☆Rozando Las Estrellas☆ [PAUSADO]

15: Jacob nosotros...

Hola a todos!! ❤
Decir que voy a intentar volver a publicar en mis ratos libres. Se que la historia lleva mucho tiempo parada pero espero que la continuéis leyendo con el mismo ímpetu que antes❤

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- ¿Me explicas ya porque me has obligado a saltarme las clases y subirme a este coche  contigo? - Estaba serio, no hablaba, no me miraba, poco más y parecía que ni respiraba. Yo sollozaba en silencio, no quería que me oyese, dirigí mi mirada hacia mi brazo donde por culpa de la caída tenía ahora un buen raspón que amenazaba con poner morada toda la piel de su al rededor y que no paraba de sangrar. 

- No es asunto tuyo - Bufo. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y múltiples recuerdos del pasado ocuparon de pronto mi mente. No conseguía sacarlos de la cabeza, eran tan dolorosos...

- Si lo es, casi parece que me has secuestrado... - Me daba miedo pasarme de la ralla al hablarle... Él... Digamos que no tiene mucha paciencia... Y menos conmigo... 

- ¿Donde has estado estos últimos meses...? Me tenías preocupado - Esa cuestión me daba bastante miedo contestarla la verdad. Pero sabía que si no lo hacía jamás me dejaría bajar de este asqueroso coche. 

- Nos mudamos... - Susurré muy bajito con la esperanza de que no  me oyese.

- ¡Y NO PODRÍAS HABERME AVISADO! - Comenzó a perder la poca paciencia que tenía, lo cual le condujo a gritar desesperado - ¡TE HE ESTADO BUSCANDO JODER, SIN DESCANSO! 

- Jacob nosotros... - Me cortó.

- ¡CALLATE! ¡CALLATE DE UNA MALDITA VEZ! - Golpeó el volante con fuerza lo que me hizo estremecerme.

- No somos nada ya... - Pude sentir la furia de su mirada traspasando mi piel... - Ya no estamos juntos... No te debo nada... 

- ¡QUE TE CALLES DE UNA VEZ MALDITA ZORRA! - Clavó su mirada en mi, y por primera vez desde hacía unos meses volvió ese miedo a instalarse en mi de pronto. Una angustia que sentía en el pecho que me impedía casi respirar.

Se que lo que le voy a contestar podrá tener sus consecuencias pero necesito soltarlo.

- ¡A PASADO UN MALDITO AÑO YA JACOB! ¡NO ESTAMOS JUNTOS, QUE TE ENTRE EN LA CABEZA DE UNA VEZ! ¡QUE LO ÚNICO QUE ME UNE POR DESGRACIA A TI ES...! - Me volvió a cortar porque nada más soltar aquello paró el coche y golpeó con su mano con fuerza mi cara. Mi mejilla abrasaba, Me quedé mirando la ventanilla por unos instantes, que es la dirección donde se encontraba mi rostro gracias al impacto de aquel guantazo. Ni me había dado cuenta de que nos encontrábamos  en un callejón oscuro y desierto.

- Eres un enfermo - Escupe con odio antes de que repitiese su maniobra anterior.

Otra mano voló hacia mi mejilla.

- ¡NO ME VUELVAS A LEVANTAR ASÍ LA VOZ! ¡¡NI TE PASES MÁS AL HABLAR!! ¿¡SE TE HA OLVIDADO YA TODO MALDITA ZORRA!? - Jaló mi pelo con fuerza y me obligó así a acercarme a su rostro - Mira esa cicatriz tan bonita de tu pierna y te acordarás - Me sonrió con odio, con ira, pero sobre todo con asco - Esto lo hago por que te quiero Sami, no lo olvides nunca - Años atrás me hubiese creído todo aquello sin problema pero ya...  

- ¿Me vas a decir donde está...? - Le rogué entre lágrimas

- No - Dijo cortante mientras me soltaba el pelo y  comenzaba a apretar de nuevo el volante con fuerza. Otro escalofrío.

- ¡Tengo derecho Jacob! ¡Es mi...! - Me removí sobre el asiento para gritarle he intentar que me mirase, hasta que me cortó claro.

Ya había cogido carrerilla y no paraba de llorar.

- Nada, no es nada tuyo así que cállate de una puta vez y siéntate bien.

- Abre el coche - Grité.

- ¡No!

- ¡Te he dicho que abras el puto coche joder! - Lleve instintivamente la mano a la manilla mientras me desataba con la mano el cinturón de seguridad he intentaba aguantarme las lagrimas - ¡Dejame salir o te juro que...!

- ¡¿QUIERES SALIR?! ¡¡¿¿QUIERES SALIR??!! - Eso fue lo último que escuché antes de que para mi sorpresa quitase el cierre de seguridad, abriese la puerta y me empujase fuera del coche de un empujón. 

Caí de espaldas, y dolía; pero no tanto como me abrasaba la cara, como me dolía el corazón, o aquella cicatriz, aunque nada era comparable al inmenso dolor de todos aquellos recuerdos... Se me nublo la vista por completo, y del golpe quedé unos segundos sin respiración. Todo daba vueltas a mi alrededor y era borroso. Unos instantes después, y cuando aún seguía viendo borroso noté como me arrastraban del pelo, mi piel quemaba al rozar con el asfalto. Y de pronto comenzé a sentir un dolor intenso en el estómago. No paraba de propinarme patadas y patadas... Quería parar de sentir todo aquello, quería gritar pero no tenía voz, quería salir corriendo de allí, pero no sentía mi cuerpo. Me bloquee. Por suerte aquel instante duró poco; todo aquello llegó a su fin cuando Jacob al fin decidió cambiar el rumbo de sus patadas, y esta última, - O al menos en la última que estaría presente para sentirla - Fue a mi cabeza, y por fin dejé de sentir.

 Todo se volvió negro. 

El mundo dejó de tener color a mi alrededor, y caí en un lugar teñido de negro.

Y en el fondo es lo que deseaba. Dejar de sentir, dejar de pensar, dejar de estar...