☆Rozando Las Estrellas☆ [PAUSADO]

9: ¡¡MALDÍTOS IMPULSOS!!

¡¡MALDÍTOS IMPULSOS!!

-- ¿¡¡DONDE ESTÁ!!? -- Grite desesperada interrumpiendo en la sala en la que se encontraba ahora Danille sola, esperándome.

-- Escucha nos han aceptado pero... -- La corte.

-- ¿¡Le viste!? -- Clave las uñas en la madera de la puerta, entre desesperada y exhausta.

Ya había averiguado quien era y donde vivía el payaso... Digo Matt.

¡¡Y no pensaba dejarle escapar con mi móvil y mi bolso, en sus manos!!

-- ¡¡Eres una paranoica!! ¿A quien debería haber visto? --  Un recuerdo me vino a la cabeza.
Era algo que no me agradaba y no por lo que es en si, si no por mis demonios interiores que me relacionaban con este mundo lo cual se resumía en "Carreras ilegales"

-- ¡Al estúpido del bolso! -- Corrí hacia mi bolsa y pille mi pantalón y mi camiseta, rápido me quite la ropa de ballet y me puse esta, no era nada del otro mundo más bien era otro de mis conjuntos de ropa sencilla.
Vaquero oscuro, camiseta gris clara además de mi chaqueta gris oscura.
Agache la cabeza y con las manos me hice una coleta mal hecha, llena de bollos y con algún que otro pelo suelto, pero eso daba igual.

Cogí mi móvil y marque el único número que me servía en ese momento...

-- Hola buenas ¿En que puedo ayudarte? -- Contestó a la primera.

-- Necesito que me recojan a la entrada de la mansión de los Withe -- Exigí -- ¿Sabe la dirección?

-- Por supuesto, la mansión Withe -- Hizo una pausa -- Lo que usted mande señorita.

Colgué.

Abrí el chat de Dylan y le puse un mensaje diciendo que era Sam -- Dejé esto bien claro por que se de antemano que se extrañaría al ver que le mando un mensaje un tal "Matt" -- Le dije que viniera a recogerme a la entrada de la mansión de los Withe. ¡Y rápido!

Cogí mi bolsa y me dispuse a a salir cuando un cuerpo choco contra mi parandome en seco.

-- ¡Sam, Samsara Dicker! ¡Por el amor de Dios! ¿¡¡QUIERES DECIRME A DONDE VAS TAN APRESURADA!!? -- Mire a Danille confusa. A la pobre no la había explicado nada, mire mi reloj y marcaba las once menos cuarto.
Jale su muñeca y dándola una pequeña vuelta agarre su mochila de un fuerte tirón y salimos de la habitación. Corrimos por los pasillos hasta salir de aquella casa.
Ella ya estaba cambiada.

Pero de un fuerte tirón se soltó.

-- Para, para ¡Para! ¡¡Explicarme ya!! -- Estaba nerviosa y confusa, lo entiendo pero ¿¡Que no entiende de que no hay tiempo que perder!?

-- El chico que me robo el bolso es Matt, el hijo del Srñ.Withe.
Y un amigo tonto de él  me habló al móvil de Matt pensando que el del móvil era yo me dijo que hoy abría carreras en un polígono abandonado a las afueras, me dijo que estuviera allí a media noche, empiezan a la una y media ¡Así que no hay tiempo que perder! -- Empecé a caminar alejándome de ella en dirección a la puerta y solo cuando note unos pasos a mi espalda estuve tranquila.