A Tu Lado Siempre

Corazón roto

Narra Marinette

Era una noche normal...demasiado normal, para ser exacta. Chat desde hace días ha estado actuando normal, no suele contestar mis llamadas, ya no salimos ni hablamos desde aquel sábado.

Me encontraba haciendo mis tareas escolares cuando escuché un grito de auxilio.

— ¡¡Tikki motas!!!— pronuncié para transformarme en la heroína de París, Ladybug.

Salí por la azotea lo más rápido que pude para poder llegar al lugar de los hechos y con ello acabar con el mal; pero por suerte mi fiel compañero Chat Noir ya había inmovilizado al villano. Tan sólo me faltaba purificar al akuma.

— ¡Hola Chat! — Grité al gato.

— ¡¡¡Ah-ahhh Hola My Lady!!! que gusto verte por fin. — respondió Chat.

Además de eso, chat me hizo señal de que siguiera, así que con ayuda de mi yoyo y mi agilidad, logré atrapar al akuma, y liberar a la indefensa mariposa que había sido usada para el mal.

— ¡bien hecho Chat!— dije a mi compañero, que me miraba seductor.

— lo hicimos de nuevo my Lady. — dijo él y me guiñó el ojo.

Chocamos los puños en señal de triunfo y después decidí irme caminando a casa.

— ¡hey! My Lady...espera. — escuché detrás de mi. Giré y me di cuenta de que era Chat.

— Hola de nuevo Chat. — dije a mi compañero, luego lo jalé del cascabel de su traje para atraerlo a mi y le di un beso.

— ¿tienes pensado hacer algo ahora?— preguntó, colocándose la garra derecha detrás de su nuca, como señal de nervios.

— ¿porqué Chat? ¿Sucede algo? — respondí atenta.

Entonces tras de su espalda sacó una hermosa rosa blanca y me la entregó. Quedé atónita.

— No, nada...solo que...que me preguntaba si...si quisieras venir conmigo a la torre Eiffel. — dijo nervioso.

Apenas si se le notaba un leve sonrojo, a pesar de la oscuridad.

— ¿Acaso es una cita? — pregunté acercándome a él.

— ¡eh...si! Si My Lady. Gusta ir conmigo a...— dijo él antes de que le interrumpiera.

— Por supuesto. --- Contesté emocionada.

Llegamos a la torre Eiffel y tenía preparado una cena romántica con velas y pétalos de rosas.

--- ¿A qué se debe tanta formalidad gatito? --- pregunte coqueta.

--- Necesito que te sientes. --- El tono de voz y el semblante de Chat me hicieron preocupar.

--- Debemos terminar. --- dijo así sin más, sin rodeos

--- ¿Qué? --- respondí confundida.

--- No eres tú, soy yo. Debo solucionar algo primero. --- agregó. Me tomó de las manos y me dijo mirándome fijamente a los ojos. --- yo te amo más que a nada.

Me solté de su agarre. --- si me amas tanto como dices ¿Porque vas a terminar conmigo? --- dije con las lágrimas a punto de salir.

--- Es que debo solucionar algo primero. --- se apresuró a decir.

--- ¿y para eso debes terminarme? ¿Que sucede Chat? Dímelo de inmediato, si es que tanto me amas. --- Dije sollozando.

--- No te puedo decir My lady, eso solo empeoraría las cosas. --- contestó cabizbajo.

--- Claro, solo lo dices para no hacerme sentir mal, pero descuida, terminamos. Espero que seas feliz.

— P-pero....My Lady. — insistió.

— ¡Pero nada Chat! --- grité.

— ¡por favor My lady! —suplicó.

— ¡Que no! Chat ya deja de insistir! —respondí molesta.

— Pero solo será un tiempo(...)— volvió a insistir.

— ¡escucha bien Chat...porque lo diré sólo una vez! ... — suspiré — a mi me gustas...he estado enamorada de ti desde hace tiempo.— Agregué y le entregué bruscamente la rosa. --- y solo por eso no tienes derecho a burlarte de mis sentimientos, soluciona lo que tengas que solucionar, pero déjame en paz.

Chat quedó en total silencio, parecía estar totalmente disgustado con mis palabras, pero debería considerar que le fui sincera.

Noté que iba a decir algo, pero quedó sin habla.

Ya habían pasado tres minutos y él aún no decía nada, así que con mi yoyo me movilicé por los techos de las casas hasta llegar a la mía.

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