A Tu Lado Siempre

triunfo en vano?

Y entonces..eh allí dos jóvenes caminando por las calles abrazados llegando a casa.

Toqué la puerta dos veces y nos abrió mi madre.

- Hola mamá - dije a mamá soltando a Adrien, corriendo a  abrazarla.

- Hola señora Dupain-Cheng. - dijo Adrien saludandola con la mano.

- hola chicos!  Que gusto verlos. - respondió mi madre contenta.

Entramos rápidamente, me quité el abrigo de Adrien y lo colgué en el perchero. Después deje al sexy rubio hablando con mi padre mientras subía a mi habitación en busca de ropa seca para ponerme. ( lo cual es la misma ropa de siempre :v)

Bajando las escaleras escuché la conversación que tenían mi padre y Adrien.

-jajaja que idea más loca muchacho.- dijo mi padre a él ojiverde.

- lo sé pero, enserio necesitábamos el chocolate para las galletas señor Tom.- respondió Adrien.

- Pero que dicen?  - agregó mi padre riendo aún más.

- pues verá señor...Marinette me enseñaba a hacer galletas y no había chocolate, así que nos tocó ir a comprarlo. - explicó el ojiverde.

- pero si siempre hay chocolate en la alacena.- dijo mi padre calmando su risa.

- Qué!!!??- Dijimos adrien y yo a la misma vez.

Entonces Adrien al escuchar mi voz, giró a verme y sonrió.

Caminé hacia ellos para estar al tanto de la situación. No es que sea chismosa, sino que estaban hablando de los chocolates >:v .

- Así como lo oyen jóvenes! .- dijo mi padre caminando hacia la cocina.

Estando al frente de las alacenas, las abrió de para en par y dijo:

-lo ven? - y se puso a reír junto con mi madre .

Adrien y yo quedamos totalmente boquiabiertos, pues después de tanta odisea para conseguir los chocolates...para que siempre hallan estado allí.

Mi padre salió con sabine mi madre, hacia la sala dejándonos completamente solos.
Entonces un silencio incómodo invadió la cocina.
Hubieron algunos cruces de miradas, algunos sonrojos,  algunos balbuceos.

- Marinette... - pronunció el ojiverde mirándome a los ojos mientras se acercaba poco a poco a mi.

- si? Adrien? ... - respondí acercándome unos pasos hacia él.

-eh..eh-ehhh te tengo que decir algo..muy importante... - dijo Adrien tomándome de la mejilla izquierda.

No me di cuenta de en qué momento me acorraló contra la pared de la cocina.

- ah-Adrieeen. ..- dije asustada.

- shhh...tranquila,  solo quiero mostrarte lo que siento ...- me calló poniendo su dedo índice en mis labios.

Cuando de pronto... no sólo me tenía acorralada contra la pared, sino con sus brazos...con sus labios.
Ya ha pasado un lapso de tiempo y Adrien y yo aun nos seguimos besando con deseo.

El realizaba movimientos suaves y tiernos para no maltratar mis labios, mientras yo le tomaba del cabello en busca de aferrarme a algo o perdería totalmente el control.

Nos separamos por falta de aire.

Luego un total sonrojo por parte de ambos hizo que el ambiente se volviera aún más incómodo.

- yo-yo. ..yo lo siento Marinette. ..se que no debia besarte..en serio,  lo lamento,  entiendo si no quieres seguirme hablando.- y fue entonces cuando le cubrí la boca con mi mano para que se callara. 

- shhh calla mi niño. ..- agregué.

-mmm mm m mmm m?- dijo Adrien sin poder hablar bien. Pero le entendí  ( se hablar idioma mudo xd)

- Así es..te he llamado "mi niño" y no es porque seas pequeño...si no porque en verdad deseo que seas mío Adrien Agreste!. - declaré a punto de llorar.

Le solté para poder cubrirme el rostro y empezar a llorar.

- Ahora sí!  Ya puedes rechazarme! - dije hundida en un mar de lágrimas.

- nooo..Marinette... pero si tu me gusta a Montón!  No llores por favor...me destroza verte así... my princess.

Continuará.

Nota: "el final de esta historia se aproxima,  pero no mi imaginación... estaré escribiendo otras historias..."

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