Hay que aceptarlo, fue difícil. El hecho de sacar primero a Luhan de la casa, hacer ver sus sentimientos encontrados a Sehun, calmar a Luhan y luego montar la cena sin que se dieran cuenta fue un caos. Pero al final de la noche solo habían gemidos... al menos era el caos necesario para que todos estuviésemos a gusto.
Kris aprovechó para que saliéramos a caminar, en un par de días nos iríamos de allí y simplemente quería pasar más tiempo con mi hombre. Aunque sonaba extraño.
—Cuando volvamos a casa quiero llevarte a un lugar. —Dejé de mirar la luna para poder verlo a él, me estaba mirando.
—Creo que comienzo a emocionarme ¿a dónde iremos Kris?
—Es una sorpresa, no te lo diré.
—¡Kris, dime! ¡vamos, vamos! —comencé a hacer caritas, pucheros, a mimarlo, todo lo que pudiera servirme para que él cediera. Pero no lo hizo, tenía una voluntad muy fuerte; a cambio de ello me tomó entre sus brazos entre risas.
—Detente, es una sorpresa, no puedo decírtelo así que ríndete ahora pequeño panda.
—¡Jm! ¡De acuerdo, pero tendrás que compensarme por ello!
Entonces volvió a reírse.
Hace tiempo comencé a notar que él ya no se sentía tan triste, que sus sonrisas eran más reales, que aunque tuvo que darse un tiempo del trabajo él se sentía relajado con ese tema e incluso un poco más feliz. Solía fumar y beber café en la mañana, mimarme por la tarde y jugar conmigo por la noche. Recuerdo esa vez en la que yo pinté su estómago y pecho con algunos labiales que compré en un mercadillo solo para divertirme. Ese día yo hice una rosa y él me dibujó una tasa de café con dos masmelos.
Solíamos tener esa clase de encuentros divertidos pero él tenía fetiches extraños. Odiaba verme con ropa por la casa, le gustaba que durmiéramos desnudos, le gustaba verme cocinar desnudo, le encantaba frotarme el cabello, a menudo me abrazaba fuerte, le gustaba tomarme de la mano cuando me acompañaba a las entrevistas, no le gustaba que hablara mucho tiempo por teléfono con nadie, odiaba que escribiera hasta tarde, le gusta el sexo tipo voyeur y no me pregunten por qué... quizás era solo posesividad.
Pero el día de la famosa sorpresa yo estaba sobre-excitado.
Al despertarme estaba mirándome, acariciando la curva desde mis costillas hasta la cadera causándome un calorcito divertido en esa zona.
—Buenos días guapo, estaba rogando por ver esos ojitos abiertos. —era un idiota, un cursi y tonto. Comenzaba a hacerme sonrojar más de la cuenta y apenas había despertado.
—Buenos días príncipe. ¿Por qué no has hecho el café?
—Hoy quise desayunar algo diferente. —susurró contra mi pelo, tomándome de la cadera con fuerza para pegarme a su cuerpo, a su erección... aunque ésta no era su erección matutina. Oh no, su erección matutina solía ser un poco más blanda y esa estaba dura como una roca golpeando mi estómago. —Hay frutas y jugo de fresa para desayunar con algunos pancakes.
—Oh. —me aferré a sus hombros tratando de no moverme contra la deliciosa longitud que me pedía atención. Aún así no sé por qué me sorprendí más, si por la erección o por el hecho de que hizo pancakes para mi.
—Sí, oh, ahora levántate, hay mucho qué hacer hoy.
—Deja que te la chupe primero. —era un descarado, sí, lo acepto.
—No, cariño, si comienzas después no podré parar y créeme, tengo todo listo.
Hice un puchero pero no dije nada, en vez de ello fui a comer mi desayuno mientras él se daba una ducha. Aunque la comida no quería entrarme muy bien porque al maravilloso Kris no podía ocurrirsele algo más que apresarme contra la pared junto al baño y frotarme el culo con toda su gruesa extensión solo para escucharme rogar, porque así era yo y no era mi culpa.
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Fantasy [Taoris/KrisTao] [EXO]
FanfictionDicen que los recuerdos son la única cosa con la que tu te quedas de una persona, porque no sabes si ella te ha dejado su corazón para que te hagas cargo de lo que sientes o para alguna otra cosa. Supongo que cada una de esas personas que cree en lo...