Chocolates para las galletas o para mi?

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Piensa Adrien: " Quede atónito con el hecho de ver a mi mejor amigo Nino tomado de las manos con Alya, y al ver la reacción de Marinette creo que ella quedó igual."

- Vamos Marinette, que de aquí a que lleguemos a casa con los chocolates, la masa para galletas ya estará dura y seca. - dijo Adrien con tono burlón.

- jajaja tienes razón mi niño!- respondí sonriendo alegre.

-Ah? Acaso me dijiste "mi niño?" - preguntó sorprendido.

-aah-ehh-ehhh. ...no! Solo dije "minino" es que pareces un gatito jeje más bien vamos, que-que se nos hace ta-tarde. - respondí nerviosa.

- mmmm si aja. - agregó Adrien con cara de perverso.

- ah-Adrieeen! Porqué me miras así??- le dije aún más nerviosa. Si seguía mirándome así hará que me de un paro cardíaco.

-jaja es que me gusta como te sonrojas .- respondió tiernamente.

Él al hacer reparo de lo que me había dicho abrió los ojos como platos y se cubrió la boca, tornandoce sus mejilla de un color rojizo.

Me reí a carcajadas de él y sus actitudes involuntarias.

Le tomé rápidamente de las manos - ya no me importaba si me miraban con envidia. - y subimos por las escaleras eléctricas hacia el segundo piso.

-Marinette... te quiero hacer una pregunta. ..- dijo Adrien bajando la mirada al suelo.

- dime..- respondí dulcemente al tiempo en que con mi mano izquierda le levantaba su mentón para mirarle a los ojos.

Él al notar mi gesto se asombró y me regaló una leve sonrisa.
Después con mi mano derecha le tomé de la mejilla y reincorporando mi mano izquierda en su otra mejilla me acerqué hacia él.
Estando cara con cara rocé mi nariz contra la de él una y otra vez de derecha a izquierda como gesto de ternura.
Luego le solté, pues ya habíamos llegado al segundo piso.

- mira Adrien! Ya hemos llegado! Ahora entremos a esa tienda de dulces y compremos los chocolates.

- vale Marinette! - ambos corrimos hacia la tienda y cuando nos dimos cuenta que iban a cerrarla fue cuando más apresuramos nuestra llegada.

- oíga! Espere por favor!- suplicó Adrien a la señora que cerraba el local.

La señora se detuvo y fue cuando llegamos. Nos inclinamos al mismo tiempo, agarrandonos de las rodillas exhaustos y con falta de aire.

- podría hacernos el favor de vendernos unos chocolates por favor?. - dije a la señora con dificultad, pues aún estaba con falta de aire.

- Cariño, siempre hay tiempo para atender a un cliente más. - respondió la señora mientras me guiñaba el ojo.

Miré a Adrien extrañada y este sólo levantó los hombros divertido.
Entonces entramos al local y...

- WUAAAAAOOOO - dijimos adrien y yo al mismo tiempo.

El local estaba repleto de dulces y no solo eso, sino que todo estaba en perfecto orden de color, tamaño y precios.

Caminamos hacia el fondo del local en donde había un sin número de chocolates de todo tipo.

- y díganme de cuales quieren? -preguntó la señora cordialmente.

- dime Marinette, cuales te gustan más? - me preguntó Adrien.

- pues deme unas quince barras del tradicional chocolate negro.

- mmmm buena elección. - respondió la señora.

Mientras la señora sacaba y empacaba los chocolates, me quede observando los demás dulces hasta que me topé con unos frascos de Nutella.

- Marinette...? - dijo Adrien.

- Si, Adrien? - respondí sin dejar de mirar al provocativo frasco de Nutella.

- Acaso deseas ese frasco? - preguntó el ojiverde riendo ligeramente.

- Mmmm porqué lo dices .- dije haciendo una mueca de nervios, llevando mi mano derecha a la nuca.

- Es que ya llevas buen tiempo viendo ese frasco y ademas te brillan los ojos. - me dijo riéndose de mi.

- jaja tal vez.- le respondí.

La señora se acercó hacia nosotros y nos entregó la bolsa.

- Quien va a pagar por ellos?- preguntó la señora sonriente.

- ah! Ya voy...- dije y empecé a buscar dentro de mis bolsillos.

-RAYOS!! OLVIDÉ EL DINERO!.- dije con las manos a los costados de mi rostro y una cara de haber visto un horror.

- mmmm... bueno, entonces yo pago Marinette.- respondió Adrien sacando dinero de sus bolsillos. - Además podría agregar aquel frasco y una caja de chocolates por favor señora. - agregó el ojiverde señalando al delicioso frasco de Nutella.

- si! Por supuesto joven! - dijo feliz la señora.

Después de haber tomado la bolsa de nuestro pedido, salimos del local. Adrien con una cara de alegría inimaginable y yo con cara de saber porqué compró lo demás.

Rápidamente y sin previo aviso Adrien compró una rosa roja en un puesto de flores cerca de por allí. Que diablos estas haciendo Adrien- pensé con cara de sospechas. Entonces él sacó la caja de chocolates y junto con la rosa me los entregó.

- eh?- pregunté sorprendida.

-Qué? Acaso...acaso no te gusta?- preguntó el un poco desánimado.

- Eh-eeh nooo! ... bueno, siii! - dije tratando de no empeorar su estado de ánimo.

- Gracias Adrien, es solo que se me hace extraño que me obsequies algo y mucho más si son chocolates y rosas. - pronuncié un poco sonrojada.

Adrien con mis palabras se sonrojó como un tomate y después se puso a reír.

Bajamos las escaleras eléctricas y salimos del centro comercial.

Continuará...
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