Fantasy [Taoris/KrisTao] [EXO]

Capítulo 5 - Sentimientos

||||||||||||||||||||||||||||||||||||| Asegúrense de escuchar la canción mientras leen, le da cierto aire. ||||||||||||||||||||||||||||||||||||

'justo ahora me pregunto si en tus labios puedo hacer el festín de mi vida, si puedo ser feliz una vez más, si puedo olvidar todo el dolor del pasado. Pero ahora que te tengo cerca tu amor se siente vacío, se siente triste y solo porque de esa manera debe sentirse el amor que ambos tenemos por el otro... eso es lo que fuimos desde un comienzo. Después de todo... solo somos dos extraños que se aman calladamente.' - Difang.

Hubo un tiempo en el que mi felicidad era tan nula como mis sentimientos por las otras personas, aún así yo solía decir que estaba bien vivir de esa manera. Entonces llegó él mostrándome toda su luz y haciéndome adicto.

—Me molesta cuando no me dices las cosas —el grito de Kris hizo mi corazón sollozar pero mis ojos se mantuvieron fijos en la dura expresión de su rostro mientras tenía una taza de té entre mis dedos.

Hubo un tiempo en el que yo podía estar solo sin sentirme de esa manera porque tenía a mis amigos pendientes de mi, porque ni con mamá contaba para la altura en la que estaba... Kris solía decir que yo era la única compañía que necesitaba.

—¿Qué es lo que crees que te escondo ahora? —pregunté con tanta naturalidad que él se quedó pasmado en medio de la cocina, mi corazón latía demasiado fuerte y quería gritar todo pero era casi imposible dejarlo hacer eso.

—Yo te conozco, Tao yo te conozco. —su mirada cayó hacia la bebida en mis manos y entonces un gruñido apareció, teníamos la frecuente costumbre de beber café juntos por lo que si fue un gruñido de gusto por mi cumplimiento ante la promesa silenciosa, no lo supe muy bien. —No soporto verte tan triste.

—Basta, Kris, es suficiente de tus disparates. — sí, te lo estoy ocultando. —Llevas días con lo mismo, no estoy evitandote, yo también debo trabajar para no morir de hambre.

—Mientes. —susurró acercándose a mi con toda la rabia reflejada en su rostro, no podía creer lo enojado que estaba pues de esa manera solo pude escucharlo una vez y verlo justo en ese momento. —¡Mientes descaradamente en mi cara! ¡Quién es, quién te hace daño! Si me lo dices entonces, yo podré hacerlo pagar... o... darte un poco de mi.

—Ya basta —susurré tomando las mejillas de él, mirándolo como si fuese el ser más divertido del mundo. Yo amaba cuando era sobreprotector y sabía que solo tendría una oportunidad para decir las cosas porque de eso dependía nuestra vida.

Algunas veces me pregunto qué habría sucedido si yo no le hubiera susurrado al oído un ¨tú me gustas¨ ¿seguiríamos juntos? ¿el dolor había desaparecido meses después o nos seguiríamos viendo como los tontos enamorados que éramos sin haber sido nada?

—Tú me gustas, Kris. ¿Era eso lo que querias oir?

—Por qué.

—¿Tienes que preguntar un por qué justo en un momento así?

—Quiero saber por qué te gusto.

—Te lo llevo diciendo hace meses, pero te prometo que cuando estés más calmado yo te explicaré todo.