luhan, sobre todo, decía que eso de por sí ya era extraño pero yo siempre le restaba importancia a cualquier asunto como ese.

Para mi Kris, era totalmente inalcanzable. Un error más.

—No, tengo que viajar por mi libro, no quiero escribir cosas estúpidas, hace mucho no voy a Corea del Sur y no recuerdo bien algunas calles o ambientes. —para entonces yo ya lo estaba mirando mientras mezclaba la harina con el huevo y la leche para los pancakes. —¿Te enfadarás si voy?

—De acuerdo —murmuró luego de decirlo entre líneas, estaba algo enojado desde hacía unos días y yo no lograba darme cuenta de aquello que lo estaba molestando, a pesar de ser siempre muy perceptivo con el. —Solo, no demores, ya no recuerdo cómo vivía antes de que aparecieras haciéndome las listas de la compra o regañandome por lavar mal las prendas de ropa.

Ese era otro aspecto del cual casi nunca hablábamos, ya que nos la pasabamos siempre juntos y como dije antes, casi viviamos en su departamento, él dejaba de hacer algunas cosas solo para pedirme ayuda. Algunas veces me daba risa, como en la ocasión donde confundió el suavizante de telas con el jabón líquido de las manos y acabó todo en un desastre de espuma y ropa mal lavada.

—Estaré de vuelta en China pronto, lo prometo.

Con ello Kris asintió y tres noches después yo estaba partiendo en un viaje largo. Sabía de antemano que no iba a volver pronto, mis propios sentimientos hacia él estaban evolucionando de una manera que me asustaba. Generalmente Kris solía ser alguien positivo y risueño a mi alrededor, hablábamos sobre todo sin ninguna censura pero tan pronto como estábamos acompañados él se cerraba y respondía o hablaba con monosílabos. No solía gustarle que estuviese rodeado de mucha gente.

En mi primera entrevista luego de la publicación de mi libro él estuvo allí, mirándome ser saludado y abrazado por muchas personas aunque yo estuviera un tanto incómodo con ello. Cuando la entrevista pasó a la firma de libros mis amigos llegaron haciendo un montón de ruido y prácticamente terminando la firma. Kris seguía allí. Mirándome y cuidándome como un halcón, eso me ponía nervioso pero lo desechaba Él podría ser como quisiera siempre que no armara alboroto.